Por LIC. HEATHER SCNEIDER, Fundación “Luz de Vida”.
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Por LIC. HEATHER SCNEIDER, Fundación “Luz de Vida”.
Las crisis y situaciones inesperadas en nuestra vida son inevitables e insoslayables. Cada persona maneja estos momentos de manera diferente. Si nos damos cuenta de que estas situaciones presentan oportunidades, podemos superarlas y encontrar una victoria. No puede elegir las circunstancias, pero puede elegir su actitud. Hay cosas en la vida que tiene que aceptar porque no puede cambiarlas. Necesita enfocar y valorar el regalo más precioso: la vida. El águila nunca se esconde de la tormenta como lo hacen otras aves. En cambio, se enfrenta a la tormenta, permitiendo que los vientos la levanten por encima de la tormenta. Tiene que adaptarse para soportar la tormenta. Una forma de adaptación es para ser agradecido. Agradezca lo que tiene y deje de centrarse en lo que no tiene. Oprah Winfrey dijo: "Agradece lo que tiene; terminará con más. Si se concentra en lo que no tiene, nunca tendrá suficiente".
Usted puede disfrutar la que tiene con una actitud positiva. Ser positivo no es ignorar lo negativo, sino superarlo. Cuando el día empieza, no comienza con los pedazos quebrados de ayer, pero comienza de nuevo. Tiene que cambiar su enfoque a lo positivo. Durante este tiempo difícil, puede tratar actividades nuevas, baile, música, dibujo, ejercicio, nuevas recetas, etc.
Es necesario que se apoye en su fe y se conecte con su comunidad o su congregación de fe. Disfrute cada momento. Esto le ayudará a superar la ansiedad que pueden traer las crisis. Busque ayuda si comienza a sentirse abrumado. Es mejor hablar con alguien que no hacerlo. Robert Tew dijo: "La lucha en la que usted se encuentra hoy está desarrollando la fuerza que necesitas mañana". Necesita encontrar algo que le dé esperanza. El apóstol Pablo dijo que debemos estar siempre gozosos, nunca dejar de orar y estar agradecidos en todas las circunstancias. Un proverbio japonés dijo: "Cae siete veces, ponte de pie ocho".
Soy una maestra de matemáticas del secundario, madre de cuatro hijos, y pastora estadounidense. Vivimos en Jujuy por cuatro años a la vez. He enseñado a mis hijos por muchos años en casa. Durante este tiempo de aislamiento social, entiendo los desafíos de tener los niños en casa siempre. Como adultos, estamos adaptándonos a todos los cambios sociales. Podemos ayudar a nuestros hijos a sobrellevar cualquier desastre y desarrollar resiliencia para afrentar obstáculos. La resiliencia es la capacidad de recuperarse de la adversidad, el fracaso, el estrés, los desafíos o el trauma.
Primero, tenemos que dar un buen ejemplo al manejar nuestro estrés. Comer de manera saludable, hacer ejercicio regularmente, dormir bien, y evitar las drogas y el alcohol. La realidad es que el buen carácter no se desarrolla en momentos fáciles. Podemos alcanzar éxito y lograr cambios solo cuando tenemos que enfrentar dificultades. Con nuestros hijos, tenemos que reasegurarlos y alentarlos. Tenemos que hablar con ellos sobre lo que está sucediendo con el diálogo apropiado. También tenemos que escucharlos bien. Podemos animarlos a resolver sus problemas de forma independiente, en lugar de resolverlos por ellos. Queremos que ellos puedan fallar en un lugar seguro.
Segundo, tenemos que mostrarles cómo tener estabilidad. Por ejemplo, podemos ayudarles a regresar a sus actividades regulares como sea posible. Las emociones son reales y los niños reaccionan a nuestra instabilidad. Ellos necesitan un horario normal para florecer. Tratamos de tener horarios normales de comida. Ofrecemos tiempos para moverse y para apagar las cosas electrónicas. Podemos disfrutar el tiempo juntos.
Tercero, tenemos que dejar las expectativas que tuvimos antes de marzo. Algunas cosas no son posibles ahora. Tenemos que trabajar con la familia para construir planes nuevos. Podemos estudiar algo juntos en casa como una familia. Tenemos que tener tiempos separados también, tal vez leyendo, dibujando, o jugando solo. Podemos encontrar la paz por la respiración, la comunidad de fe, e incluso el tiempo cuando está solo en el baño.
Jennifer Wright escribió en Twitter que la gente habla de que las orugas se convierten en mariposas como si entraran en un capullo, se pegaron las alas, y estuvieran listas para comenzar. Pero, las orugas tienen que disolver para convertirse en mariposas. Es un proceso largo y difícil. Entonces, si estás hecho un lío envuelto en un capullo de mantas ahora, sigue adelante. El proceso no está terminado. Estamos peleando para superar la situación difícil. Debemos mantenernos firmes por nuestros hijos y demostrar cómo actuar en las circunstancias que no podemos cambiar.
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