Dos hombres armados con cuchillos ingresaron ayer a una iglesia próxima a Rouen, en el norte de Francia, tomaron rehenes y degollaron al sacerdote, en un hecho que fue calificado por el presidente francés, Francois Hollande, como obra de "terroristas que reivindicaron pertenecer al Estado Islámico".
El ataque, que sacudió a Francia a 11 días del atentado de Niza que cobró más de 80 vidas, se inició ayer por la mañana cuando dos hombres irrumpieron en la iglesia de Saint-
Etienne-du-Rouvray por la puerta trasera, degollaron al cura e hirieron a otras tres personas (una está "entre la vida y la muerte", según fuentes policiales), antes de ser abatidos tras la intervención de la Brigada de búsqueda e intervención (BRI) de Rouen, en la región de Normandia.
Los dos hombres ingresaron al lugar entre las 9.00 y 9.30 hora local (16.00 a 16.30 en la Argentina), y fueron reducidos y muertos alrededor de las 10.45 al salir del edificio, informó la prensa francesa.
Una de las monjas que fueron testigo del asalto a la iglesia de Saint-
Etienne-du-Rouvray en Francia contó cómo los asaltantes filmaron el asesinato del sacerdote de 84 años, que comparó con una auténtica ejecución.
"Lo obligaron a arrodillarse. Intentó defenderse y entonces empezó el drama". "Hicieron una especie de sermón en árabe en el altar. Fue horrible", explicó la monja y señaló que el sacerdote era una persona maravillosa. La religiosa, identificada como hermana Danielle, logró huir de forma inadvertida cuando uno de los asaltantes le alcanzaba un cuchillo al otro y alertó a un conductor sobre lo que ocurría en la iglesia
El asesinado fue el padre Jacques Hamel, según un comunicado del arzobispado local.
Hamel trabajaba desde hacía 10 años en esa iglesia, y era muy apreciado por los vecinos, según el vicario general de la archidiócesis de Ruán, Philippe Maheut.
Uno de los atacantes estaba fichado por la Policía y llevaba un brazalete electrónico para tenerlo controlado.
Según informó una fuente judicial, el hombre, cuya identidad aún no ha sido confirmada al igual que la de su compañero, tenía permiso para salir de casa de sus padres, donde residía, entre las 08:30 y las 12:30.
El extremista, quien fue neutralizado junto a su compañero tras secuestrar a cinco rehenes durante una hora y herir a dos de ellos -además de matar al sacerdote-, había sido encarcelado en prisión preventiva en 2015, cuando fue abortado en Turquía su intento de unirse al Estado Islámico en Siria. Sin embargo, en marzo de este año quedó libre, controlado desde entonces por el brazalete electrónico, indicaron.
Críticas al Gobierno
El presidente de Francia, Fran‡ois Hollande, se dirigió a la localidad de inmediato, acompañado de su ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, hoy bajo ataque de un sector de la oposición conservadora que lo acusa de no haber brindado protección adecuada a los participantes de la fiesta del 14 de julio en Niza que terminó con un atentado y costó más de 80 vidas.
Durante el trayecto, Hollande se comunicó telefónicamente con el presidente de la Conferencia Episcopal de Francia para conocer los detalles del suceso.
En tanto, la agencia Amaq, vinculada a los yihadistas del Estado Islámico (EI), reivindicó a los autores como "soldados del EI".
La agencia señaló que ambos secuestradores llevaron a cabo esta operación "en respuesta a los llamamientos a atacar a los países de la coalición cruzada", en alusión a la alianza internacional que ataca posiciones yihadistas en Irak y Siria.
Hollande, desde el sitio mismo de los hechos, afirmó posteriormente que degollar un sacerdote es un "innoble atentado terrorista" y que "debemos llevar adelante la guerra contra el EI por todos los medios".
En tanto que el primer ministro, Manuel Valls, expresó en una primera reacción a través de Twitter su "horror" frente al "bárbaro" ataque en la iglesia, que "hiere a todos los franceses".
El canciller, Jean-Marc Ayrault, pidió a los franceses mantenerse "unidos" frente a la toma de rehenes y el asesinato de Hamel, "un acto de barbarie que se suma a otros actos de barbarie", declaró en conferencia de prensa frente a la prefectura del departamento de Indre-et-Loire, donde estaba pasando sus vacaciones, que cortó de inmediato para volver a París.
Pero las primeras reacciones de la oposición conservadora fueron duras con el gobierno socialista.
En una breve alocución, el expresidente de Francia, Nicolás Sarkozy instó a Hollande a aplicar "sin demora" las propuestas de ese sector político en materia de seguridad.
