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12 de Agosto,  Jujuy, Argentina
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Lo importante de tener un pasa tiempo como refugio

Viernes, 20 de diciembre de 2024 01:04

En medio de la vorágine del día a día, muchas veces nos olvidamos de lo que realmente nutre nuestra esencia. Vivimos atrapados en la rutina, respondiendo a las demandas externas, acumulando tareas, compromisos y responsabilidades que parecen no tener fin. Pero, ¿qué pasa con nosotros? ¿Qué pasa con ese espacio interno que necesita ser cultivado? Es aquí donde entra en juego la importancia de tener un pasatiempo.

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En medio de la vorágine del día a día, muchas veces nos olvidamos de lo que realmente nutre nuestra esencia. Vivimos atrapados en la rutina, respondiendo a las demandas externas, acumulando tareas, compromisos y responsabilidades que parecen no tener fin. Pero, ¿qué pasa con nosotros? ¿Qué pasa con ese espacio interno que necesita ser cultivado? Es aquí donde entra en juego la importancia de tener un pasatiempo.

En la actualidad, las personas enfrentan múltiples responsabilidades en su vida cotidiana, tales como el trabajo, la escuela, las citas, entre otros. Es por ello que se hace cada vez más importante encontrar un mecanismo de afrontamiento para aliviar el estrés y la ansiedad que puedan generarse.

Un pasatiempo no es solo una actividad secundaria que rellena los espacios vacíos del día, es mucho más que eso. Un pasatiempo es una vía de escape, un refugio donde nuestra mente y nuestro cuerpo encuentran un respiro del estrés diario. Es un acto de amor propio que nos permite reconectar con quienes realmente somos, sin las expectativas, sin las presiones, sin las obligaciones. Es un espacio de libertad donde somos dueños de nuestro tiempo y de nuestra energía.

Además, la práctica de un pasatiempo puede activar la liberación de hormonas de la felicidad y el placer, como las endorfinas, la serotonina y la dopamina.

Muchas veces, solemos asociar el tiempo libre con la productividad, con la necesidad de que todo lo que hagamos nos lleve a un resultado tangible. Sin embargo, los pasatiempos no están diseñados para producir, sino para disfrutar, para jugar con nuestra creatividad, para liberar nuestra mente. Ya sea pintar, leer, bailar, cocinar o cualquier otra actividad que despierte nuestra pasión, un pasatiempo es ese regalo que nos damos a nosotros mismos para ser plenos, sin juicios ni expectativas.

Es curioso cómo las personas que se permiten este espacio suelen experimentar una mayor claridad mental.

¿Hay alguna cosa que te encante hacer? ¿Alguna actividad que disfrutes mucho realizando, en la cual podrías invertir horas y horas sin cansarte? Hay a quien le gusta la música, escucharla o componerla; a otros les encantan las películas; también hay quien llena su casa de manualidades, cada una más original que la anterior. Unos coleccionan sellos, a otros les gusta mucho algún deporte y otros pasan horas con los crucigramas, sopas de letras, sudokus.

Al dedicar tiempo a actividades que realmente nos llenan de satisfacción, liberamos tensiones acumuladas y, al mismo tiempo, fomentamos una profunda conexión con nuestra intuición. Es un espacio donde podemos ser quienes realmente somos, lejos de los roles sociales que asumimos o de los estándares que el mundo espera de nosotros. En ese momento, la mente encuentra paz, y el cuerpo recobra vitalidad.

Tener un pasatiempo también es una oportunidad para explorar nuevas facetas de nosotros mismos. En cada pincelada, cada palabra leída, cada nota tocada, hay un proceso de descubrimiento.

Un pasatiempo puede abrir puertas a pasiones escondidas, talentos olvidados o sueños que nunca nos atrevíamos a perseguir. Nos permite expandir nuestro horizonte, sin miedo al fracaso ni a las limitaciones. Es el terreno perfecto para experimentar, probar, equivocarse y aprender.

Más allá de los beneficios inmediatos, tener un pasatiempo fortalece nuestra resiliencia emocional. Nos enseña a gestionar el tiempo, a ser disciplinados, a establecer límites y a priorizar lo que realmente importa. Nos da un sentido de equilibrio y bienestar que se refleja en nuestra vida diaria, porque al nutrir nuestra alma con algo que amamos, nos volvemos más completos, más felices y más satisfechos con lo que somos.

En resumen, tener un pasatiempo no es un lujo, es una necesidad. Es un compromiso con nosotros mismos, un acto de sabiduría que nos permite vivir con más propósito y plenitud. Al final del día, no se trata de lo que logramos, sino de cómo nos sentimos con lo que hacemos. Así que nos regalemos el tiempo para nuestro pasatiempo, porque en él encontraremos la verdadera esencia de nuestro ser. Namasté. Mariposa Luna Mágica.

 

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