Las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro recorrieron ayer las calles del centro de la capital salteña ante una multitud apostada en todo el recorrido, que se extendió desde la Catedral hasta el Parque 20 de Febrero, donde se renovó el tradicional Pacto de Fidelidad.
La primera en salir de la Catedral Basílica de Salta fue la Cruz Procesional, que lo hizo a las 15.15, mientras que quince minutos después lo hizo la imagen de la Virgen de las Lágrimas.
A las 15.50 salió del templo la imagen de la Virgen del Milagro, con su base de claveles blancos, y a las 16.30 partió la imponente imagen del Señor del Milagro, saludada por miles de pañuelos blancos en alto, la tradicional sirena y el emocionante tañido de las campañas.
El Señor del Milagro inició su recorrido acompañado por el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, y el gobernador Juan Manuel Urtubey, quien estuvo junto a su esposa Isabel Macedo y otras autoridades provinciales.
De esta manera, comenzó la procesión del Milagro, que este año se realiza bajo el lema "Con el Pacto de Fidelidad, Señor del Milagro, renovamos la Historia".
Las imágenes llegaron al Parque 20 de Febrero, donde se desarrolló la ceremonia de renovación del Pacto de Fidelidad, para luego regresar a la iglesia catedral y cerrar las actividades con la Misa del Peregrino.
Ayer a la mañana concluyó el Triduo de Pontificales, con una misa estacional desarrollada frente a la catedral, donde el artista folclórico Zamba Quipildor acompañó con la interpretación de la Misa Criolla.
Operativos especiales de seguridad, defensa civil y salud, con la participación de más de 4.000 policías y 800 agentes del área sanitaria, entre otros, se desarrollan durante la multitudinaria procesión.
Debido a esta fiesta, ayer fue feriado provincial en Salta, y el comercio permaneció cerrado.
La Fiesta del Milagro tiene sus orígenes en 1582, cuando se fundó la ciudad de Salta. Diez años después, el Fray Francisco de Victoria, que había estado en la fundación, envió desde España la imagen del Cristo Crucificado que encabeza las celebraciones, con destino al templo mayor de Salta. El barco en el que viajaba la imagen naufragó, pero el Cristo fue rescatado en el puerto del Callao, en Perú, y trasladado a Salta.
Un siglo más tarde, en septiembre de 1692, un fuerte temblor azotó el territorio de lo que hoy es esta provincia norteña, y los movimientos telúricos cesaron cuando el sacerdote José Carrión sacó al Cristo en procesión, por lo que desde allí se celebra, cada año, la Fiesta del Milagro.
El año pasado, esta multitudinaria procesión convocó a más 800 mil feligreses, y para esta ocasión se espera una cifra superior, por lo que es considerada una de las fiestas religiosas más concurridas del país.
Hasta ayer, arribaron caminando, en bicicleta o a caballo, más de 70 mil peregrinos de distintos puntos de la provincia y de provincias vecinas, para llegar a la Catedral de Salta, al encuentro de las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro.
El gobernador Juan Manuel Urtubey aseguró que es una manifestación de fe de un pueblo "realmente inigualable".