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3 de Agosto,  Jujuy, Argentina
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Inta avanza con drones y datos de monitoreo forestal

Está conformando una red de estos aparatos, con resultados de investigaciones de treinta años.
Lunes, 16 de junio de 2025 01:01
CAPACITACIÓN | UNA RECIENTE DE FLAVIO SPERANZA, EN LA EXPERIMENTAL DE YUTO.

La Estación Experimental de Cultivos Tropicales del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) en Yuto avanza en la conformación de una red de drones como herramientas para lograr eficiencia productiva. Además dio a conocer resultados de un monitoreo de 30 años de estudios sobre especies forestales nativas y exóticas.

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La Estación Experimental de Cultivos Tropicales del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) en Yuto avanza en la conformación de una red de drones como herramientas para lograr eficiencia productiva. Además dio a conocer resultados de un monitoreo de 30 años de estudios sobre especies forestales nativas y exóticas.

Flavio Speranza, ingeniero forestal del Inta Yuto, quien brindó recientemente una capacitación abierta sobre el uso de drones en la agro, junto a Leonel Copa, secretario de una asociación local, explicó su objetivo: "Ya hace años que la superficie agrícola no puede expandirse significativamente, por lo que el desafío es producir más y con mejor calidad en la misma área disponible. En ese sentido, desde el Inta apostamos al uso de drones para la agricultura, la ganadería y el sector forestal", señaló.

Explicó que el uso de drones se divide en dos grandes aplicaciones: las vinculadas a tareas operativas como pulverizaciones y monitoreos, y aquellas que aprovechan sensores de medición para obtener datos útiles para la toma de decisiones. Destacó que el sector privado adoptó el uso de drones para aplicaciones y desde Inta colaboran con ensayos para ajustar variables como altura y velocidad de vuelo, según el cultivo.

En cuanto a los sensores, destacó la incorporación de tecnologías ópticas y térmicas que permiten obtener imágenes en espectros no visibles al ojo humano, como el infrarrojo. Se puede detectar síntomas de estrés vegetal antes de que sean evidentes a simple vista, permitiendo intervenciones más precisas y oportunas; y también acceder a zonas de difícil tránsito terrestre.

UNO DE LOS DRONES DE INTA

La estación también cuenta con un sensor Lidar, que utiliza pulsos láser para generar modelos tridimensionales de la superficie. "Con esta tecnología podemos cuantificar volúmenes de madera o forraje, y avanzar en la sistematización del suelo y conducción de agua con pendientes exactas. Esto amplía notablemente el abanico de aplicaciones en el campo", agregó.

Sobre el uso profesional de estas herramientas, explicó que la normativa argentina exige una certificación otorgada por la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac) para operar drones en agricultura. En Yuto, dos técnicos ya están certificados, y en todo el país Inta tiene más de 25 habilitados.

Esta realidad permitió conformar una red nacional de drones dentro del Inta, que inicialmente fue interna y comenzó a abrirse a entidades privadas y particulares. "Creamos una plataforma educativa para ofrecer cursos de iniciación en el uso de drones, disponibles a través de la página del Inta", sostuvo.

Desmitificando algunos prejuicios, dijo que no es necesario contar con equipos de alta gama para obtener buenos resultados. "Muchas veces se piensa que se necesita un mega drone, pero con modelos económicos también se logra gran precisión. Lo importante es la capacitación", enfatizó. Por eso, recomendó consultar con especialistas antes de invertir en equipos, ya que una buena asesoría puede optimizar costos y resultados.

Entre las aplicaciones variadas del uso del drone dijo que permite el conteo de árboles, la evaluación de follaje en fruticultura, el control de malezas y la planificación de cultivos, ya que no siempre se necesita un equipo sofisticado sino que lo sepan usar.

En relación con los tipos de drones, dijo que trabajan con modelos de hélice más simples de operar pero limitados en tiempo de vuelo de 25 a 30 minutos. Y los de ala fija cubren mayor superficie, pero requieren mayor pericia para el aterrizaje. Hoy algunos permiten generar modelos digitales 3D del terreno con imágenes superpuestas y gran definición, ampliando la posibilidad de planificar y monitorear.

ESPECIES ESTUDIADAS

Para decisiones con fundamento

La Estación Experimental de Inta Yuto presentó los resultados de ensayos sistemáticos de tres décadas sobre el comportamiento de especies forestales nativas y exóticas en Salta y Jujuy. Destacan que son ensayos, únicos que evalúan desde hace más de 30 años el desempeño productivo, la adaptación ecológica y el potencial maderable de diversas especies, muchas de las cuales nunca antes habían sido probadas en la región.

El ingeniero forestal Flavio Speranza, uno de los referentes del proyecto, destacó la importancia de esta línea de investigación. "Se trajeron materiales vegetales desde otras provincias, como Misiones, y desde el exterior, como Costa Rica. Queríamos observar su adaptación real a nuestro entorno. Algunas plantaciones ya tienen 22, 28 y hasta 30 años, con un seguimiento detallado a lo largo de todo su ciclo de vida", explicó.

También sostuvo que muchas veces se recomendaban en el NOA especies que funcionaban bien en otras regiones, como Misiones, sin ensayos previos en las Yungas. "Eso generaba frustraciones en los productores, que invertían en hectáreas completas con especies inadecuadas. Hoy, gracias a este trabajo, podemos ofrecer datos concretos que permiten tomar decisiones con fundamento", dijo.

Entre las especies nativas que mostraron un buen desempeño se destacan la tipa blanca, tipuana tipu, el cedro coya o cedrela balansae, el lapacho rosado o handroanthus impetiginosus, el jacarandá, el roble del país y el algarrobo chileno. Por su parte, entre las exóticas sobresalen la teca o tectona grandis, la grevillea robusta, el paraíso gigante y la poco conocida gmelina arborea, de rápido crecimiento y excelente madera blanca para aserrado y mueblería.

Uno de los aspectos destacados del estudio es el análisis dasométrico, del diámetro, altura y volumen, que permitió identificar aquellas especies con mayor incremento medio anual en volumen y una elevada proporción de individuos con DAP (diámetro a la altura del pecho) superior a 30 cm, medida mínima para aserrío. No obstante, se identificaron también especies con bajo rendimiento, como cedrela angustifolia, que mostró escasa adaptación debido a su origen en pisos altitudinales más elevados.

Los ensayos también incluyeron estudios sobre la densidad de plantación. En el caso del algarrobo chileno, no se hallaron diferencias significativas entre marcos de plantación, lo que sugiere una gran plasticidad de la especie. En cambio, el cedro coya respondió positivamente a marcos de 5x4 m y 5x5 m, lo que implica que una planificación adecuada puede influir notablemente en la productividad.

Por eso, valoró el papel del Inta como generador de conocimiento a largo plazo. "Una empresa privada no puede sostener un ensayo durante 25 o 30 años, pero el sector público sí puede hacerlo. Ese es nuestro aporte. Incluso tenemos un vivero forestal donde producimos material vegetal de especies nativas como algarrobo, que ya utilizan algunas empresas que se animaron a apostar por esta línea de trabajo".

Además, explicó que la forestación puede integrarse con otras actividades. "Durante los primeros años, el manejo requiere tareas como desmalezado, pero luego se pueden combinar con ganadería o cultivos intermedios. Eso también motiva a los productores", afirmó.

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