La noticia del fallecimiento del Papa Francisco, ocurrida en las primeras horas del lunes 21 de abril, sacudió al mundo católico y encontró eco inmediato en Jujuy, donde fieles y autoridades eclesiásticas manifestaron su pesar. En rueda de prensa, Monseñor Daniel Fernández, Obispo de la diócesis, compartió su conmoción por la partida del primer Papa latinoamericano y su visión sobre el legado que deja a la Iglesia y al mundo.
“Estamos muy dolidos, es una mañana conmocionada. Ayer mismo lo vimos en el balcón de la Basílica de San Pedro y creíamos que iba mejorando, pero su salud estaba ya muy debilitada”, expresó Monseñor Fernández con visible emoción. “Nos queda la esperanza de saber que partió en tiempo de Pascua, cuando celebramos la resurrección. Él, que tanto nos predicó la esperanza, ahora está junto al Padre”.
Desde la Diócesis de Jujuy se convocó a la comunidad a unirse en oración por el alma del pontífice. “Esta noche, en todas las misas de nuestras comunidades, rezaremos especialmente por el Santo Padre. Yo mismo presidiré la celebración en la iglesia de San Francisco, ya que la catedral no tiene capacidad suficiente para recibir a todos los fieles que quieren despedirlo”, anunció el Obispo.
Francisco, nacido Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires, fue electo Sumo Pontífice en 2013 y se convirtió en una figura clave no solo para los católicos, sino también para líderes sociales, políticos y religiosos de todo el mundo. Durante su papado, impulsó transformaciones significativas y defendió con firmeza el compromiso de la Iglesia con los más vulnerables.
“Creo que su mayor legado fue haber puesto en valor el espíritu del Concilio Vaticano II, con una Iglesia que se interesa por el destino del hombre, por la vida concreta de las personas”, señaló Monseñor Fernández. “Fue un defensor incansable del cuidado de la casa común, sufrió con las guerras y con los conflictos que azotan al mundo. Sus palabras eran siempre un llamado a la paz, a la comunión”.
El Obispo de Jujuy también recordó que los viajes apostólicos del Papa se caracterizaron por su elección de destinos periféricos y simbólicos. “Eligió ir donde había sufrimiento. Lugares alejados del poder y los reflectores, pero donde la gente necesitaba una palabra de aliento. Su presencia llevaba consuelo”.
Consultado sobre los cambios internos que impulsó en la estructura eclesial, Fernández destacó que “la Iglesia no es una pieza de museo, sino un cuerpo vivo que responde a los desafíos de cada época. Francisco promovió la transparencia, el rol de la mujer, y abrió debates complejos siempre desde la fe y la misericordia”.
Sobre el proceso de sucesión, explicó que “tras los funerales, los cardenales electores serán convocados al cónclave para elegir al nuevo Papa. Aún no hay fechas, todo depende del tiempo de duelo que se establezca y de la llegada de los cardenales a Roma”.
Uno de los temas más sensibles para los argentinos fue la ausencia del Papa en su país natal. “Él percibía que a veces no estaban dadas las condiciones para que su visita ayudara a la unidad, que era su mayor anhelo. No quería alimentar grietas ni suspicacias. Aun así, nunca dejó de estar pendiente de su pueblo. Le dolían nuestros desencuentros y la pobreza”, reflexionó el Obispo.
También mencionó el interés del Papa por temas actuales como la inteligencia artificial, y señaló que “en la Iglesia argentina estamos atentos a estos debates. Francisco nos enseñó a no desentendernos del mundo, sino a comprometernos con una mirada ética y espiritual”.
Finalmente, Monseñor Fernández dejó un mensaje de fe ante la pérdida: “La Iglesia ha atravesado siglos de historia y siempre ha sabido encontrar su camino. Dios la guía, y ahora nos toca a nosotros continuar con la misión que él nos enseñó. Francisco fue testimonio de Evangelio vivo y su luz seguirá iluminando nuestro andar”, concluyó.