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21 de Julio,  Jujuy, Argentina
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Las moléculas de la emoción conexión mente-cuerpo

Lunes, 21 de julio de 2025 01:01

Todo estímulo que acontece dentro o fuera de nuestro radio de existencia en las esferas psíquica, espiritual o biológica, condiciona una respuesta automática en lo más íntimo del organismo. El tema que vamos a tratar es un terminante ejemplo de este tópico.

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Todo estímulo que acontece dentro o fuera de nuestro radio de existencia en las esferas psíquica, espiritual o biológica, condiciona una respuesta automática en lo más íntimo del organismo. El tema que vamos a tratar es un terminante ejemplo de este tópico.

En la intención de ser claro y de fácil comprensión, aunque reconozco sus complejas características, este fenómeno fue descubierto en las primeras décadas del siglo pasado. Pero hacemos notar que estudios similares se venían realizando desde mucho tiempo atrás. Que finalmente dieron como resultado el conocimiento de los neurotransmisores; entre otros descubrimientos.

Ya su título lo adelanta y su contenido es apasionante, porque permite profundizar en las mismas raíces de los pensamientos, emociones y sentimientos. Veamos.

Quién hubiera imaginado que detrás de una emoción (actúa como gatillo) encontraríamos neuropéptidos, llamados sustratos básicos de la emoción. Moléculas pequeñas formadas por aminoácidos con acción sobre el sistema nervioso que hacen realidad el cambio de humor y comportamiento social de una persona frente al estímulo. Y esto se logra al adherirse a un "receptor" opioide en la superficie de la membrana celular; conexión mente-cuerpo. Lo interesante es que cada emoción activa la producción de estos neuropéptidos transmitiendo el mensaje al interior de la célula y por lo tanto al mismo ser humano, modificando o dando continuidad a su estado de ánimo.

Es decir, cuando una emoción se expresa, el organismo responde. Como dice la Dra. Pert; su descubridora: toda "emoción" tiene un reflejo bioquímico dentro del cuerpo.

Hasta aquí llegamos y no entraré en mayores detalles por su difícil explicación, pero si analizaremos "su escenario". Cuando invade alguna de las denominadas emociones primarias como alegría, tristeza, ira, miedo, confianza, sorpresa, esperanza, desprecio, el cuerpo responde de una determinada manera. Eso todos lo sabemos.

También es bueno destacar que eventualmente pueden combinarse formando emociones secundarias como: alegría + confianza = Amor. Miedo + sorpresa = Ansiedad. Ira + tristeza = Desesperanza. Todos acontecimientos elaborados en el cerebro mediando el fenómeno mencionado más arriba. Lo interesante es que cualquiera de ellas pone en marcha en la intimidad de la célula nerviosa un asombroso cambio químico (lo mencionamos anteriormente). Recuerdo que consiste en la adhesión a su membrana mediante receptores opioides de sustancias llamadas neuropéptidos. Estas actuarían como el combustible de un vehículo para lograr poner en funcionamiento el motor y por ende su actividad.

Con esto quiero decir que todo cuanto ocurra a nuestro alrededor o bien dentro nuestro, siempre encontrará en el organismo la respuesta, que no necesariamente tiene que evidenciarse a simple vista. Cuando esto no sucede, es porque de alguna manera ya estamos muertos.

Bien, luego de esta breve reseña, lo que persigo con este trabajo es poner en evidencia el enorme costo para la salud que significan las emociones cuando el descontrol nos gana.

Y no es que no podamos o debamos emocionarnos, al contrario, cuando estas son buenas o positivas refrescan no solo el alma, también la salud integral. Cuando pienso en lo adverso o emociones negativas, hago consciente su gravedad (con patologías preexistentes) como el origen del infarto de miocardio, ulcera gástrica, enfermedades del colon, de la piel, del sistema articular, inmunológico y otras muchas. Estos estados nos envejecen pronto y no solo acortan la existencia, sino que dan como producto final "mala calidad de vida".

En gran medida su naturaleza la damos nosotros, el descontrol no es inocente. Es agradable emocionarse con el grato baño de los buenos acontecimientos, pensamientos o noticias. Cuando son malas, solo tenemos a la "razón" con el entendimiento como aliadas para superar el mal momento. . . y proteger a nuestra aporreada salud. Buen comienzo de semana y a cuidar el pellejo. Sobre todo el estado de ánimo. . . y el corazón.

 

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