17°
25 de Junio,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Nos demos siempre una nueva oportunidad

Viernes, 21 de febrero de 2025 01:03

A veces la vida nos sacude con fuerza, nos deja sin aliento y nos hace sentir que todo se desmorona. Nos enfrentamos a pérdidas, fracasos, desilusiones y errores que pesan como si fueran cadenas que nos impidieran seguir adelante. En esos momentos de oscuridad, donde el dolor parece cubrirlo todo, es fácil creer que ya no hay más caminos, que lo hemos intentado todo y que no queda nada por hacer.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

A veces la vida nos sacude con fuerza, nos deja sin aliento y nos hace sentir que todo se desmorona. Nos enfrentamos a pérdidas, fracasos, desilusiones y errores que pesan como si fueran cadenas que nos impidieran seguir adelante. En esos momentos de oscuridad, donde el dolor parece cubrirlo todo, es fácil creer que ya no hay más caminos, que lo hemos intentado todo y que no queda nada por hacer.

Pero ahí, justo en ese instante de mayor desesperanza, es cuando más necesitamos recordar que siempre podemos darnos una nueva oportunidad. Darse una nueva oportunidad no significa borrar lo vivido ni fingir que el dolor no existe.

Es, en cambio, una declaración de amor propio, un acto de valentía que nos permite elegirnos nuevamente. Es mirarnos con compasión y reconocer que, aun con nuestras heridas, seguimos siendo valiosos, seguimos teniendo posibilidades, seguimos siendo dignos de amor y felicidad.

Cada amanecer nos regala la posibilidad de un nuevo comienzo. La vida, con su infinita sabiduría, nos enseña que todo cambia, que todo pasa y que dentro de nosotros habita una fortaleza que muchas veces subestimamos. Podemos habernos equivocado, podemos haber caído, pero mientras estemos aquí, respirando, tenemos la oportunidad de levantarnos, aprender y seguir adelante.

A veces, la nueva oportunidad que necesitamos no tiene que ver con grandes cambios externos, sino con pequeños gestos internos. Tal vez se trate de perdonarnos por lo que no supimos hacer mejor, de darnos el permiso de sentir sin juzgarnos, de hablarnos con más ternura en lugar de con dureza. A veces, el paso más grande es simplemente reconocer que merecemos seguir adelante sin cargar con culpas que ya no nos pertenecen.

No estamos solos en este camino. Aunque en ocasiones sintamos que nadie puede entender lo que llevamos dentro, la verdad es que todos, en algún momento, hemos necesitado recomenzar. Todos hemos sentido miedo, culpa o tristeza. Y, sin embargo, aquí estamos, buscando luz, buscando sentido, buscando una razón para seguir. Y esa razón siempre puede encontrarse dentro de nosotros, en el amor que nos debemos, en la esperanza que aún puede renacer. A veces, necesitamos detenernos y mirar a nuestro alrededor con ojos nuevos.

Quizás la respuesta que buscamos esté en una conversación sincera, en el abrazo de un ser querido o en la simple belleza de un atardecer.

El mundo sigue girando, la vida sigue fluyendo, y dentro de nosotros sigue brillando una chispa de posibilidad. No importa cuántas veces hayamos caído, siempre tenemos la opción de levantarnos una vez más. La resiliencia no se trata de no caer, sino de aprender a levantarnos con más fuerza y más sabiduría. Cada experiencia nos moldea, nos enseña y nos acerca a la mejor versión de nosotros mismos.

Darnos una nueva oportunidad no significa que todo será fácil o que el dolor desaparecerá de inmediato. Significa, más bien, que elegimos no rendirnos, que optamos por sostenernos con ternura y paciencia. Es entender que cada día es un lienzo en blanco, y que, aunque las cicatrices permanezcan, podemos pintar sobre ellas nuevos colores, nuevas historias, nuevos sueños.

Si hoy sentís que has llegado a un punto donde todo parece perdido, detente por un momento y respirá. Cerrá los ojos y colocá una mano en tu corazón. Escuchá su latido. Mientras esté latiendo, mientras siga ahí, significa que la vida aún te está ofreciendo una nueva oportunidad. No la despreciés, no te des por vencido.

La historia no ha terminado, aún hay páginas por escribir, aún hay amor por recibir, aún hay vida por vivir. Date el permiso de empezar de nuevo, tantas veces como sea necesario. Con menos miedo, con más amor. Con menos culpa, con más compasión. Con menos pasado que duela y con más presente que sane. No te niegues la posibilidad de un nuevo comienzo. Porque lo mereces. Porque siempre podemos darnos una nueva oportunidad. Namasté. Mariposa Luna Mágica.

(*) Correo electrónico ldmjujuy2@gmail.com.

 

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD