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9 de Agosto,  Jujuy, Argentina
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Terapia con animales para personas con discapacidad

La Fundación Jujeña de Equinoterapia es la primera institución que trabaja en rehabilitación con equinos. 
Jueves, 06 de julio de 2017 16:50

La Fundación Jujeña de Equinoterapia funciona hace 6 años en la provincia de Jujuy. Es la primera institución que trabaja con equinos rehabilitando a personas que poseen algún tipo de discapacidad ya sea física, mental o sensorial.

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La Fundación Jujeña de Equinoterapia funciona hace 6 años en la provincia de Jujuy. Es la primera institución que trabaja con equinos rehabilitando a personas que poseen algún tipo de discapacidad ya sea física, mental o sensorial.

Son 13 los expertos que intervienen desde la especialidad que le compete a cada uno y de acuerdo a la patología del paciente formulan una rutina de trabajo. La institución está conformada por un equipo interdisciplinario de profesionales, entre ellos: terapeutas del área de la salud, kinesiólogos, psicólogos, psicomotricistas; del área de educación, maestros de educación especial, maestras jardineras y también del área ecuestre que son especialistas en caballos.

Al margen de que cada uno tiene su profesión están capacitados en la equinoterapia ya que esta labor requiere de un equipo formado que tome las medidas de seguridad pertinentes para ejecutarla en los pacientes.

En diálogo con El Tribuno de Jujuy, la licenciada en psicología y presidente de la Fundación, Josefina Pardo de Figueroa remarcó lo siguiente, "quiero recalcar que esta actividad, que es muy compleja, se tiene que llevar a cabo con todas las medidas de seguridad correspondientes. La equinoterapia no es subir a un chico a un caballo, llevarlo a dar una vuelta o pasearlo. La misma exige de un entrenamiento, de saber y conocer lo que le pasa al paciente, y sobre todo saber sobre lo ecuestre. Por ello es que se toman todos los recaudos correspondientes como el casco obligatorio cuando suben al caballo y un predio adaptado en espacio cerrado y con seguro".

Para empezar con la terapia, la institución pide a los familiares del paciente un certificado médico que puede ser otorgado por el médico que trabaja con ellos o por el médico de cabecera de la persona. Mediante ese permiso saben si es apto o no para desarrollar las actividades que demanda la disciplina.

La Fundación Jujeña de Equinoterapia forma parte de la Red Argentina de Equinoterapia donde activamente participan en la ejecución y elaboración de un proyecto de ley a nivel nacional que tiene el propósito de pedir el reconocimiento que merece este trabajo. "No sólo para que las obras sociales reconozcan esta actividad sino también para pautar criterios para que sea desarrollada por personas capacitadas, caballos adecuados que son sensibilizados y que no tengan reacción, un predio accesible, entre otras características ineludibles que exige esta profesión", manifestó la presidente.

Actualmente realizan sus actividades de lunes a viernes de 9 a 12 y de 15 a 18 en el predio de la Federación Gaucha situado sobre colectora en ruta 66, kilómetro 6, del barrio Alto Comedero.

La forma de intervención 

A la Fundación Jujeña de Equinoterapia asisten niños, jóvenes y adultos con Síndrome de Down, con trastornos del espectro autista, con trastornos sensoriales y también con problemas emocionales o de conducta. 
“Desde que iniciamos con la actividad en Jujuy siempre trabajamos con distintos grupos etarios y no sólo las rutinas se desarrollan arriba de un caballo sino también vía terrestre”, explicó Josefina Pardo de Figueroa.
Allí, los profesionales realizan rutinas que siempre son acompañadas por los juegos con equinos. Cada una de esas rutinas se formula en base a las necesidades de la persona y acorde a la discapacidad que posee. 
“En cada actividad requerimos la participación de la familia. Cada paciente trabaja con 3 ó 4 terapeutas, entre ellos hay un especialista que lleva el caballo. Aquellos que poseen alguna discapacidad con un alto compromiso físico suben al animal con el terapeuta, y se practica lo que se llama monta asistida”, sostuvo la presidente respecto a la tarea que realizan. 

