Alex Cruz juega en el club Strombers de San Lorenzo, que participa en la segunda división de Bolivia. Nació en la localidad jujeña de La Esperanza y sobre la situación sanitaria del país vecino sostuvo que es crítica y que todo está desbordado con un alto índice de muertes que el Estado no puede controlar.
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Alex Cruz juega en el club Strombers de San Lorenzo, que participa en la segunda división de Bolivia. Nació en la localidad jujeña de La Esperanza y sobre la situación sanitaria del país vecino sostuvo que es crítica y que todo está desbordado con un alto índice de muertes que el Estado no puede controlar.
En ese sentido, mencionó, en diálogo con El Tribuno de Jujuy que "es bastante duro ver todo lo que pasa acá, vivirlo en primera persona, es algo para lo que nadie está preparado. Pasan cosas horribles, a veces llegan a confundirse cuando entregan los cuerpos a las familias, hay gente que se muere afuera de los hospitales por no ser atendida, ya que el sistema sanitario está colapsado, es muy feo vivir esta situación".
De los hospitales "ya sacan a la gente en el ataúd, entonces la familia cuando los está velando ven que se confundieron de cuerpo, es angustiante para ellos. Vivirlo acá, ver las noticias, ver videos en redes, es muy triste. Y también ver que pasa esto en todo el mundo por eso hay que convivir con el virus, aunque siempre está el miedo por la familia y por los amigos pero hay que cuidarse, ojalá que todo pase muy rápido y volvamos a la normalidad, a la rutina, al día a día", añadió.
El club en que juega
En relación al club en el que juega y la situación económica del mismo señaló que "la cuarentena nos tocó justo una semana antes del torneo, y nos pegó fuerte porque justo en esa semana que íbamos a jugar teníamos que cobrar el primer sueldo pero no pudimos cobrarlo. Todo esto hizo que quedemos así, estábamos viviendo todos con nuestras familias en una ciudad que está a cuatro horas de Potosí, donde nos dieron un departamento grande. Pero nos tuvimos que volver a Potosí porque ese lugar es chico y tiene muchos contagiados".
"Así que desde ahí que estamos esperando respuestas, volver a entrenar, el presidente nos llamó y nos dijo que el mes que viene quizás volvamos a entrenar, y desde la federación boliviana indicaron que el 10 de octubre arrancaría el campeonato", indicó.
Vende sándwiches
Por esa situación debió buscar otra forma de generar ingresos, "con mi señora nos la rebuscamos para subsistir, mi señora tiene un quiosco y yo los fines de semana tengo una sandwichería ahí, con ella también. Estamos en eso, generando dinero para que se nos haga más fácil, mucha gente está sufriendo esto y no nos tenemos que quedar. En esta pandemia todo es cuesta arriba y tenemos que pelearla", dijo.
Siguió diciendo que "la verdad que la pandemia es algo muy difícil de sobrellevar, estamos junto a mi señora y a mi hija. Nos golpeó bastante, no sólo a nosotros sino también a familiares y amigos. Nosotros desde temprano que abrimos, la gente sale y compra mucho para tener para toda la semana. Desde las 6 ya andan haciendo compras, hay días que no nos toca una buena venta pero siempre la luchamos día a día para progresar como lo hacen mis compañeros del equipo que también venden comidas".
"La gente me trata bien"
"Con los bolivianos me llevo muy bien, la gente me trata bien, a veces son medio cerrados pero son muy buenos los que viven en Potosí. Yo llevo tres años acá y nunca tuve un problema, son buenos. Además los argentinos y los bolivianos somos hermanos", remarcó Cruz.
Sobre la cuarentena en Bolivia dijo que “hay colectivos y negocios abiertos, todo con medidas muy estrictas de bioseguridad”.
Una vida ligada al fútbol desde muy pequeño
Alex Cruz tiene 23 años y nació en La Esperanza donde vivió toda su infancia y a los once años partió con rumbo a Buenos Aires para cumplir su sueño de formarse como jugador de fútbol. Jugó en las inferiores de Racing de Avellaneda, y pasó por otros clubes como ser Defensa y Justicia, Gimnasia de La Plata y por Ferro. Hasta los 17 estuvo ahí, donde estudió y vivió en las pensiones de los clubes donde recibió mucho apoyo de dirigentes y de su familia para poder adaptarse. Sobre su infancia en La Esperanza contó que vivió una niñez feliz, su padre era empleado municipal donde trabajó en la recolección de residuos, mientras que su madre trabaja en una escuela local.
“Tengo muy lindos recuerdos de cuando era chico, con mis amigos y mi familia, pasé muchos momentos lindos”, expresó Cruz. Cuando regresó de Buenos Aires a Jujuy, permaneció un año en la provincia hasta que lo llamaron para irse nuevamente, y esta vez a otro país. El primer destino fue Chile donde estuvo en la reserva del club O’Higgins donde permaneció unos meses pero por el tema del cupo de extranjeros no puedo continuar. A los 20 partió para Bolivia donde pudo concretar su sueño de tener estabilidad y un buen nivel futbolístico.
Pasó por dos clubes, primero por Rosario Central de Potosí, donde jugó en la segunda división, y luego en Stormers San Lorenzo donde juega actualmente, en la segunda con el objetivo de ascender. Su esposa es boliviana y su hija también, y él está tramitando esa nacionalidad, su sueño es vestir la camiseta de la selección boliviana y conseguir más logros como jugador de fútbol. Para concluir manifestó que “los que jugamos en una segunda división vivimos una realidad muy complicada, se nos hace muy difícil porque el club no genera ingresos y están cerradas todas las actividades”.