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Una tendencia preocupante en el mercado de cítricos impactó en la suba del precio al consumidor debido a la escasez de fruta. Según el consultor Daniel García se debe a diversos factores climáticos y productivos que impactan tanto que afecta a consumidores y agricultores, y que se extenderá hasta mediados del próximo año. Esta semana sólo en el limón el incremento fue del 100%.
El primero de estos factores es la escasez de oferta que afecta tanto a la producción nacional como internacional de cítricos. En el caso del pomelo, García explicó que el país está llegando al final de su ciclo productivo anual, lo que se traduce en una menor disponibilidad de fruta en los próximos meses. Además, inciden plantaciones cada vez más viejas y no se están realizando renovaciones a gran escala, lo que agrava la falta de frutas.
Por otro lado, el caso de la naranja muestra un panorama aún más complejo. A nivel global, la producción de naranja destinada a jugos disminuyó considerablemente debido a factores climáticos y la reorientación del uso de la tierra, especialmente en Estados Unidos. En Florida, uno de los mayores productores de naranja para jugo arrancó más de 200.000 hectáreas en los últimos 20 años, lo que generó una mayor demanda en otros mercados, como el argentino donde las fábricas compraron grandes cantidades de naranja para jugos, dejando poco stock para el mercado de consumo fresco.
En tanto, el limón tiene una situación complicada desde hace varios años, debido a que muchos productores abandonaron o arrancaron sus plantaciones debido a precios bajos, en especial en la provincia de Tucumán. Además, la industria absorbió todo el limón disponible para la producción de productos industriales, lo que dejó poca oferta para el consumo fresco.
El impacto del clima es otro factor decisivo. Las heladas de este año afectaron la producción de limón para el verano, disminuyendo aún más la cantidad de fruta disponible, lo que sumado a la demanda sostenida, generó una tendencia al alza en los precios.
"Lo que estamos viendo es que, a medida que entra menos fruta al mercado y la demanda sigue siendo la misma, los precios se incrementan", explicó García. Además, se trata de productos de demanda inelástica debido a que el consumidor continúa comprando la misma cantidad, independientemente del precio ya que se utiliza principalmente como condimento.
Se espera que los precios sigan siendo elevados en los últimos meses hasta que comience la nueva temporada en abril del 2025. Sin embargo, incluso con la nueva cosecha, los precios se mantendrán en niveles más altos en comparación con años anteriores debido a la escasez.
Sucede que las perspectivas internacionales también juegan un papel importante. Países exportadores de cítricos, como Turquía tuvieron una disminución en su producción de entre el 30% y el 40% en comparación con el año pasado, lo que generó expectativas de un mercado más limpio de fruta hacia el final de su campaña. Esto podría traducirse en mejores precios para los productores argentinos que lograrán cumplir con los estándares de calidad exigidos por los mercados internacionales.
Para los productores locales, este escenario presenta desafíos y oportunidades. Según García, aquellos que inviertan en mejoras tecnológicas y logren cumplir con los estándares de exportación podrán aprovechar los precios más altos en los mercados internacionales. Sin embargo, para los productores que dependen exclusivamente del mercado interno, la situación es más complicada porque la exportación de fruta genera un excedente de productos que no cumplen con los requisitos de calidad para exportación y terminan volcándose al mercado local a precios más bajos, lo que perjudica a los primeros.
A esto se suma la creciente demanda de países vecinos como Brasil, que está adquiriendo cada vez más cítricos argentinos, contribuyendo a la tensión en los precios locales. "Brasil está traccionando cada vez más fruta de Argentina, y es otro factor que presiona los precios, porque están dispuestos a pagar un poco más, dejando menos fruta para los mercados locales", explicó.
"Acá hace unos meses más o menos el limón valía la tercera parte de lo que vale hoy, pero porque el mercado estaba bien abastecido y había un consumo determinado. Hoy el consumo aumentó por los calores y la producción bajó, la relación es que sube el precio y de acá digamos hacia adelante", reiteró.
Es clave la tecnificación
Contemplando el contexto actual enmarcado por el cambio climático y la escasez de agua, exige a los productores adaptarse para mantener su competitividad. En zonas más secas como las del Noreste argentino, donde se depende en gran medida del riego, el consultor Daniel García sostuvo la importancia de tecnificar los sistemas de riego y de invertir en la optimización del uso del agua para asegurar la mayor cantidad de frutos, se fije al árbol y se pueda mantener un nivel de calidad adecuado.
"Lo que hay que hacer en la zona nuestra, que dependemos muchísimo más que nada del agua de riego que de lluvia porque es un poco más seca que Tucumán, es cuidar el recurso, o sea, represarla, tecnificar el riego, esa es la única herramienta que tiene el productor para poder mantener niveles productivos aceptables con la calidad que el mercado demanda pero se necesita de inversión", precisó García.
La inversión en tecnología es clave para enfrentar estos desafíos, pero García advierte que no se trata solo de invertir más, sino de hacerlo de manera eficiente por lo que sugirió a productores que se unan para contratar asesores para orientarlos en cuándo y cómo invertir para mejorar la calidad de su producción y cumplir con los estándares de los mercados.
Otro factor que agrava la situación para los productores es el aumento de los costos de producción, que están dolarizados en su mayoría. "Todos los insumos, desde los agroquímicos hasta la energía, tienen un precio internacional, y esto afecta especialmente a los productores que venden en el mercado interno, donde se vende en pesos", explicó.
Es por ello que el aumento en el precio de los cítricos es resultado de una combinación de factores climáticos, estructurales y de mercado que seguirán impactando el sector en los próximos meses.
Sobre la etapa actual de los cítricos, explicó que están actualmente en la de fijación, de cuaje de la fruta para el año que viene, para lo cual se están haciendo tareas de pulverización, riego y fertilización por lo que es fundamental que no falte el agua.
El limón de 500 a 1.000 pesos
Según lo relevado por El Tribuno de Jujuy en dos mercados locales, el limón subió porque ya está escaseando y pasó de costar entre 500 y 600 pesos la docena la semana pasada, a 1.000 pesos en ésta.
El pomelo también subió un poco, actualmente tiene un costo de 3 por 1.000 pesos, mientras la semana pasada se encontraba a 4 unidades por 1.000 pesos y hasta 5 por 1.000.
La naranja también se vio afectada y explican que es porque ya está terminando su temporada, y pasó de estar a 1.200 pesos la docena a 1.500 y hasta 2.200 la docena esta semana, al igual que la tanjarina.
Así lo informaron Lilian Hinca en el mercado de Coronel Arias, y Kevin Chavarría del mercado de Abasto. "Es porque ya se están perdiendo los cítricos, en esta temporada siempre empiezan a escasear. Y ya empezamos con lo que es durazno, damasco, pelones, todas esas cosas que se vienen. Los cítricos van a seguir llegando con nuevos precios y con una suba, por lo que ya no es temporada", afirmó Lilian Hinca.
"La mandarina en este caso es la última de la temporada y está a 2.000 pesos la docena, cuando estaba a 1.200 y 1.500, es más, había variedades de mandarina. Ahora hay una sola y nada más, no hay otra variedad", informó Chavarría. (Adriana Alfaro)