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24 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Lleva la esencia del Caribe al Centro Cultural Tizón

Viernes, 31 de enero de 2025 01:00
AUGUSTO PUENTES WEIGERT | JUNTO A BAILARINA Y EL CONDUCTOR DE EL MATUTINO.

El Centro Cultural “Héctor Tizón”  -Hipólito Yrigoyen esquina Junín-  se llena de música, movimiento y  cultura con el Taller de Ritmos Caribeños a cargo de Augusto Puentes  Weigert, un apasionado y experimentado maestro en estas danzas.  Diseñado para niveles inicial e intermedio, el taller ofrece una oportunidad para aprender y disfrutar de géneros como salsa, bachata, rueda de  casino, merengue, chachachá y timba, entre otros.

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El Centro Cultural “Héctor Tizón”  -Hipólito Yrigoyen esquina Junín-  se llena de música, movimiento y  cultura con el Taller de Ritmos Caribeños a cargo de Augusto Puentes  Weigert, un apasionado y experimentado maestro en estas danzas.  Diseñado para niveles inicial e intermedio, el taller ofrece una oportunidad para aprender y disfrutar de géneros como salsa, bachata, rueda de  casino, merengue, chachachá y timba, entre otros.

Las clases, que comenzaron el  sábado 25 de enero continuarán  el 1 de febrero, así como el jueves  6 y sábado 8 de febrero y se desarrollan de 19 a 21. Según Puentes,  las sesiones han sido organizadas  cuidadosamente para garantizar  que tanto principiantes como  aquellos con experiencia encuentren su espacio y puedan disfrutar  de este viaje cultural único. Durante su reciente entrevista  en “El Matutino” de El Tribuno  de Jujuy, Augusto Puentes compartió su inspiradora trayectoria.

Desde joven, estuvo rodeado de arte gracias a su familia: “Mi madre es pianista y mis tíos también.  Siempre crecí en un entorno musical, aunque pronto descubrí que  mis talentos no estaban en los  instrumentos, sino en el baile”.

La chispa que lo llevó a las danzas  caribeñas se encendió en una clínica de básquet. “En una fiesta social, vi cómo bailaban profesores de Centroamérica, y quedé fascinado. No paré hasta que uno de ellos me enseñó los pasos básicos. Desde ese  momento, me entregué al aprendizaje y a la enseñanza de estos ritmos, formándome con grandes referentes internacionales como Walter Reyes”, comentó. Para Puentes Weigert, el baile es  mucho más que un pasatiempo. “No solo enseñamos pasos, también buscamos transmitir el con- texto cultural de cada ritmo. La sal- sa, por ejemplo, no es solo un género musical, sino una amalgama de  estilos que incluyen el son cubano,  el mambo y el guaguancó, entre otros.

En el taller, también se explorará la bachata tradicional, alejada de las versiones europeas más  comercializadas, y el merengue, un  baile lleno de energía y tradición”. Destacó que estas danzas no solo son una forma de expresión, si no también una herramienta para  la inclusión y el bienestar. “Bailar  me salvó la vida. Tras sufrir una  hemiplejía, tuve que aprender a  bailar de nuevo desde cero.

Esta  experiencia me enseñó que cualquiera puede bailar, sin importar  las limitaciones que crea tener”. El taller también busca romper  con prejuicios y estereotipos. “La  sensualidad de la bachata, por  ejemplo, no debe confundirse  con sexualidad. En las clases enfatizamos la elegancia y el respeto  por la cultura de donde provienen estos ritmos”, agregó.

El Taller de Ritmos Caribeños está diseñado para que todos los participantes, sin importar su experiencia previa, puedan disfrutar y  aprender. Las clases comienzan con  los conceptos básicos, como la me- canización del movimiento y el  traslado del peso, asegurando una  base sólida para avanzar hacia estilos más complejos. Puentes Weiger invita a todos a  participar: “No importa si crees  que tienes ‘dos pies izquierdos’.  Con ropa cómoda y ganas de  aprender, cualquiera puede descubrir el placer de bailar”. Además, enfatiza que las clases no so- lo son para parejas: “Si vienes solo, podrás conocer a otros y compartir esta experiencia”. Los participantes también contarán con flexibilidad horaria.

Aquellos que no puedan asistir a alguna  de las fechas programadas podrán  tomar la clase inicial del segundo módulo, que comenzará el 15 o16 de febrero. Esto asegura que nadie  quede fuera de la experiencia. Las inscripciones están abiertas,  y los interesados pueden comunicarse al 388-5796235 para obtener más información. Augusto Puentes también destaca que este tipo de actividades no solo fomentan la cultura, sino  también la salud mental y física.  “El baile ayuda a liberar tensiones, mejora el ánimo y crea un espacio donde todos se sienten  bienvenidos”, afirmó. Con una metodología clara y un enfoque en el aprendizaje inclusivo, este taller promete ser  una experiencia enriquecedora  para los amantes de la música y el  movimiento. Como dice Augusto, “bailar es el arte de dibujar la  música”, y esta es una oportunidad ideal para hacerlo.

El Taller de Ritmos Caribeños  en el Tizón ofrece mucho más  que baile. Es una invitación a des- cubrir una riqueza cultural, co- nectar con otros y celebrar la vida  a través del movimiento. Como  asegura su instructor, “un día sin  bailar es un día que no se vivió”

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