El proceso de promoción de la lectura en los chicos presenta diferentes actores, con la escuela como protagonista sustancial, aunque el rol de la familia tiene un papel muy importante para que leer se convierta con el tiempo en un hábito.
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El proceso de promoción de la lectura en los chicos presenta diferentes actores, con la escuela como protagonista sustancial, aunque el rol de la familia tiene un papel muy importante para que leer se convierta con el tiempo en un hábito.
Los expertos subrayan que es en la casa donde comienzan las actividades de lectura antes de que los chicos ingresen al nivel inicial. Al respecto, Rocío Brescia, especialista de la Fundación Leer, sostuvo que “los papás tienen diferentes espacios de intervención para promocionar la lectura y la alfabetización, y quizá no son necesariamente aquellos vinculados con el libro. En muchas ocasiones los papás comparten con los chicos espacios como mirar una película, incluso jugar juegos electrónicos. Todos aquellos momentos en los que se comparte con los chicos alguna actividad de entretenimiento, habilitan la intervención del adulto”, indicó.
En ese sentido, describió que “a veces es un juego, otras veces una salida. Por ejemplo, ir a una librería tiene que ser una actividad interesante. No es solamente ir a comprar un libro, más bien debería ser encarada como una visita cultural”.
Sobre este tema, Brescia explicó que “en general, las librerías de hoy disponen de espacios en los que uno se puede poner cómodo, sentarse con los chicos, preguntarles, leer las contratapas con ellos. Son instancias que hay que aprovecharlas para dialogar con ellos”.
En referencia al proceso de promoción de la lectura en las casas, la especialista mencionó: “Solemos encontrar que algunas prácticas están atravesadas por ciertas representaciones culturales un poco complicadas, por ejemplo, el cuento a la hora de ir a dormir. Muchas veces queda relegado a las mamás o a las figuras femeninas, y es importante que los papás también asuman ese rol. Leer un libro a los chicos antes de dormir es una experiencia maravillosa porque, sobre todo, se está generando un hábito”, agregó.
Una tarea de adultos
Además, la especialista manifestó que en ciertos casos “los papás delegan en las mamás estas tareas como si fueran exclusivamente femeninas, y en realidad pertenecen a los adultos en general, ya que cada adulto pueda aportar algo distinto”.
“Es interesante que todos podamos ofrecer espacios de intervención, los tíos, los abuelos, la mamá y el papá. Cada uno tiene su rol y puede construir con los chicos otros diálogos, haciendo de esto algo enriquecedor”, comentó. En ese sentido, expresó que “no es lo mismo el diálogo de una lectura con mamá que el diálogo de una lectura con papá”.