¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

°
10 de Agosto,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

“La muerte me anda siguiendo...”

Lunes, 04 de noviembre de 2024 01:03

Jorge Calvetti en su libro “Sólo de muerte” (1976), entrega Copla y dice: “Como un animal voraz / la muerte me anda siguiendo. / Voy a entregarle mi cuerpo / y voy a seguir viviendo”. De este autor considerado en nuestro país, como uno de los más importantes de su época, por sus publicaciones y premios recibidos, desde su primer libro: Fundación en el cielo (1944) hasta Memoria terrestre (Antología general) 1983, construye casi toda su obra literaria para Jujuy y el país, con siete libros de poesías, tres de cuentos, dos de ensayos. Obtuvo premios nacionales, provinciales e institucionales. Fue el primer presidente de Sade Jujuy, y Cofundador de la Revista Tarja, junto a Néstor Groppa, Medardo Pantoja, Andrés Fidalgo y Mario Busignani. Obtuvo premios nacionales, provinciales e institucionales. La Sade Nacional le otorgó en 1993 el “Gran Premio de Honor”. En 1999 fue designado Miembro Correspondiente de la Real Academia Española. Falleció el 4 de noviembre de 2002, en Buenos Aires, sus restos descansan en el Cementerio del Salvador de nuestra ciudad.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Jorge Calvetti en su libro “Sólo de muerte” (1976), entrega Copla y dice: “Como un animal voraz / la muerte me anda siguiendo. / Voy a entregarle mi cuerpo / y voy a seguir viviendo”. De este autor considerado en nuestro país, como uno de los más importantes de su época, por sus publicaciones y premios recibidos, desde su primer libro: Fundación en el cielo (1944) hasta Memoria terrestre (Antología general) 1983, construye casi toda su obra literaria para Jujuy y el país, con siete libros de poesías, tres de cuentos, dos de ensayos. Obtuvo premios nacionales, provinciales e institucionales. Fue el primer presidente de Sade Jujuy, y Cofundador de la Revista Tarja, junto a Néstor Groppa, Medardo Pantoja, Andrés Fidalgo y Mario Busignani. Obtuvo premios nacionales, provinciales e institucionales. La Sade Nacional le otorgó en 1993 el “Gran Premio de Honor”. En 1999 fue designado Miembro Correspondiente de la Real Academia Española. Falleció el 4 de noviembre de 2002, en Buenos Aires, sus restos descansan en el Cementerio del Salvador de nuestra ciudad.

Sobre su poesía nos habla la Escritora Herminia Terrón de Bellomo, en un corto ensayo publicado en la Revista Capricornio Nº 13 (1995): “La Poesía de Jorge Calvetti entre la vida y la muerte” - “Jorge Calvetti, poeta que honra a las letras jujeñas, comenzó su labor como tal formando parte de la llamada “Generación del 40”, grupo generacional que se caracterizó por responder a cánones neorrománticos con estructura clasicistas. Calvetti afirma esta filiación en reiteradas manifestaciones: “Temporal y estéticamente coincidí con la Generación del 40”, dijo en un reportaje, pero una lectura atenta de su obra muestra que su poesía está más allá de los manifiestos y de las intenciones grupales y se establece como “un decir irrevocable”.

En su poesía se puede registrar, a partir de los temas que en ella expresa, una evolución que va desde un lirismo compenetrado con el paisaje, la evocación de experiencias infantiles, planteos existenciales que buscan descifrar las relaciones entre la vida y la muerte, para llegar a una comprobación fundamental que actúa como eje de su poesía: la palabra cumple una función primordial, que es la de encontrar un sentido ordenador dentro de la contradictoria realidad.

Así, desde Fundación en el Cielo, la poesía cadenciosa de Jorge Calvetti, de medida rigurosa y de rima perfecta, ya en las composiciones en verso libre como en los sonetos, es considerada como una de las más logradas de nuestra poesía contemporánea. Luego, con un mensaje más directo, expresa tradiciones populares y canta a nuestros héroes nacionales. La angustia ante la tensión vida-muerte emana de sus poemas, pero en imágenes y conversaciones surge más nítida: aquí la certidumbre de la muerte recuerda a cada instante lo efímero de la vida.

La poesía concebida como lugar de reunión de los opuestos, va contaminándose cada vez más de muerte, acrecentada por el escepticismo, la alienación, la indiferencia o la desesperación, hasta llegar a la convicción de que la única realidad es la fugacidad del tiempo: “Esto es la vida: muerte, dice en Solo de Muerteà La vuelta a los orígenes, como modo de encontrar respuestas a los interrogantes fundamentales del hombre (la vida, la muerte), es una idea que se encuentra concentrada en el poema ‘Retorno’ de Memoria Terrestre”. (fragmento): “Vengo a buscar la luz que me ha mirado / en el tímido tiempo de la infancia. / Vengo a buscar mi casa y su fragancia / y el eco de los cantos que he cantado. // Vengo a buscar el río colorado. // Aquí están los recuerdos más queridos. // Vengo a buscarlo tanto y a buscarme. / Aquí estoy y estaré. Aquí he de darme / ya poblado de sombras, a la Sombra.”

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD