Son alumnos de primaria, aman la matemática y la mayoría se ve en el futuro estudiando ingeniería. Son cuatro y fueron reconocidos por su destacada actuación en la 34° Olimpíada Ñandú Argentina concretada recientemente en la localidad cordobesa de La Falda. En la competencia actuaron como equipo y, en consecuencia, los logros son compartidos por igual. Los docentes y padres están más que felices por la actuación de estos chicos tan inspiradores.
Ellos son Alejandro Rivarola, del Colegio Che Il; Máximo Augusto López, de la escuela N° 223 "Arzobispo José Mendizábal"; Santino Coria Girón, del colegio "Nuevo Horizonte"; y Zoe Ingrid Vale Méndez, de la escuela N° 461 "Bicentenario de la Patria".
En el certamen el equipo jujeño resolvió en promedio dos de los tres problemas matemáticos planteados, en cada día de prueba. En el caso de Alejandro Rivarola obtuvo una mención especial por su desempeño académico.
La delegada en Jujuy de la Olimpíada Ñandú, Teresa Espinosa, acompañada por los docentes tutores que entrenaron a los chicos para la competencia Rodrigo Bejarano (Che Il), Manuel Reinaldi (escuela N° 461), Ivana López (Nuevo Horizonte) y Celia Carolina Ávila (escuela Mendizábal), y los felices papás visitaron ayer nuestro para relatar la experiencia.
Teresa Espinosa precisó que los chicos atravesaron cuatro instancias provinciales -de las que participaron 375 estudiantes jujeños- para poder clasificar a la etapa nacional. Mencionó que el equipo estuvo integrado, por el primer nivel, con Zoe Vale Méndez y Santino Coria Girón, ambos de quinto grado; y por el segundo nivel, Máximo López y Alejandro Rivarola, de sexto grado.
A una consulta de El Tribuno de Jujuy, respondió que los docentes, cuando detectan que los alumnos tienen capacidad para la matemática "los captan y los invitan a participar". Al hablar de la olimpiada en sí, dijo que los alumnos deben resolver tres problemas en el lapso de una hora y media o dos. "Por lo general, es un problema de lógica, uno de combinatoria y otro de geometría", apuntó.
También expresó que tienen autorizado utilizar calculadoras porque se trata de "puro razonamiento. Como al tiempo lo necesitan para razonar" no tiene sentido que lo pierdan haciendo cálculos a mano. "Es mucho para pensar y no es fácil, por eso no todos pueden llegar", remarcó.
Espinosa destacó que Alejandro Rivarola recibió una mención y los otros chicos por la participación. "La participación de cada uno de ellos de por sí es destacada", aseguró al mencionar que lograron clasificar de un total de 375 aspirantes.
"Zoe también tiene mucha experiencia porque viene de participar en Canguro, que es el primer certamen que realiza Olimpiada Matemática de lo que es el ciclo lectivo. Se inicia en marzo".
Los chicos tienen la palabra
Santino Tiziano Coria Girón, del colegio "Nuevo Horizonte, dijo que los problemas no fueron sencillos y que la falta de tiempo le impidió resolverlos a todos. Contó que al principio se puso nervioso y que estaba muy feliz de haber estado en la instancia nacional.
"Cuando uno se acostumbra a la matemática la ve más linda y más fácil", respondió a una pregunta de nuestro diario.
Santino, que quiere estudiar ingeniería, pidió que en las clases "agreguen algo de perímetro para aprender matemática" que les permita a los chicos participar de las olimpiadas y obtener buenos resultados.
Por su lado, Máximo Augusto López, de la escuela N° 223 "Arzobispo José Mendizábal", contó que durante la competencia pudo controlar los nervios. "Estaba difícil y también faltaba algo de tiempo, pero igual la pasé bien", destacó.
"Desde muy chiquito me gustó la matemática y me gustaría estudiar ingeniería", expresó.
Cuando se le preguntó qué le diría a otros chicos para que le den una oportunidad a la matemática, respondió que "deberían concentrarse más tiempo para poder aprender más y así no les falte conocimiento para cuando tengan exámenes o pruebas". También opinó que "las clases son bastante aburridas si te pasás escribiendo como cinco horas seguidas".
Mientras tanto, Zoe Ingrid Vale Méndez, de la escuela N° 461 "Bicentenario de la Patria", dijo que estuvo un poco nerviosa y que los "problemas estaban difíciles", logrando "resolver como tres o cuatro". Aseguró que vivió una "muy hermosa experiencia en Córdoba. Su gente es muy amable", expresó al señalar que pudo hacer amistad con otros niños de Buenos Aires y Santa Fe.
Zoe quiere estudiar ingeniería y cuando se le preguntó qué le diría a otros chicos para que se enamoren de la matemática, recomendó que la vean "como un juego que tienen que ir acostumbrándose porque es muy linda. Cuando ya se acostumbren, que sigan haciéndolo".
Consideró que las clases debieran ser más entretenidas, "no con tanta escritura y con más juegos para seguir aprendiendo".
Finalmente, Alejandro Rivarola, del Colegio Che Il, manifestó que la olimpiada fue una "experiencia desafiante. No fue para nada fácil, pero pude sacar una mención y la verdad que Córdoba es un lugar muy bonito. Estaba nervioso, pero intentaba no ponerme tan nervioso porque si no me iba a ir medio mal en los ejercicios, así que más que nada concentrado porque los nervios te juegan en contra".
También dijo que "el acompañamiento de los profesores estuvo muy bueno porque me ayudaron con muchas cosas nuevas que no sabía y temas que, por supuesto, me sirvieron en la olimpiada".
Más adelante contó que le gustaría estudiar arquitectura, "pero si el futuro cambia en algo podría estudiar ingeniería".
Cuando se le preguntó por qué a los chicos no les gusta matemática, Rivarola consideró que "el problema es que por ahí no prestan atención en algunas clases o faltan a otras clases. Entonces el tema no le queda muy claro, se le complica y ahí le empiezan a ir medio mal".
A la hora de proponer cambios para mejorar la experiencia en las aulas, consideró necesario que "para no aburrirse tanto", las clases sean más divertidas, no escribir tanto, que lo hagan más dinámico. A los chicos no les gusta tanto escribir y se aburren".
Orgullosos papás
El papá de Máximo López, alumno de la escuela N° 223 "Arzobispo José Mendizábal", habló de la trayectoria escolar de su pequeño.
Dijo orgulloso que su hijo "se destacaba de niño. A los 2 años y medio ya aprendió a leer y a escribir. Quiero agradecer a la maestra porque confió en él y es la primera vez que en la escuela alguien quiso participar y llegaron a estos resultados. En realidad Máximo se destaca en todas las materias, a los 5 años se sabía todos los países, capitales y banderas del mundo. Después participó en olimpiadas de Geometría e Imaginación, sacando el primer premio", relató más adelante.
María Méndez, mamá de Zoe Ingrid Vale Méndez, de la escuela N° 461 "Bicentenario de la Patria, refirió que le gustaba acompañarla en sus proyectos, resaltando que la pequeña adoraba la matemática.