Tilcara fue una fiesta de la mano de sus Músicos Populares, mostrando no sólo el valor de la producción musical local en un acto que quiso reivindicar la actividad como un trabajo, cosa que tantas veces se pretende ignorar, sino que a la vez puso en relieve lo mucho que se puede hacer desde la autogestión, y la gran aceptación que tiene de parte del público.
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Tilcara fue una fiesta de la mano de sus Músicos Populares, mostrando no sólo el valor de la producción musical local en un acto que quiso reivindicar la actividad como un trabajo, cosa que tantas veces se pretende ignorar, sino que a la vez puso en relieve lo mucho que se puede hacer desde la autogestión, y la gran aceptación que tiene de parte del público.
Podríamos agregar que el clima ayudó con una de las mejores tardes de las últimas semanas, y pasado el mediodía ya había gente escuchando a los primeros artistas, que entretejieron un rosario de presentaciones hasta entrada la medianoche. La concurrencia fue creciendo conforme avanzaba la hora del miércoles, participando con bailes y aplausos a las más variadas propuestas musicales.
A los músicos locales que subieron a un escenario montado en el centro de la plaza, se sumaron las voces de Willy Alfaro, de Melania Pérez y el cierre tan festejado de Bruno Arias. Y así, con lo mínimo que es necesario invertir para llevarlo adelante, los Músicos Populares compartieron tanto su calidad, dieron muestra de su convocatoria y pusieron sobre el tapete su capacidad autogestiva.
