Ya sea por simple moda, por preferencias colectivas, por fanatismo a una persona, o bien por antecedentes familiares, con el paso de los años los nombre con los que se registran a las personas al momento de nacer, van mutando según las épocas. En los últimos años, la tendencia está orientada a nombres modernos o extranjeros y en la provincia nombres alusivos a pueblos originarios. En Jujuy, actualmente el preferido de varón es Thiago y en el resto del país se imponen con fuerza Isabella, Benjamín, Catalina y Felipe.
inicia sesión o regístrate.
Ya sea por simple moda, por preferencias colectivas, por fanatismo a una persona, o bien por antecedentes familiares, con el paso de los años los nombre con los que se registran a las personas al momento de nacer, van mutando según las épocas. En los últimos años, la tendencia está orientada a nombres modernos o extranjeros y en la provincia nombres alusivos a pueblos originarios. En Jujuy, actualmente el preferido de varón es Thiago y en el resto del país se imponen con fuerza Isabella, Benjamín, Catalina y Felipe.
Al momento de elegir el nombre de los hijos, las opciones son muchísimas, sin embargo, en esa decisión influyen numerosos factores.
Los nombres de los familiares más cercanos, suelen ser el principal indicador que se tiene en cuenta; es por esto que durante muchas décadas se han mantenido nombres tradicionales, que no pierden vigencia y que son heredados. Este es el caso de María, Juan, Ana, José, Carlos, Laura, Miguel, entre otros que trascienden las décadas y al día de hoy se siguen eligiendo.
Al respecto, el director del Registro Civil y Capacidad de las personas, Julio Ferreyra, aseguró que en la provincia, al igual que en todo el país, los nombres tradicionales son los únicos que no pierden vigencia, porque si bien hay algunos que se ponen de moda, generalmente solo duran un tiempo.
Ferreyra explicó que, según la ley, la elección del nombre es libre y la única restricción es que no sea grotesco, ridículo, u ofensivo, lo que abre ampliamente el abanico de posibilidades. Pese a esto consideró que "a la hora de elegir hay que tener en cuenta que esa criatura va a llevar de por vida ese nombre, entonces no es una cuestión menor", por lo que hay que hay que tener cierta prudencia.
Al momento de asentar el nombre de un niño, se pueden elegir hasta tres nombres y dos apellidos. Con la nueva ley el varón no puede imponer su apellido sino que debe acordarlo con la esposa; pueden ir los dos apellidos, con cualquier orden, o solo el materno o solo el paterno.
Actualmente el nombre más escogido por los padres, en la provincia, es Thiago. Según dijo Ferreyra, "es un nombre que se impuso en los últimos años y que se mantiene hasta ahora". Dijo además que los que le preocupan son nombres que se crean a partir de combinaciones que tienen que ver con iniciales de los familiares. "A veces juntan un par de letras de un nombre, otras de otro, y si no está registrado como nombre, lo rechazamos" sostuvo.
También aclaró que hay una tendencia a cambiar la forma de escritura del nombre, es decir, por ejemplo, agregar letras como la H, cambiar la I por la Y, C por S, e incluso asentar diminutivos como nombres. "Al no haber reglas ortográficas en los nombres propios, pueden haber Cristian o Christian, Cecilia o Cesilia, Ezequiel o Exequiel, como así también por ejemplo ya hay nombres como Ely, que suena a diminutivo pero se asienta como nombre" advirtió.
Originarios, extranjeros y extravagantes
Si el nombre escogido por los padres es extravagante o no cumpla con los requisitos que fija la ley, el Registro Civil puede rechazarlo; igualmente esas resoluciones pueden ser apeladas en la Justicia y si desde los Tribunales se autoriza, debe asentarse. Ferreyra relató que hubo un caso en que una madre quería llamar a su hijo Tonatiuh y el nombre fue rechazado. “Se trataba del nombre de un cacique azteca que ofrecía sacrificios humanos, igualmente la mujer apeló a la Justicia, ahí también le rechazaron la apelación y en una instancia superior a esa, se le autorizó” comentó el titular del Registro Civil.
En relación a la elección de nombres extranjeros, Ferreyra advirtió que actualmente pueden utilizarse libremente.
