Por: LIGIA DIONE MIRALLES
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Por: LIGIA DIONE MIRALLES
Cada amanecer nos ofrece una nueva oportunidad para embarcarnos en un viaje de autodescubrimiento y crecimiento personal.
Todos tenemos proyectos, metas, anhelos y sueños que cumplir; pero muchas veces nos parece tan difícil y lejano hacerlos realidad, que nos quedamos solo con la buena intención y la ilusión de que algún día se concrete.
Lo que necesitamos es dar ese primer paso, ¿tan difícil, no? íTenemos que hacerlo! A pesar del miedo, del qué dirán, de las excusas, de los pensamientos negativos que nunca faltan, del "mejor ya no", o el: "¿y si no funciona?" o "no resulta como esperaba". Tenemos que intentarlo, avanzar y trabajar desde los pequeños detalles, tomar la decisión de actuar desde nuestro corazón a la acción diaria.
Con el tiempo, he aprendido que la clave para una vida plena radica en dar ese primer paso, sin importar cuán pequeño pueda parecer.
Recordemos que incluso el viaje más largo comienza con un solo paso. En nuestra travesía personal, este primer paso es crucial. Puede ser intimidante, especialmente para aquellos que se encuentran en la segunda mitad de su vida, pero es esencial para desbloquear nuestro potencial más profundo.
A lo largo de los años he compartido con mis lectores la importancia de superar el miedo al cambio. El estancamiento es el enemigo del crecimiento, y dar el primer paso implica dejar atrás la zona de confort.
Así como el explorador se aventura en lo desconocido, nosotros también debemos aventurarnos en nuevas experiencias, relaciones y desafíos.
En la década de los 30, muchos de mis lectores están construyendo sus carreras y familias. Para ellos, dar el primer paso puede significar explorar nuevos campos laborales o encontrar equilibrio entre la vida profesional y personal.
En los 50, el primer paso puede ser redescubrir pasiones olvidadas o embarcarse en proyectos significativos. A medida que entramos en los años dorados, nunca es tarde para un nuevo comienzo. Incluso a los 70, podemos aprender, crecer y contribuir de maneras sorprendentes. El primer paso puede manifestarse en la adopción de un nuevo hobby, la conexión con viejos amigos o la búsqueda de la paz interior.
Mis columnas semanales buscan inspirar a cada lector a dar ese primer paso, independientemente de su edad. La vida es un viaje constante de aprendizaje y evolución, y cada paso nos acerca a la realización personal.
Al abrazar la idea de que un viaje de mil millas comienza con el primer paso, transformamos la perspectiva de nuestra existencia y abrimos puertas a posibilidades ilimitadas.
Así que, queridos lectores, ¿están listos para dar ese primer paso en su propio viaje? La maravilla de la vida aguarda a aquellos valientes que se aventuran más allá de lo conocido. íAdelante, el camino está esperando! Namasté. Mariposa Luna Mágica.
