El tema, prosiguió el peluquero con su obsesión, es que desde que tenemos un blog en la página web del Tribuno, me siento como observado, como perseguido. ¿Por qué no consulta al psicólogo?, le sugirió Isidoro Ducase. ¿Usted cree que de verdad estoy loco? No sé si tanto, yo alguna vez me psicuanalicé y me tengo por estadísticamente cuerdo, dijo Juan José Ferreira Miranda. Además que Ramón Lescano atiende en el hospital y es amigo mío, agregó el padrecito. ¿Y qué tiene con que sea amigo suyo?, quiso saber el peluquero. Nada, dijo el cura, pero quería aprovechar para mandarle un saludo.
¿Cómo, ahora se pueden mandar saludos por los Laberintos Humanos?, preguntó el mayor de los abuelos. Qué se yo, dijo Ducase, puede que para eso sirva tener un blog. Entonces podríamos invitar a la gente a mandar saludos por acá, dijo el mayor de los abuelos. No estaría mal, agregó el mayor de los abuelos, salvo que nos pidan que le dediquemos una canción a alguien.
Ni se les ocurra, que Dubin cantando es un perro, dijo Ferreira Miranda. Además que nunca vi un cuento con música, dijo el menor de los abuelos. Es que hay que adaptarse a la tecnología, dijo Ducase como si viniera a cuento. Lo que es por mí, dijo Ferreira Miranda, me conformo con las cartas. ¿Cuánto hace que no recibimos ninguna?
Recibir, las recibimos, dijo el peluquero, lo que pasa es que Dubin las censura porque nos critican. ¿Y cómo lo sabe? Es que yo mismo escribí una y Dubin nunca la publicó. ¿Usted escribió una carta a los Laberintos?, le pregunté asombrado.