Margarita Muray, madre de Estefanía Trujillo (21), la joven que apareció asesinada en las playas del río Reyes (estaba semienterrada) hace cuatro años, no oculta su angustia porque pasaron tres años y no hay responsables del crimen, al que señala como un "ajuste de cuentas’.
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Margarita Muray, madre de Estefanía Trujillo (21), la joven que apareció asesinada en las playas del río Reyes (estaba semienterrada) hace cuatro años, no oculta su angustia porque pasaron tres años y no hay responsables del crimen, al que señala como un "ajuste de cuentas’.
"Es que no veo que avance la investigación, y porque se trató de una muerte injusta. Mi hija era joven, no tenía antecedentes delictivos, nadie tenía derecho a quitarle la vida". Así, la mujer descarga su dolor y lamenta otro año sin justicia para su hija.
"En la Brigada de Investigaciones de Jujuy me explicaron que supuestamente hay inculpados pero no hay testigos, entonces no hay nada claro", dijo en diálogo con este diario Margarita Muray.
Por otro lado, no ha tenido informaciones de que se haya detenido a alguna persona. "No quiero que el caso de mi hija quede así nomás, tiene que haber un culpable", reclamó.
El caso está en manos del juez de Causas Javier Aróstegui, después que en un principio estuviera el juez Alvarez Prado.
Confía en la investigación para que el caso no quede impune, y “no ayuda en las pesquisas del hecho que no aparezcan testigos, además del estado de descomposición que tenía el cuerpo de Estefanía y mas allá de no estar conforme con la investigación”.
Incertidumbre
Por otro lado dijo que pese al tiempo transcurrido, "no se bien qué pasó con Estefanía, se que la maltrataron y la encontraron muerta, tirada, después de varios días".
Agregó: "voy a hacer lo que sea para que se haga justicia por mi hija; si tengo que hacer caminatas, salir a reclamar lo haré. Necesito tener la paz interior y mi familia también. Esto no tiene que quedar en el olvido".
Al recordar a Estefania dijo que "como toda adolescente tenía mala junta y me opuse con algunas cosas que no iban con su tipo de vida".
Muray sigue convencida y relaciona el asesinato de su hija con "un ajuste de cuentas", al recordar que ella fue testigo del caso Roxana Carlos, de quien era amiga.
"Dijo algo que habría hecho cambiar parte del juicio y los acusados fueron presos. Por ahí creo que pasa, por una cuestión de venganza", aseguró la mujer.
Hasta el momento, la justicia no se ha hecho presente en este caso y “si tengo que hacer caminatas las haré -reiteró-. Se que hay gente que está a la expectativa, y pese al tiempo transcurrido creo que se puede ir la persona sospechosa o inculpada”.
“Lo que quiero es justicia para mi hija”, expresó finalmente.