Los beneficios con la equinoterapia son amplios

El beneficio en la persona se da en diversas áreas. El principio básico de la equinoterapia es que el caballo transmite un calor mayor que el del cuerpo humano cuando la persona lo monta. Eso permite que se produzca en el paciente una relajación de sus músculos, articulaciones y tendones, provocando la liberación de la cintura pélvica y corrigiendo posturas, la coordinación del equilibrio, etc. 
En el área de la psicología se trabaja en la motivación, la seguridad y la autoestima en las rutinas organizadas que tiene el paciente. En el área de la comunicación se incide sobre el lenguaje, la incorporación de nuevas palabras, en la formulación de oraciones, en la estimulación para tener una intención comunicativa y no repetir una palabra sin la necesidad de comunicarse. En el área sensorial, al practicarse en lugares al aire libres hay múltiples estímulos en el tacto, la textura, los colores, lo auditivo y de acuerdo a la discapacidad del paciente se enfocan en un determinado aspecto pero siempre estimulan todas las áreas. 
“Estas actividades no sólo se realizan montando un caballo sino también se desarrollan talleres vía tierra, es decir cuando el paciente desciende del caballo”, dijo Josefina Pardo de Figueroa, Explicó que se dan mediante profesionales como kinesiólogos o psicomotricistas, y que todas las tareas se hacen con el acompañamiento de la familia.
Para comunicarse con la fundación contactar por la página de Facebook: Fundación Jujeña de Equinoterapia. O al número 388-155121964.

La experiencia con “Teo” fue muy satisfactoria 

“Teo” es un perro bóxer que vive en ciudad Perico. Su dueña, Natalia Vega es estudiante de psicomotricidad y voluntaria en la Asociación “Lazos de Unión” de la localidad tabacalera. Al tener contacto con niños con autismo y después de ver la terapia con perros que se realiza en otras provincias y países, decidió interiorizarse más en esa disciplina. 
Por medio de libros y videos empezó a entrenar a “Teo”" para llevarlo a conocer a los niños de la asociación. Después de dos semanas notó que su mascota había logrado ciertas pautas que ella buscaba, esas pautas se daban por medio de las actividades lúdicas. Y un día decidió llevarlo a conocer a los niños de “Lazos de Unión”. 
“Teo” empezó a asistir al lugar y a crear un vínculo de amistad con los pequeños. Mediante eso, la mascota ayudaba a que los especialistas hagan su trabajo ya que los pacientes se distraían y se soltaban más al jugar con el animal. La experiencia de “Teo” y Natalia duró un año y tuvo muy buenos resultados. En el verano también participaron en colonias de vacaciones a las que asistían personas con diferentes discapacidades como distrofia muscular, parálisis cerebral y disminución auditiva, entre otras.
”Fue un trabajo muy fructífero y se vieron avances muy significativos en todo lo que es la parte social y el lenguaje. Había chicos que les costaba pronunciar algunas palabras y se empezaron a desenvolver mejor a través del contacto con la mascota”, afirmó al respecto Natalia Vega. 
Las características que su dueña había logrado con el animal le permitían que pueda vincularse dentro del ámbito social con otras personas. Desde lo lúdico al ser un bóxer tiene una capacidad de juego muy pronunciada. “Teo jugaba con los niños a llevarles la pelota, se dejaba acariciar, le daban de comer y beber, etc. Mediante el perro se pueden lograr ciertas conductas y comportamientos en los pacientes que los profesionales necesitan para realizar su trabajo en ellos”, explicó Vega.
En la colonia de vacaciones junto al can buscaron hacer algo diferente y lo lograron. Realizaron diferentes juegos como llevar un hueso junto a “Teo” y a la vez ir esquivando conos, al ir uno a la vez permitió que aprendan a respetar su turno y a ser más tolerantes, por ejemplo. 
Mediante estas vivencias, Natalia Vega hizo una recomendación para todos aquellos padres que tienen hijos con alguna discapacidad, remarcando el cariño y compañerismo que los animales brindan a las personas. “Las mascotas nos dan algo especial que muchas veces ni las personas nos pueden dar cuando estamos tristes. Cuando los niños tienen contacto con un animal reaccionan de una forma muy diferente a cuando no está presente”.
 

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