20°
15 de Noviembre,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

¿Qué mi diploma no vale?

Sabado, 15 de noviembre de 2025 00:00

Esta semana, varias universidades públicas y privadas tuvieron sus actos de colación. Centenas de nuevos profesionales en carreras de grado y posgrado, brindaron y celebraron este paso.

La pregunta que surge a partir de ahora es cuántos de ellos podrán ejercer sus profesiones, contratados y con la paga correspondiente, tras años de estudios y esfuerzos.

Ya en los 90', por mencionar sólo una de las tantas carreras, como es la Licenciatura en Comunicación Social, se decía que todas las empresas y todas las instituciones iban a necesitar un departamento de comunicación interna, prensa y difusión. Lo cual, es cierto, todas lo necesitan, pero cuántas son las que contratan formalmente a un comunicador para completar sus equipos. A cuántos les piden el título, y cuando piden título ¿se lo pagan?, y si no, la opción es contratar un aficionado que cobre mucho menos, y en negro.

Lo mismo sucede con carreras como la de Recursos Humanos, ¿cuántas empresas o instituciones estatales incluso son las que tienen un profesional licenciado en esta especialidad, para manejar sus departamentos? Sobre todo, cuando todo lo aprendido no se puede poner en práctica porque los dueños o directivos, le siguen diciendo qué hacer en este aspecto, para poder someter y ahorrar.

Somos un mercado en el que si tenés título no te contratan (con el speach de "estás muy calificado para este puesto"), y si te contratan no te pagan lo que corresponde por ley por título (ni en los empleos estatales -salvo algunas excepciones- ni en los privados).

Somos un mercado donde se prioriza en muchos casos, el pragmatismo, que no está mal, hay mucho personal que se capacita en el camino y si no es para ser médico, puede ejercer bien su trabajo sin un estudio. Pero esta situación también se presta para poner a dedo por compromisos y necesidades que nada tienen que ver con el empleo o el lugar que ocupa.

Hay profesionales que nada tienen que ver con el arte, ni su estudio, ni su gestión y conocimiento, dirigiendo espacios culturales; hay ministerios y direcciones en todos los niveles del estado, que no condicen con la preparación de sus responsables; hay empresas que tienen profesionales universitarios atendiendo los teléfonos; o haciendo lo que les corresponde, pero por un sueldo en negro, que apenas se asemeja al salario mínimo. Esto por mencionar sólo algunos ejemplos.

Eso es desgastante para los profesionales maduros, y desalentador para los profesionales nóveles.

Un país tan rico que no puede sostener a la gente capacitada, ni en el humanismo, ni en la ciencia, ni en el arte... en nada, en un "insentido" común.

No hay respeto por la formación, y si se reconoce es sólo un valor simbólico. Hay cientos de artista, periodistas, agentes sociales, docentes, etc, etc, homenajeados y galardonados por su funcionalidad y servicio a la sociedad, sin que eso, nunca signifique una mejora salarial. Siempre para que algún trabajo sea bien pago, tiene que haber de por medio un acomodo político, que alguien "apadrine".

Hay un "insentido" común entre el esfuerzo y las ilusiones puestas en la formación y la preparación y la verdadera ocupación de profesionales, que ciertamente lastima. Otra de las heridas de esta sociedad nuestra y nuestro sistema económico, político y social que no funciona bien aceitado. Al punto que hoy se duda de la necesidad de los artistas y científicos, por ejemplo. Así estamos.

Volvamos a tener sentido común.

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD