Quien hubiera dicho que encontrar el amor llevaría a Brenda Aquino a hacer el viaje más largo de su vida. Todo comenzó en Ledesma cuando conoció a Nicolás, una amistad que derivó en casamiento y en la aventura que los llevó a mudarse a la ciudad de Hillsboro, estado de Oregon, Estados Unidos, donde viven hace cuatro años.
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Quien hubiera dicho que encontrar el amor llevaría a Brenda Aquino a hacer el viaje más largo de su vida. Todo comenzó en Ledesma cuando conoció a Nicolás, una amistad que derivó en casamiento y en la aventura que los llevó a mudarse a la ciudad de Hillsboro, estado de Oregon, Estados Unidos, donde viven hace cuatro años.
Fue una propuesta de trabajo en el extranjero a su esposo la que los hizo pensar en una vida distinta con más oportunidades pero lejos de la familia. Una difícil decisión a la que se enfrentó la jujeña ya que él le propuso ir juntos.
"Cuando se presentan las oportunidades no hay que pensarlo dos veces porque cuando más lo pensás no las aceptas por más buenas que sean. Y es cierto que te puede ir bien o mal pero hay que hacerlo, animarse porque las cosas se dan", expresó.
Como todo cambio, y más si es de esta magnitud, genera nostalgia por la distancia con los seres queridos. Contó que el primer año de adaptación para ella fue tremendo. "Uno extraña la comida, la gente, los amigos. Yo dejé en Jujuy a mi mamá, a mi hermano Bruno y a mi gemela Natalia. Es tremendo separarte de tu gemela porque estábamos todo el tiempo juntas. Es muy fuerte", admitió.
Y como la jujeña es una enamorada de su provincia y de su cultura, extraña aún más durante los veranos cuando ve fotos de sus amigos en las redes sociales disfrutando del carnaval. "Los veo allá a todos divirtiéndose y yo acá con los árboles sin hojas y cubiertos de nieve", contó entre risas.
Todo lo anterior podría decirse que es la parte "fea y triste" de estar lejos pero Oregon se encargó de recibirla muy bien, allí tuvo la fortuna de encontrarse con un grupo de argentinos que los apoyaron y contuvieron de recién llegados y hasta le permitió conocer a Natacha, la que se convirtió en su mejor amiga en Estados Unidos.
Natacha cumplió un papel fundamental en la nueva vida de Aquino, a través de ella consiguió el trabajo que hasta hoy mantiene como asistente de teacher en un jardín de infantes, trabajo que disfruta mucho.
"Ella fue una persona que me ayudó mucho aquí, me recomendó para el trabajo y se convirtió en una amiga con quien contar siempre", dijo agradecida por la amistad.
Y como una guía turística nata, carrera que en un momento de su vida empezó a estudiar, la jujeña no pierde oportunidad de reunión para hacer conocer a su provincia ya sea a través de imágenes o relatos de nuestras culturas y festividades.
"Siempre que me junto con gente de acá muestro fotos de Jujuy. Estoy muy orgullosa de mi cerro de Siete Colores, de mi cultura y mis costumbres. Les cuento que pese a ser una provincia pequeña, tenemos muchos climas y paisajes variados y como yo soy de las Yungas les mostré fotos de los tucanes que visitan mi casa y quedaron fascinados", contó.
"Aquí a la gente le interesa mucho saber sobre la Pachamama y las distintas festividades que tenemos y les he contado tanto al punto que tengo unas amigas compañeras del trabajo a las que le gustaría conocer Argentina, así que ya estoy armando el recorrido que podríamos hacer para llevarlas a conocer", comentó entusiasmada por el futuro guiado.
Otra forma que tiene Aquino de acercar Jujuy a Oregon es a través de la comida. Además de mantenerse siempre acompañada por su fiel mate, deleita a sus amigos con riquísimas empanadas y alfajores de maicena y si pudiera, también con humitas pero todos los intentos fueron fallidos. Es que los ingredientes son muy distintos allí.
"Siempre que invitamos gente a casa hago empanadas, pero empanadas con papa porque como suelo juntarme con argentinos pero de otras provincias y ellos no las comen así, yo les digo que en mi casa van a comer empanadas norteñas y por suerte les gustan. Y mis compañeras de trabajo están fascinadas con los alfajores de maicena. Hasta me pidieron que haga para vender, pero no lo haría porque no soy una profesional en la materia. Además, me gusta hacerlas para compartir", contó orgullosa de sus producciones
Así, con una pandemia que hoy los mantiene aislados porque su marido dio positivo para covid, el matrimonio está en perfecto estado de salud y sobre todo más unido que nunca en este nuevo capítulo en sus vidas que, por el momento, los mantiene sin planes para regresar.
"Me siento bendecida por las oportunidades que me dio la vida y doy gracias a Dios que tengo un marido hermoso y que además de ser excelente como persona es muy compañero. Desde que estamos acá somos solo los dos, y eso nos unió a