Viterman Ramos Torino es integrante del Centro Gaucho Tradición, referente y propulsor de actividades que rescatan y revalorizan las tradiciones, fue presidente de la institución. Considera importante la intervención de todos los actores de la comunidad y principalmente, la de los medios de comunicación para la difusión de nuestra cultura. "La Pachamama es nuestra madre, nos sustenta y nos contiene, celebrarla y honrarla es una costumbre esencial del hombre de campo".
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Viterman Ramos Torino es integrante del Centro Gaucho Tradición, referente y propulsor de actividades que rescatan y revalorizan las tradiciones, fue presidente de la institución. Considera importante la intervención de todos los actores de la comunidad y principalmente, la de los medios de comunicación para la difusión de nuestra cultura. "La Pachamama es nuestra madre, nos sustenta y nos contiene, celebrarla y honrarla es una costumbre esencial del hombre de campo".
*¿Cuándo nace esta celebración en el centro Gaucho?
Lo hacemos desde que se fundó la institución, ahora el 14 cumplimos los 45 años. Desde ese primer momento que venimos celebrando a la pachamama honrando nuestra herencia legada por nuestros ancestros, nuestros mayores, y nosotros somos respetuosos de seguir la tradición. Se trata de expresión más autentica de la gente de campo.
¿Cómo comienza el ritual de agradecimiento?
Abrimos la boca de la tierra, sahumamos en la madrugada, en las primeras horas del 1 de agosto hacemos yerbeao, coca, cigarrillo, bebidas, desde ese momento le agradecemos y le pedimos por nuestra salud, para que sigamos trabajando por la cultura, sobre todo. Y después, durante el mediodía junto a toda la gente que fue invitada compartimos la celebración. Se realiza la corpachada que consiste en dar de comer y beber a la tierra. Y los que le entregamos es lo que nosotros consumimos y compartimos con la Pachamama. La corpachada si bien es herencia de los originarios, ha recibido influencia de la religión católica con la llegada de los españoles, por eso es que incluimos agua bendita, y muchos de nosotros rezamos y nos santiguamos antes de ofrendar.
¿Quiénes participan de la organización?
Todos los que integran el centro gaucho, además de la familia. Esto se viene preparando desde hace 15 días más o menos. Desde el salón, la comida, la división de tareas. Todos los que trabajaron se comprometieron de corazón, porque quien ama la tradición todo lo que hace es con sentimiento.
Es común ver muchos niños y jóvenes participando
Hay una generación que viene detrás y por ellos, nosotros tenemos el compromiso y la obligación de incentivarlos y enseñarles sobre los valores y costumbres. Estamos agradecidos por esta juventud que nos acompaña, los niños también en su propia curiosidad, aprenden lo nuestro, primero como un juego, después con mucho respeto. Vemos en nuestros hijos mucho compromiso y eso nos enorgullece, no solo como padre sino como adultos, porque serán ellos el día de mañana quienes siembren esta semilla para sus hijos, sus nietos.
Jujuy, es Capital Nacional de la Pachamama, ¿qué opina usted?
Por un lado muy contento, pero por el otro es todo un compromiso para todos los jujeños, por eso ruego a la Pachamama que bendiga a nuestros gobernantes para que les dé la fortaleza, salud y conciencia para trabajar por la tierra, que los recursos no se acaben y que no la destruyan. Y en cuanto a trabajar por la tierra, me refiero también a la cultura, no solamente al medio ambiente. En eso, todos tenemos responsabilidad, y los medios de comunicación son parte importante para la protección y defensa de lo nuestro.
Según su perspectiva, ¿se respeta a la tierra, al medio ambiente?
Agradezco a la Pachamama, porque tenemos mucha riqueza. El hombre a pesar de usar y degastar sus recursos en nuestra provincia y el país, todavía hay en demasía, la Pachamama se renueva. Pero se ve el abuso hacia la tierra, hay que llamar a la conciencia especialmente a los capitalistas que hacen uso de nuestros recursos. También las guerras que devastan todo no solo a las familias sino a la naturaleza. Debemos mantener esos recursos por el bien de todos, de la naturaleza y de los humanos. Porque si volcamos la mirada hacia adentro, y más cuidamos, más recibiremos de la tierra.
Si tuviera que enviar un mensaje a aquellos que desconocen o están alejados de las tradiciones...
Solo incentivarlos a que conozcan nuestras tradiciones, apegarse a ellas. Las modas y diversiones pasajeras no dan felicidad. La felicidad está en nosotros mismos en nuestra esencia. Que dejen un ratito el celular y miren a su entorno. Y también un mensaje a nosotros que estamos peinando canas, vuelvo a repetir, tenemos la obligación de enseñarles a las nuevas generaciones sobre lo nuestro para que no se pierda. Es una cadena de la vida. Nosotros tenemos que hacer un esfuerzo. Esto es uno de los pedidos que hacemos a la Pachamama, darnos la fuerza y sabiduría para volcar nuestros saberes que hemos heredado a los que vendrán después. (Colaboración Rosana Herrera)