Es gastronómico y productor de maracuyá y ajíes en el noroeste. Tiene un emprendimiento familiar llamado “Santa Gula” que desarrolla desde hace un tiempo en la localidad de Palma Sola.
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Es gastronómico y productor de maracuyá y ajíes en el noroeste. Tiene un emprendimiento familiar llamado “Santa Gula” que desarrolla desde hace un tiempo en la localidad de Palma Sola.
Barry participó haces unos días de la Feria "Chilto”, una alternativa sustentable de las Yungas, iniciativa que reunió a emprendedores locales en torno a un fruto cada vez mas elegido en la cocinas nacionales e internacionales: el tomate de árbol.
Está experimentando con frutos que no son habituales encontrar en la mesas de la familias jujeñas y que imagino necesita un gran cuidado para su preservación. ¿Cómo surgió la idea de trabajar con el maracuyá?
-Es un gran desafío que empezó hace poco cuando me instalé en la localidad de Palma Sola, donde puse junto a mi suegro un emprendimiento que bauticé “Santa Gula”. La idea era experimentar con la producción de frutos tropicales que no son habituales de encontrar en esta zona.
Resultó mejor de lo que pensábamos, y de a poco sumamos nuevas plantaciones que sirvieron para llevar adelante este pequeña pyme que camina a paso firme.
Tenemos en cuenta para su producción todos los consejos necesarios recomendados por los especialistas y los cuidados que debe tener un fruto de estas características en esta zona.
Hoy estamos explorando nuevos caminos, combinando sabores y buscando crear nuevos productos que puedan satisfacer el paladar de un público cada vez más exigente.
¿Qué característica tienen las plantaciones de esta fruta?
-Se trata de una planta que se presenta como una enredadera muy resistente, que puede alcanzar los 9 metros de longitud en condiciones climáticas favorables, y que da frutos de manera muy sencilla.
Su ciclo comienza en septiembre y finaliza en enero, por lo que se puede cosechar su fruto dos veces al año. Al comienza su aspecto es verde pero transcurrido un tiempo se transforma en su color adecuado que es el amarillo.
Es una fruta que contiene vitaminas A y C, es dulce, refrescante y de fácil consumo, rica en sustancias de acción antioxidante, motivo por el cual su consumo es adecuado, teniendo en cuenta además sus propiedades nutritivas, para toda la población, niños y jóvenes, adultos, deportistas, mujeres embarazadas o madres lactantes y personas mayores.
¿Qué productos pueden ser derivados y cómo es su comercialización?
-Trato de ir innovando a cada momento nuevos productos para poder insertarlos en el mercado local. Actualmente estamos desarrollando un chutney (una salga agridulce y picante de origen hindú) que tiene como aditamento la combinación de verduras y especies, también mermeladas y otros productos. Por otro lado también estoy vendiendo las frutas y la pulpa a distintos bares y restaurantes de Buenos Aires dedicados a la gastronomía gourmet.
Esto con la ventaja de que cada vez más especialistas eligen a este fruto como su preferido, algo que permitió que se abra un mercado, que se encuentra en desarrollo y que goza de buena salud.
¿Qué ventajas tiene plantar maracuyá en Jujuy?
-Esta provincia tiene todas las condiciones necesarias para transformarse en una gran productora de maracuyá. No solo porque su suelo es propicio sino que tiene un clima tropical, ideal para la producción de este tipo de frutas.
En Palma Sola, por ejemplo, existen otros productores que empezaron a trabajar de a poco con este fruto tan noble. En nuestro caso ni siquiera necesitamos hacerle un tratamiento específico a la tierra, que desde primer momento se presentó como apta para sembrar de manera regular.
Espero que siga este panorama para los pequeños productores de esta fruta y de otras, que hasta el momento es favorable y que parece no tener techo.
También es productor de ajíes ¿Cómo combina ese fruto que es tan picante en sus productos?
-Muchos no lo saben pero los ajíes son una gran alternativa para muchos productos, vas más allá de su característica de ser picante y se lo puede combinar con distintas especies.
Nosotros tratamos de combinarlos en mermeladas y salsas, siempre buscando nuevos sabores que puedan ser del agrado de nuestros potenciales clientes. Todo está en romper algunas reglas establecidas y experimentar de la manera más sutil que se pueda para llegar al objetivo que queremos alcanzar.
¿Qué desafíos tiene por delante con su emprendimiento?
-Tengo como grandes objetivos conocer en profundidad todas las propiedades que brindan los frutos tropicales, y en especial el maracuyá. Hasta el momento lo que sabemos es el gran aprovechamiento que se puede hacer de la pulpa, que es la más comercializada y utilizada. Por eso es necesario pasteurizarla y para eso necesitamos una máquina que realice ese proceso, algo que sería un sueño obtener en corto plazo.