“Antes la legislación solo permitía nombres extranjeros que se hayan castellanizado por el uso, cosa que se eliminó. Hoy por ejemplo se pueden asentar niños hasta con nombres orientales, con apóstrofes raros que ni tenemos, el problema es que se corre riesgo de que ese nombre sea mal escrito y a futuro hayan complicaciones legales. El nombre también identifica la nacionalidad, y nosotros somos argentinos, entonces o ideal es que respetemos nuestro origen” dijo.
Los nombres de los pueblos originarios también se utilizan mucho en la provincia y en general están permitidos. En ese caso, se verifica el significado del nombre y si no hay inconvenientes se puede utilizar; algunos casos son Amaru, Mallku y Tupac, entre otros.
Los nombres más populares según cada década
REGISTRO CIVIL/ LA REPARTICIÓN TIENE LA FACULTAD DE ACEPTAR O RECHAZAR LOS NOMBRES, SEGUN LA LEY VIGENTE.
Un relevamiento realizado por el Registro Nacional de las Personas (Renaper), del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda, permite conocer cuáles fueron, entre 1922 y 2016, los nombres más populares según cada década.
Según la estadística, María y José fueron los dos nombres más usados en la década del "20, también se encuentran Nélida, Ángela, Carmen, Pedro, Miguel y Alberto.
En los años ’30 se impusieron María, Juana Rosa, Juan Carlos, Francisco y José.
En los ’40, primaron los nombres compuestos con María: María Teresa, María del Carmen, María Luisa, y Juan Carlos, Carlos Alberto y Miguel Angel.
De igual modo sucedió en la década del ’50, donde los más populares fueron Ana María, Stella Maris, María Rosa, Juan Carlos, Victor Hugo y Julio César.
En los ’60, Norma Beatriz, María Elena, María Cristina, Juan Carlos, José Luis, Juan José, se usaron más.
En los años ’70 y ’80 la tendencia fue similar, ya que volvieron los nombres compuestos: María Laura, María José, María Cecilia, Miguel Angel, Roberto Carlos, Juan Pablo.
En los ’90 los más populares fueron María Belén, Florencia y Camila, y Juan Manuel, Santiago y Nicolás.
En la primera década del nuevo siglo, los nombres más comunes fueron Valentina, Julieta, Victoria, Santiago, Mateo y Tomás.
En los últimos años los nombres preferidos son Isabella, Benjamín, Catalina, Felipe, Martina, Bautista, Olivia, Valentino, Sofía y Joaquín,
La influencia de personalidades destacadas
A través de la pagina www.nombres.historias.datos.gob.ar, se puede conocer la popularidad de los nombres en Argentina.
Diego Armando, Juan Domingo, Juan Pablo, Rodrigo Alejandro, fueron algunos de los nombres que se popularizaron a raíz de personalidades reconocidas como lo son Maradona, Perón, el papa y “El Potro” Rodrigo.
Cada uno de estos tuvo su auge según el momento en el que fue furor su popularidad. Muchos hombres que actualmente rondan los 30 años de edad se llaman Diego Armando, ya que según los registros después de que la selección nacional de fútbol ganara el Mundial ’86, varios padres escogieron ese nombre.
Lo mismo ocurrió con la guerra de Malvinas en el ’92 y la visita del papa Juan Pablo II en ese mismo año, ya que esos dos estuvieron entre los nombres más elegidos de ese año.
En la provincia, al igual que en el resto del país, también se suelen elegir nombres a partir de personajes de novelas como el caso de Topacio o Scheherazade, o bien de futbolistas reconocidos como Lionel (Messi) y Cristiano (Ronaldo).
Prefieren los nombres cortos
Según la estadística, hasta 1970 la moda fue poner nombres largos, y elegir más de un nombre, de hecho hoy la ley permite hasta tres nombres.
Es por esto que en los años "20, los nombres más populares eran Juan Carlos, María Esther o María Luisa. En promedio, se estima que los nombres tenían hasta 12 letras e incluso eran nombres compuestos.
A partir de 1970, se empezó a preferir un solo nombre y más bien corto: Sol, Ana, Juan, Abel, Ciro. Así, en 2015, el promedio es de 7 letras.
Más bien el agregado en los últimos años fueron los apellidos, ya que la tendencia es que los niños reciban el de los dos progenitores.