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9 de Agosto,  Jujuy, Argentina
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"Nos estamos reinventando para poder sobrevivir"

El circo Safari pide colaboración, llegaron a Jujuy justo antes de iniciarse la cuarentena y quedaron inactivos.
Viernes, 15 de mayo de 2020 01:02

El circo Safari llegó a Jujuy justo antes de iniciarse la cuarentena y por obvias razones debieron suspender su espectáculo quedándose sin su principal fuente de ingreso económico, por eso las 30 personas que viven ahí, entre ellas ocho niños, apelan a la solidaridad del pueblo jujeño para poder atravesar este duro momento.

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El circo Safari llegó a Jujuy justo antes de iniciarse la cuarentena y por obvias razones debieron suspender su espectáculo quedándose sin su principal fuente de ingreso económico, por eso las 30 personas que viven ahí, entre ellas ocho niños, apelan a la solidaridad del pueblo jujeño para poder atravesar este duro momento.

 

Para colaborar con el circo Safari el número de contacto es: 01132393202 o por la cuenta de Facebook Circo Safari Show.

 

En ese sentido, Fernando Dresdner, uno de los referentes del circo mencionó, en diálogo con El Tribuno de Jujuy que "nuestro único ingreso está parado ya que vivimos principalmente de la venta de entradas que compran las familias que vienen a ver nuestro espectáculo, de lo que sabemos hacer. Muchos hemos nacido y nos criamos en lo que es el ambiente del circo y del espectáculo".

"Justo nos tocó esto acá, en la gira por Jujuy; arrancamos el jueves 12 de marzo y al día siguiente se declaró la cuarentena para el lunes. Tuvimos tres días de trabajo y debimos cerrar nuestras puertas, suspender nuestro trabajo. Ya pasaron dos meses y nos estamos reinventando para poder sobrevivir y tener qué comer", añadió.

Asimismo comentó que deben generar ingresos de distintas maneras por eso venden pochoclos y manzanas acarameladas. "También hacemos otras cosas que fuimos aprendiendo en este ambiente como ser mascaras faciales o cuchas de perros, por eso todos los que quieran colaborar con nosotros se pueden acercar, apelamos al jujeño solidario que ya nos empezó a colaborar porque están trayendo alimentos no perecederos y le agradecemos al dueño de este terreno que nos deja estar acá hasta que todo se resuelva porque no podíamos quedar en la calle ni abonar un alquiler".

Cabe destacar que varias personas, vecinos y demás, ya se acercaron al predio en el que está el circo para llevarles donaciones de alimentos no perecederos, y también lo hizo el Ministerio de Desarrollo Humano a través de bolsones de mercadería. Safari está situado frente a un conocido supermercado en el barrio Coronel Arias, donde también está la feria de frutas y verduras que les colaboran permitiéndoles vender pan dentro de sus instalaciones.

Precisan, principalmente comida, por ende se puede donar cualquier tipo de alimentos. También ofrecen camionetas para hacer fletes o cualquier otro trabajo que requiera la población.

"Somos un jujeño más"

Detrás de cada persona que integra el circo hay una historia de vida, "por ejemplo entre nosotros está el payaso ‘Corneto’ que es venezolano que tiene a su familia sufriendo allá. Nos apoyamos entre todos, hay gente de Bahía Blanca, de Rosario, Entre Ríos que no pueden regresar porque deben abonar estadía para hacer la cuarentena, más el pasaje a los lugares en los que viven", sostuvo Dresdner.

Por último indicó que "hasta que no nos podamos ir todos tenemos que seguir apoyándonos, por ahora estamos acá y somos un jujeño más. No sabemos cuándo nos vamos a poder ir, cuando vamos a poder hacer nuestro trabajo así que estamos con mucha incertidumbre. Esperamos que se arme un protocolo para poder reactivar los espectáculos y podamos volver a hacer lo que sabemos y así volver a trabajar como lo venimos haciendo desde hace mucho tiempo a través de nuestros shows".

 

Venden manzanas acarameladas y pochoclos en los semáforos de las avenidas Río Bamba y Presidente Perón, donde están asentados.

 

El circo contiene a generaciones que ahí se criaron

AQUADANCE / UNOS DE LOS ESPECTÁCULOS QUE OFRECE EL CIRCO SAFARI EN SUS SHOWS.

El circo Safari nació por medio de personas que vivían en Uruguay, Argentina y Brasil en el año 1912. En cada recorrido se va sumando gente de distintas nacionalidades por ejemplo el encargado del montaje de la carpa es colombiano y el payaso es venezolano. “Acá nacieron muchas generaciones, mis hijos nacieron acá, mis abuelos y esto va de generación en generación. El circo Safari es uno de los circos más antiguos y hemos viajado por toda Sudamérica. Quiero mencionar que siempre tuvimos como prioridad los niños y siempre abrimos nuestras puertas para que chicos de comedores, merenderos, de fundaciones, niños con discapacidad, siempre puedan venir a ver nuestro show”, expresó Fernando Dresdner del circo Safari. “Siempre estuvimos apostando a la solidaridad, hoy estamos nosotros del otro lado y bajarnos del escenario para aplaudir a la gente que nos ayuda en este difícil momento”, agregó.

Circo sin animales

Contó además que el nombre surgió porque durante sus primeros tiempos trabajan con varios animales como ser tigres, osos y elefantes. Pero hace unos años, cuando esta práctica empezó a generar repudio social, se reinventaron y sacaron a los animales. Al respecto señaló que “la palabra mágica sigue siendo circo y demostramos que no hace falta ver a un tigre, oso o elefante en la pista para disfrutar de un espectáculo de toda la familia. Nuestros shows siempre son pensados para que todos disfruten, desde el más chico al más grande”. La última vez que estuvieron en Jujuy fue en el 2015 y generalmente cuando vienen se quedan unos tres meses.

También salen a Uruguay, Brasil y Chile. Este año el espectáculo se denomina “Volver a ser niños”, y “tiene que ver con la situación económica del país porque sufrimos la crisis entonces decidimos ponerle un nombre para que los padres apaguen el celular y disfruten el espectáculo para que vuelvan a ser niños y se olviden de los problemas que se viven”, dijo. Siguió diciendo que “apenas nací, cuando abrí mis ojos ya empecé a vivir en una casa rodante. Es la única vida que conozco. Los chicos van cambiando de escuelas cada tres meses, esa es la parte más dura pero ellos se acostumbran y el día de mañana tendrán la oportunidad de seguir con esto o elegir otra carrera”.

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