Una multitudinaria manifestación de fe se vivió en la mañana, en la parroquia Santa Teresita y San Juan Bautista Scalabrini, durante la bendición y procesión de ramos y la misa que fue presidida por el padre Jorge García Méndez. El Domingo de Ramos en la Pasión del Señor, marca el inicio de la Semana Santa, donde se celebran los misterios de la fe y se renuevan las promesas contraídas en el bautismo.
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Una multitudinaria manifestación de fe se vivió en la mañana, en la parroquia Santa Teresita y San Juan Bautista Scalabrini, durante la bendición y procesión de ramos y la misa que fue presidida por el padre Jorge García Méndez. El Domingo de Ramos en la Pasión del Señor, marca el inicio de la Semana Santa, donde se celebran los misterios de la fe y se renuevan las promesas contraídas en el bautismo.
Esta particular celebración está profundamente marcada por un clima de alegría y nostalgia, ya que se recuerda el ingreso triunfal de Jesús en Jerusalén y, al mismo tiempo, se proclama el texto de la Pasión en la que se narra los sufrimientos padecidos y su muerte para nuestra salvación.
A primera hora, la feligresía se congregó en la intersección de las calles Canadá y Brasil, del barrio 14 de Abril, para la bendición de ramos y posterior procesión hasta templo, donde se ofició la misa celebrada por el querido misionero, que luego de una difícil intervención quirúrgica, quiso acompañar a su comunidad, en esta importante festividad de ramos.
Homilía
“En el mundo, el poder se implanta con la imposición, con la guerra, con la violencia y va entrando en un caballo como signo de poder, de triunfo. Jesús entra a Jerusalén en un burrito manso, servicial, pero que estaba atado y les pide a sus discípulos que lo desaten. Hoy les pido hermanos, que desaten todas esas ataduras que les impide ser felices y pónganse en camino a hacer el bien. No es fácil. San Juan Bautista Scalabrini, dice que en este mundo para hacer el bien, hay que pedir permiso de rodillas. Esta semana reflexionemos.
La Pascua es el grito de liberación. Jesús pasó por la vida haciendo el bien, muriendo en la cruz por amor, para que fuéramos felices”, dijo párroco en su homilía. Indicó que es tiempo para pensar en lo que nos impide ser felices y en lo que nos mantiene atados. “El viene a liberarnos y permitirnos comprender lo que podemos hacer por el otro, a veces sólo basta una mirada, un gesto, una llamada, detalles simples que hacen mucho bien. No nos privemos de hacer el bien. Vivamos felices, vivamos católicos, nos anímenos a mostrar cariño por los demás y cantemos la alegría de saber que estamos en las manos de un Dios que es bueno y que pagó la deuda de nuestros pecados. Animémonos a seguir su ejemplo, a pasar nuestra vida haciendo el bien como Santa Teresita”, prosiguió.
En otro tramo sostuvo que el Domingo de Ramos es un día de fiesta, pero también a partir de este momento comienza la pasión del Señor. “Todos vivimos un viernes santo, con problemas, con dificultades, pero la esperanza es lo que caracteriza al cristiano. Todos esperamos un sábado de gloria y un domingo triunfante”.
Finalizando la prédica, refirió que hay tres palabras, tres virtudes que todo cristiano no debe olvidar, la amistad, el respeto y el servicio. “Jesús nos ofrece su amistad, él nos enseñó a respetar al otro, incluso al enemigo y nos demostró como mostrar el amor al prójimo mediante la caridad. Celebremos nuestra fe con esperanza. Como dijo el Papa, no nos dejemos robar la alegría, creamos de verdad en lo que decimos y sigamos adelante. Jesús pensó en nuestra salvación y por eso aceptó los juicios, el sufrimiento y la muerte, todo lo hizo por amor y fue el amor el que lo levantó en lo alto para abrazar por siempre a la humanidad. Acompañemos a Jesús en el camino que se inicia hoy”, finalizó el sacerdote.
Al concluir la misa, fueron bendecidos nuevamente los ramos, que los feligreses levantaron en alto como mar o festivo para esta celebración.