El incendio en el Parque Nacional Nahuel Huapi ya consumió más de 5 mil hectáreas y allí trabajan cerca de 120 brigadistas y equipos de emergencia. Entre ellos se encuentra el jujeño Sebastián Hernández, referente regional de la Dirección de Lucha contra Incendios Forestales y Emergencias (Dlifye) de la Administración de Parques Nacionales (APN), quien brindó su testimonio sobre la compleja labor en la zona afectada.
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El incendio en el Parque Nacional Nahuel Huapi ya consumió más de 5 mil hectáreas y allí trabajan cerca de 120 brigadistas y equipos de emergencia. Entre ellos se encuentra el jujeño Sebastián Hernández, referente regional de la Dirección de Lucha contra Incendios Forestales y Emergencias (Dlifye) de la Administración de Parques Nacionales (APN), quien brindó su testimonio sobre la compleja labor en la zona afectada.
El jujeño Sebastián Hernández, quien tiene funciones en el Parque Nacional Calilegua, trabaja en el área de ecología del fuego, fue convocado para colaborar en el operativo de emergencia y partió a la Patagonia el 28 de diciembre. "Regresé el 22 de enero tras cumplir funciones en el comando conjunto como jefe de incendio, pero lamentablemente el fuego continúa y estoy retornando a colaborar", explicó el brigadista jujeño.
Desde que se detectó el incendio en la zona de Los Manzanos el 26 de diciembre, el combate requirió la intervención de cuadrillas de distintas regiones del país. Inicialmente, una cuadrilla del Incendios, Comunicaciones y Emergencias (ICE ) del Parque Nacional Nahuel Huapi se desplazó para apoyar las tareas, mientras que previamente se había prestado colaboración en otros focos en El Bolsón y Epuyén.
"Hasta ahora, la región NOA de la Administración de Parques Nacionales envió 30 personas, aunque desde Jujuy no se había convocado personal, porque al tratarse de un incendio dentro del parque, en un principio se trabajaba con los brigadistas locales. No obstante, recientemente se dispuso la salida de 25 brigadistas jujeños, además de 10 provenientes de Catamarca, 10 de Tucumán y Salta", detalló.
El operativo de emergencia cuenta con la participación del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, que desplegó brigadas del sur, centro y noreste argentino que suman cerca de 120 brigadistas en el terreno, además de 50 personas en tareas logísticas, sanitarias y de apoyo, incluyendo al Ejército Argentino.
La geografía del Parque Nacional Nahuel Huapi y la intensidad del incendio obligan a establecer un complejo sistema de trabajo. Detalló que ahora en la Patagonia el Servicio Nacional tiene distribuidos 7 aviones hidrantes, 6 helicópteros y también colaboran los helicópteros del Ejército Argentino para traslado de personal y los otros helicópteros son polivalentes, hacen traslado de personal y lanzamiento de agua.
Para organizar el combate, se instalaron tres campamentos estratégicos, uno dentro del área intangible del parque. "El sistema de rotación es de cuatro días. Los brigadistas llegan, trabajan en el área y luego son reemplazados por otro grupo. En estos campamentos agrestes hay carpas, personal logístico, radiocomunicaciones y asistencia sanitaria en caso de emergencias", precisó Hernández.
El fuego avanza de manera impredecible y requiere una constante adaptación del plan de trabajo. "Se han generado hasta ahora unos 10 'heli-puntos', es decir, lugares donde los brigadistas son dejados en helicóptero para iniciar las tareas. A medida que el incendio avanza, algunos de estos puntos quedan obsoletos y deben crearse nuevos", explicó.
Las herramientas principales para el combate incluyen motobombas, herramientas manuales de zapa y motosierras. "Se trabaja mucho con líneas de agua aprovechando lagunas y lagos de la zona. Se hacen líneas de penetración y luego se despliega el equipo de agua para apagar y enfriar las llamas", relató Hernández.
Momento crítico
Más adelante recordó que uno de los momentos más extremos ocurrió el domingo 21 de enero. "Sabíamos que ingresaba un frente frío y debido a la peligrosidad del fuego, se decidió que ese día no ingresara personal al terreno. Aun así, el incendio tuvo un comportamiento extremo y consumió unas mil hectáreas de bosque nativo en pocas horas", afirmó.
El impacto ambiental es severo. "Hemos avistado fauna afectada por el fuego. En la zona hay 'baguales', vacas salvajes que en su momento cruzaron desde Chile. En los sobrevuelos hemos visto varios animales quemados y muertos", lamentó Hernández. Además, a través de cámaras trampa y reportes de pobladores, se ha identificado el desplazamiento de fauna autóctona que huye del incendio.
Afortunadamente, hasta el momento no se han registrado heridos de gravedad entre los brigadistas. "Se trabaja con pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional para planificar las actividades. Los incidentes han sido leves, torceduras, golpes y picaduras de insectos, como las chaquetas, un tipo de abeja cuya picadura puede causar fiebre y reacciones alérgicas", explicó y comentó que se los traslada a centros de asistencia.
Es un esfuerzo coordinado
Las tareas de combate del fuego son extenuantes y lo cuenta desde adentro un jujeño afectado a una tarea de coordinación. "Las jornadas empiezan entre las 6 y 7 de la mañana con la ejecución del plan del día, la distribución del personal y la gestión de los recursos. También se planifican las tareas para los días siguientes, dependiendo de si se alcanzaron los objetivos", detalló Sebastián Hernández.
Hernández nació en San Salvador de Jujuy, trabajó 16 años en la Brigada de la Provincia y lleva tres años en Administración de Parques Nacionales (APN) como referente de la Regional NOA de la dirección de Lucha contra la Construcción y Protección de Emergencia (Dlifye).
Desde el comando, se supervisa el despliegue de medios aéreos, el personal sanitario y la logística en general. Junto a otras dos personas, se encargan de la distribución de tareas y la evaluación de necesidades en el terreno.
En la labor el personal se rota para evitar fatiga extrema. "Se mantiene un esquema de 7 días de trabajo por uno de descanso. Además, la logística se encarga de proveer raciones de comida secas y húmedas en el terreno, y cuando los brigadistas regresan a los campamentos, hay equipos del Ejército, Parques Nacionales y la provincia de Río Negro que los esperan con la merienda o la cena", dijo