La estudiante Eliana Ramos, de la Escuela Técnica Provincial N°1 “Aristóbulo Vargas Belmonte”, fue distinguida como la flamante “Embajadora de Mis Derechos” tras presentar su proyecto “Mujeres que transforman”, que resultó ganador del programa impulsado por la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia. La joven explicó los alcances de su iniciativa y la experiencia vivida en diálogo con el streaming de El Tribuno de Jujuy.
Eliana contó que su proyecto se centra en visibilizar y revalorizar el rol de las candidatas dentro de la Fiesta Nacional de los Estudiantes, abordando además problemáticas como el bullying y los comentarios hirientes que muchas veces empañan la participación de las jóvenes.
“Mi proyecto se llama ‘Mujeres que transforman’ y busca revalorizar el rol de la candidata en la Fiesta Nacional de los Estudiantes. Lo que propongo es prevenir acciones como el bullying y distintas conductas negativas que lamentablemente a veces cometen adultos y que hacen que la fiesta no sea un lugar tan lindo para las candidatas ni para los estudiantes”, expresó.
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La estudiante Eliana Ramos, de la Escuela Técnica Provincial N°1 “Aristóbulo Vargas Belmonte”, fue distinguida como la flamante “Embajadora de Mis Derechos” tras presentar su proyecto “Mujeres que transforman”, que resultó ganador del programa impulsado por la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia. La joven explicó los alcances de su iniciativa y la experiencia vivida en diálogo con el streaming de El Tribuno de Jujuy.
Eliana contó que su proyecto se centra en visibilizar y revalorizar el rol de las candidatas dentro de la Fiesta Nacional de los Estudiantes, abordando además problemáticas como el bullying y los comentarios hirientes que muchas veces empañan la participación de las jóvenes.
“Mi proyecto se llama ‘Mujeres que transforman’ y busca revalorizar el rol de la candidata en la Fiesta Nacional de los Estudiantes. Lo que propongo es prevenir acciones como el bullying y distintas conductas negativas que lamentablemente a veces cometen adultos y que hacen que la fiesta no sea un lugar tan lindo para las candidatas ni para los estudiantes”, expresó.
La motivación para encarar este desafío surgió de una experiencia personal. “Cuando participé en mi elección, salí segunda princesa, y en ese momento escuché comentarios muy dolorosos. Decían que todo estaba comprado, que los resultados no eran justos. Eso me llevó a reflexionar y a plantear que no podemos quedarnos con esa mirada negativa. Una princesa, una reina o una dama de honor hacen un gran esfuerzo, enfrentan nervios y presiones. Todas merecen respeto y reconocimiento por animarse a vivir esa experiencia”, relató.
Ramos remarcó que su proyecto no se limita a trabajar con adolescentes, sino que también interpela a los adultos. “Muchas veces creemos que las agresiones o comentarios negativos vienen solo de los chicos, pero en realidad son los adultos quienes, en ocasiones, más fomentan esas actitudes. Somos jóvenes de entre 14 y 18 años, pero eso no significa que las palabras no duelan. La conciencia tiene que nacer en todos los sectores”, advirtió.
En este sentido, destacó que el camino hacia un cambio social requiere tiempo y compromiso sostenido. “Creo que es un trabajo generacional. No se transforma de un día para el otro, pero con programas como este y con el acompañamiento de organismos provinciales podemos ir mejorando como sociedad. Lo importante es que cada paso sume y que los jóvenes sientan que tienen un lugar para expresarse”, añadió.
Al recordar el momento en que se anunció que su proyecto había resultado ganador, la joven confesó: “La verdad fue muy sorprendente. No me lo esperaba. Todo mi colegio me apoyó muchísimo y estoy muy agradecida. Ellos hicieron una hinchada enorme y estuvieron conmigo en todo momento”.
Ahora, el desafío será implementar “Mujeres que transforman” en distintos puntos de la provincia. “Queremos recorrer capital y el interior, conversar con las reinas de diferentes lugares y que ellas también puedan contarnos sus experiencias. La idea es generar un espacio de escucha y acompañamiento entre todas, porque cada historia es importante y cada vivencia puede enriquecer este trabajo”, explicó.
La participación en el programa también le permitió a Eliana ampliar sus horizontes y conocer a jóvenes de otras localidades. “Tuve la oportunidad de conocer chicas de San Pedro, Perico y Monterrico, entre otras. Todas estábamos nerviosas por la presentación de nuestros proyectos, pero nos apoyamos mutuamente y nos dimos fuerzas. Me llevo nuevas amigas y la certeza de que hay muchas jóvenes que quieren cambiar las cosas para mejor”, compartió.
A pocos días de la Fiesta Nacional de los Estudiantes, Eliana también habló del trabajo que realizan en su escuela. “Como somos un colegio técnico, pasamos muchas horas en el canchón preparando la carroza. Este año queremos podio, así que le ponemos toda la energía y las mejores ganas. La FNE es parte de nuestra identidad y nos une como estudiantes”, afirmó con entusiasmo.
Como embajadora, Eliana dejó un mensaje claro y alentador a sus pares. “Quiero decirles a todos los jóvenes que no solo somos el futuro, también somos el presente. Disfrutemos de cada día de la Fiesta Nacional de los Estudiantes, vivámosla con alegría y respeto. No hagamos comentarios negativos, porque lastiman, y cuidémonos entre todos. Lo más importante es apoyarnos mutuamente”, señaló para concluir.