Marine Le Pen, presidente del Frente Nacional, de extrema derecha, fustigó a "todos los que nos gobiernan desde hace 30 años" (socialistas o derechistas).
El ataque, que sacudió a Francia a 11 días del atentado de Niza que cobró más de 80 vidas, se inició ayer por la mañana cuando dos hombres irrumpieron en la iglesia de Saint-
Etienne-du-Rouvray por la puerta trasera, degollaron al cura e hirieron a otras tres personas (una está "entre la vida y la muerte", según fuentes policiales), antes de ser abatidos tras la intervención de la Brigada de búsqueda e intervención (BRI) de Rouen, en la región de Normandia.
Los dos hombres ingresaron al lugar entre las 9.00 y 9.30 hora local (16.00 a 16.30 en la Argentina), y fueron reducidos y muertos alrededor de las 10.45 al salir del edificio, informó la prensa francesa.
Una de las monjas que fueron testigo del asalto a la iglesia de Saint-
Etienne-du-Rouvray en Francia contó cómo los asaltantes filmaron el asesinato del sacerdote de 84 años, que comparó con una auténtica ejecución.
"Lo obligaron a arrodillarse. Intentó defenderse y entonces empezó el drama". "Hicieron una especie de sermón en árabe en el altar. Fue horrible", explicó la monja y señaló que el sacerdote era una persona maravillosa. La religiosa, identificada como hermana Danielle, logró huir de forma inadvertida cuando uno de los asaltantes le alcanzaba un cuchillo al otro y alertó a un conductor sobre lo que ocurría en la iglesia
El asesinado fue el padre Jacques Hamel, según un comunicado del arzobispado local.
Hamel trabajaba desde hacía 10 años en esa iglesia, y era muy apreciado por los vecinos, según el vicario general de la archidiócesis de Ruán, Philippe Maheut.
Uno de los atacantes estaba fichado por la Policía y llevaba un brazalete electrónico para tenerlo controlado.
Según informó una fuente judicial, el hombre, cuya identidad aún no ha sido confirmada al igual que la de su compañero, tenía permiso para salir de casa de sus padres, donde residía, entre las 08:30 y las 12:30.
El extremista, quien fue neutralizado junto a su compañero tras secuestrar a cinco rehenes durante una hora y herir a dos de ellos -además de matar al sacerdote-, había sido encarcelado en prisión preventiva en 2015, cuando fue abortado en Turquía su intento de unirse al Estado Islámico en Siria. Sin embargo, en marzo de este año quedó libre, controlado desde entonces por el brazalete electrónico, indicaron.
Críticas al Gobierno
El presidente de Francia, Fran‡ois Hollande, se dirigió a la localidad de inmediato, acompañado de su ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, hoy bajo ataque de un sector de la oposición conservadora que lo acusa de no haber brindado protección adecuada a los participantes de la fiesta del 14 de julio en Niza que terminó con un atentado y costó más de 80 vidas.
Durante el trayecto, Hollande se comunicó telefónicamente con el presidente de la Conferencia Episcopal de Francia para conocer los detalles del suceso.
En tanto, la agencia Amaq, vinculada a los yihadistas del Estado Islámico (EI), reivindicó a los autores como "soldados del EI".
La agencia señaló que ambos secuestradores llevaron a cabo esta operación "en respuesta a los llamamientos a atacar a los países de la coalición cruzada", en alusión a la alianza internacional que ataca posiciones yihadistas en Irak y Siria.
Hollande, desde el sitio mismo de los hechos, afirmó posteriormente que degollar un sacerdote es un "innoble atentado terrorista" y que "debemos llevar adelante la guerra contra el EI por todos los medios".
En tanto que el primer ministro, Manuel Valls, expresó en una primera reacción a través de Twitter su "horror" frente al "bárbaro" ataque en la iglesia, que "hiere a todos los franceses".
El canciller, Jean-Marc Ayrault, pidió a los franceses mantenerse "unidos" frente a la toma de rehenes y el asesinato de Hamel, "un acto de barbarie que se suma a otros actos de barbarie", declaró en conferencia de prensa frente a la prefectura del departamento de Indre-et-Loire, donde estaba pasando sus vacaciones, que cortó de inmediato para volver a París.
Pero las primeras reacciones de la oposición conservadora fueron duras con el gobierno socialista.
En una breve alocución, el expresidente de Francia, Nicolás Sarkozy instó a Hollande a aplicar "sin demora" las propuestas de ese sector político en materia de seguridad.
Marine Le Pen, presidente del Frente Nacional, de extrema derecha, fustigó a "todos los que nos gobiernan desde hace 30 años" (socialistas o derechistas).
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Dos hombres armados con cuchillos ingresaron ayer a una iglesia próxima a Rouen, en el norte de Francia, tomaron rehenes y degollaron al sacerdote, en un hecho que fue calificado por el presidente francés, Francois Hollande, como obra de "terroristas que reivindicaron pertenecer al Estado Islámico".
El ataque, que sacudió a Francia a 11 días del atentado de Niza que cobró más de 80 vidas, se inició ayer por la mañana cuando dos hombres irrumpieron en la iglesia de Saint-
Etienne-du-Rouvray por la puerta trasera, degollaron al cura e hirieron a otras tres personas (una está "entre la vida y la muerte", según fuentes policiales), antes de ser abatidos tras la intervención de la Brigada de búsqueda e intervención (BRI) de Rouen, en la región de Normandia.
Los dos hombres ingresaron al lugar entre las 9.00 y 9.30 hora local (16.00 a 16.30 en la Argentina), y fueron reducidos y muertos alrededor de las 10.45 al salir del edificio, informó la prensa francesa.
Una de las monjas que fueron testigo del asalto a la iglesia de Saint-
Etienne-du-Rouvray en Francia contó cómo los asaltantes filmaron el asesinato del sacerdote de 84 años, que comparó con una auténtica ejecución.
"Lo obligaron a arrodillarse. Intentó defenderse y entonces empezó el drama". "Hicieron una especie de sermón en árabe en el altar. Fue horrible", explicó la monja y señaló que el sacerdote era una persona maravillosa. La religiosa, identificada como hermana Danielle, logró huir de forma inadvertida cuando uno de los asaltantes le alcanzaba un cuchillo al otro y alertó a un conductor sobre lo que ocurría en la iglesia
El asesinado fue el padre Jacques Hamel, según un comunicado del arzobispado local.
Hamel trabajaba desde hacía 10 años en esa iglesia, y era muy apreciado por los vecinos, según el vicario general de la archidiócesis de Ruán, Philippe Maheut.
Uno de los atacantes estaba fichado por la Policía y llevaba un brazalete electrónico para tenerlo controlado.
Según informó una fuente judicial, el hombre, cuya identidad aún no ha sido confirmada al igual que la de su compañero, tenía permiso para salir de casa de sus padres, donde residía, entre las 08:30 y las 12:30.
El extremista, quien fue neutralizado junto a su compañero tras secuestrar a cinco rehenes durante una hora y herir a dos de ellos -además de matar al sacerdote-, había sido encarcelado en prisión preventiva en 2015, cuando fue abortado en Turquía su intento de unirse al Estado Islámico en Siria. Sin embargo, en marzo de este año quedó libre, controlado desde entonces por el brazalete electrónico, indicaron.
Críticas al Gobierno
El presidente de Francia, Fran‡ois Hollande, se dirigió a la localidad de inmediato, acompañado de su ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, hoy bajo ataque de un sector de la oposición conservadora que lo acusa de no haber brindado protección adecuada a los participantes de la fiesta del 14 de julio en Niza que terminó con un atentado y costó más de 80 vidas.
Durante el trayecto, Hollande se comunicó telefónicamente con el presidente de la Conferencia Episcopal de Francia para conocer los detalles del suceso.
En tanto, la agencia Amaq, vinculada a los yihadistas del Estado Islámico (EI), reivindicó a los autores como "soldados del EI".
La agencia señaló que ambos secuestradores llevaron a cabo esta operación "en respuesta a los llamamientos a atacar a los países de la coalición cruzada", en alusión a la alianza internacional que ataca posiciones yihadistas en Irak y Siria.
Hollande, desde el sitio mismo de los hechos, afirmó posteriormente que degollar un sacerdote es un "innoble atentado terrorista" y que "debemos llevar adelante la guerra contra el EI por todos los medios".
En tanto que el primer ministro, Manuel Valls, expresó en una primera reacción a través de Twitter su "horror" frente al "bárbaro" ataque en la iglesia, que "hiere a todos los franceses".
El canciller, Jean-Marc Ayrault, pidió a los franceses mantenerse "unidos" frente a la toma de rehenes y el asesinato de Hamel, "un acto de barbarie que se suma a otros actos de barbarie", declaró en conferencia de prensa frente a la prefectura del departamento de Indre-et-Loire, donde estaba pasando sus vacaciones, que cortó de inmediato para volver a París.
Pero las primeras reacciones de la oposición conservadora fueron duras con el gobierno socialista.
En una breve alocución, el expresidente de Francia, Nicolás Sarkozy instó a Hollande a aplicar "sin demora" las propuestas de ese sector político en materia de seguridad.
Marine Le Pen, presidente del Frente Nacional, de extrema derecha, fustigó a "todos los que nos gobiernan desde hace 30 años" (socialistas o derechistas).
El ataque, que sacudió a Francia a 11 días del atentado de Niza que cobró más de 80 vidas, se inició ayer por la mañana cuando dos hombres irrumpieron en la iglesia de Saint-
Etienne-du-Rouvray por la puerta trasera, degollaron al cura e hirieron a otras tres personas (una está "entre la vida y la muerte", según fuentes policiales), antes de ser abatidos tras la intervención de la Brigada de búsqueda e intervención (BRI) de Rouen, en la región de Normandia.
Los dos hombres ingresaron al lugar entre las 9.00 y 9.30 hora local (16.00 a 16.30 en la Argentina), y fueron reducidos y muertos alrededor de las 10.45 al salir del edificio, informó la prensa francesa.
Una de las monjas que fueron testigo del asalto a la iglesia de Saint-
Etienne-du-Rouvray en Francia contó cómo los asaltantes filmaron el asesinato del sacerdote de 84 años, que comparó con una auténtica ejecución.
"Lo obligaron a arrodillarse. Intentó defenderse y entonces empezó el drama". "Hicieron una especie de sermón en árabe en el altar. Fue horrible", explicó la monja y señaló que el sacerdote era una persona maravillosa. La religiosa, identificada como hermana Danielle, logró huir de forma inadvertida cuando uno de los asaltantes le alcanzaba un cuchillo al otro y alertó a un conductor sobre lo que ocurría en la iglesia
El asesinado fue el padre Jacques Hamel, según un comunicado del arzobispado local.
Hamel trabajaba desde hacía 10 años en esa iglesia, y era muy apreciado por los vecinos, según el vicario general de la archidiócesis de Ruán, Philippe Maheut.
Uno de los atacantes estaba fichado por la Policía y llevaba un brazalete electrónico para tenerlo controlado.
Según informó una fuente judicial, el hombre, cuya identidad aún no ha sido confirmada al igual que la de su compañero, tenía permiso para salir de casa de sus padres, donde residía, entre las 08:30 y las 12:30.
El extremista, quien fue neutralizado junto a su compañero tras secuestrar a cinco rehenes durante una hora y herir a dos de ellos -además de matar al sacerdote-, había sido encarcelado en prisión preventiva en 2015, cuando fue abortado en Turquía su intento de unirse al Estado Islámico en Siria. Sin embargo, en marzo de este año quedó libre, controlado desde entonces por el brazalete electrónico, indicaron.
Críticas al Gobierno
El presidente de Francia, Fran‡ois Hollande, se dirigió a la localidad de inmediato, acompañado de su ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, hoy bajo ataque de un sector de la oposición conservadora que lo acusa de no haber brindado protección adecuada a los participantes de la fiesta del 14 de julio en Niza que terminó con un atentado y costó más de 80 vidas.
Durante el trayecto, Hollande se comunicó telefónicamente con el presidente de la Conferencia Episcopal de Francia para conocer los detalles del suceso.
En tanto, la agencia Amaq, vinculada a los yihadistas del Estado Islámico (EI), reivindicó a los autores como "soldados del EI".
La agencia señaló que ambos secuestradores llevaron a cabo esta operación "en respuesta a los llamamientos a atacar a los países de la coalición cruzada", en alusión a la alianza internacional que ataca posiciones yihadistas en Irak y Siria.
Hollande, desde el sitio mismo de los hechos, afirmó posteriormente que degollar un sacerdote es un "innoble atentado terrorista" y que "debemos llevar adelante la guerra contra el EI por todos los medios".
En tanto que el primer ministro, Manuel Valls, expresó en una primera reacción a través de Twitter su "horror" frente al "bárbaro" ataque en la iglesia, que "hiere a todos los franceses".
El canciller, Jean-Marc Ayrault, pidió a los franceses mantenerse "unidos" frente a la toma de rehenes y el asesinato de Hamel, "un acto de barbarie que se suma a otros actos de barbarie", declaró en conferencia de prensa frente a la prefectura del departamento de Indre-et-Loire, donde estaba pasando sus vacaciones, que cortó de inmediato para volver a París.
Pero las primeras reacciones de la oposición conservadora fueron duras con el gobierno socialista.
En una breve alocución, el expresidente de Francia, Nicolás Sarkozy instó a Hollande a aplicar "sin demora" las propuestas de ese sector político en materia de seguridad.
Marine Le Pen, presidente del Frente Nacional, de extrema derecha, fustigó a "todos los que nos gobiernan desde hace 30 años" (socialistas o derechistas).
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