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23 de Septiembre,  Jujuy, Argentina
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Celebración del padre Artacho en el santuario de Río Blanco

Sabado, 20 de diciembre de 2014 00:00
El padre Ricardo Artacho festejará sus ochenta años con una celebración que se llevará a cabo hoy a las 10 en el Santuario de la Virgen de Río Blanco y Paypaya. El sacerdote nació el 17 de diciembre de 1934 en la Capital Federal. Sus padres Antonio Artacho Lara y María Burgos eran malagueños de pueblos muy cercanos. "El Señor me llamó en unos ejercicios espirituales que hice a los 23 años con el padre Jesuita Pangrazzi, en el año 1958. El padre Pangrazzi estaba predicando Lucas 10 y allí sentí una implosión dentro de mí, que me decía "te quiero como obrero para levantar la cosecha de la mies". Ahí comenzó mi nueva vida", destacó en una entrega de prensa difundida por Manos abiertas Jujuy.
"Ingresé al Seminario Metropolitano de Buenos Aires y enseguida me pusieron a trabajar con los chicos, estaba de bedel de los más chicos, en el Seminario Menor. He tenido muchas luchas y muchas dudas durante ese tiempo. El padre Lucio Gera me ayudó mucho, que era un hombre muy pobre, muy humilde y muy inteligente. El padre Rafael Tello también me ayudó mucho en mi formación, siempre me decía "Ricardo vas a ser buen sacerdote, aférrate a María"", recordó.
Artacho refirió que se ordenó el 13 de mayo de 1967 en la Catedral de Morón, en una ceremonia presidida por el obispo Miguel Raspanti. Fue destinado durante casi 2 años como titular de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Ramos Mejía. Luego estuvo en Ituzaingó, en la Parroquia Nuestra Señora de Lujan. "Allí estaba el padre Jesuita Jorge Bergoglio, y allí fui a ayudar porque la parroquia era muy grande. Acompañamos mucho a los que no tenían trabajo, a los enfermos, a los que sufrían. Allí estuve durante 17 años", rememoró.
"Después me fui durante un año a España, a la tierra de mis padres, y a cargo de la Parroquia quedó el padre José Antonio Gentico, antes de ser obispo. En ese momento era el vicario general de la Diócesis. Cuando regresé me dijo Ricardo, te hizo muy bien el viaje, eres otra persona. Tras ello estuve 11 años en Villa Tesei, hasta que un día monseñor Marcelo Palentini me invitó a venir a Jujuy, él ya había asumido como titular de la Diócesis de Jujuy y me pidió que le acompañe. Así me vine, acompañando a Marcelo. Llegué a Jujuy y me destinaron al Santuario de Nuestra Señora de Río Blanco y Paypaya - Patrona de la provincia de Jujuy".
También puso de relieve que le gustaba "mucho el servicio a los demás y en Jujuy he podido disfrutar mucho haciendo servicio. Agradezco a monseñor Marcelo Palentini y a monseñor Daniel Fernández, quienes han cuidado de mí y me siento muy gratificado por el cariño que me han brindado. Me quedé aquí por los sacerdotes de Jujuy, a quienes quiero mucho. Aquí sentí que era el lugar que Dios había elegido para que termine mi vida. Durante muchos años le pedí eso al Señor y él me mostró que era Jujuy donde debía estar. Y aquí en Jujuy me siento muy bien, el Señor me regaló una hermosa familia en Jujuy", enfatizó.

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