26 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Madre

Domingo, 20 de octubre de 2024 01:01

Como todas las fechas especiales, seguramente habrá muchas emociones encontradas.

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Como todas las fechas especiales, seguramente habrá muchas emociones encontradas.

Están los que conocen a su madre, los que las tienen, los que pueden disfrutar de ellas. Los que se sienten agradecidos.

Están los que no conocieron a sus madres, los que las perdieron.

Están los que se sienten nutridos por sus madres y aquellos cuyas madres le dolieron…

Más allá de como haya sido nuestra experiencia, de cómo haya sido nuestra madre, de cuál sea nuestra narrativa de ella, o lo que otros significaron o contaron; es imposible no reconocer el lugar que ella ocupa en nuestra vida, en nuestra identidad, en nuestra forma de sentir y hacer.

La madre, no sólo es una figura parental; es también un arquetipo.

La madre configura en nuestras existencias un lugar fundamental. Con ella iniciamos nuestro viaje en esta tierra desde antes de tener lenguaje. En su vientre iniciamos el formateo de nuestro sistema nervioso. Luego, nuestro propio lenguaje estará impregnado de su discurso.

En esta fecha me parece importante reflexionar en la profundidad de ese vínculo, en lo que necesitamos procesar, tomar, soltar, agradecer, limitar, asimilar, crecer, madurar.

La madre es fuente de vida, en esa relación de apego, simbiosis se estructura nuestro sentimiento de seguridad, de pertenencia. Ella será la base para todas nuestras relaciones futuras.

Como arquetipo es la expresión de amor, nutrición, cuidado, apoyo, sustento.

Crecer y estar en salud es poder reconocer y aceptar la madre que tenemos. Desilusionarnos de ella es quedar en el niño herido. Crecer es abrirnos a la aceptación de lo que fue como fue, poder tomar la vida, abrirnos a las alegrías que hayan existido como al dolor, si mamá dolió. La vida no se mira de fragmentos, es un devenir más profundo, con dinámicas transgeneracionales invisibles muchas veces a nuestra conciencia.

En este día te invito a agradecer la vida, tomarla. Buscar ayuda si aún hay cosas que te duelen.

Te invito a crecer e ir más allá. Encuentra ese arquetipo materno dentro tuyo y desarrolla la capacidad de amarte, de abrazarte, de nutrirte. Observa tu vida, tu conducta, tus elecciones. ¿Qué dicen de tu madre interna? ¿Estás en la queja? ¿Estás buscando afuera? ¿Sigues esperando que te amamanten? ¿Has dejado que tus dientes crezcan? ¿Puedes alimentarte?

Esto desde una mirada intrapersonal de crecimiento.

Desde lo relacional, reconocer nuestra madre. Reconocer lo complejo de la maternidad, para salir del juicio que nos deja con más heridas, mirar desde un lugar más humilde.

Mirar las huellas que llevamos, observar: ¿Qué necesité de mamá que ella no pudo darme? ¿Cómo estoy yendo por el mundo? ¿Dónde estoy proyectando, demandando, pidiendo eso a otras personas?

Por miedo al abandono, al rechazo, a no ser suficientes muchas veces dejamos de vivir, de concretar. Marcados por experiencias tempranas en esa relación, quedamos en niños.

Sanar a mamá es la clave para poder abrir la puerta a la vida.

Gracias en este día a las madres, que más allá de todo, transmitieron la vida.

La vida es un tesoro que, como una perla, también surge del dolor.

Hacer algo grande con lo que nos fue dado. Pasar la vida, crear, amar

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