Fue el canciller chileno, Heraldo Muñoz, el que reveló el pedido de Santiago para evitar que se afecte "cualitativa o cuantitativamente el cauce de este río" y para que Bolivia "notifique de cualquier acción en este sentido".
El lunes Chile se anticipó a una eventual acción del Gobierno de Evo Morales ante la Corte de La Haya y decidió presentar una demanda contra Bolivia para que el tribunal de la ONU determine si el Silala es un río internacional cuyas aguas deben compartir ambos países.
Chile temía que en algún momento Bolivia impidiera el flujo de las aguas del Silala hacia su territorio y por eso activó la demanda, para cuya presentación la Cancillería recopiló datos durante dos décadas.
El canciller anunció además que visitará el río Silala junto al equipo que elabora la demanda, aunque no especificó cuándo. "No sabemos todavía cuándo; hay que hacer los preparativos para que la fecha sea la más adecuada para todos", explicó.
Las palabras de Muñoz fue después de reunirse con la presidenta Michelle Bachelet, quien al término de la misma destacó que "Chile, como ribereño, tiene derecho al uso equitativo y razonable de las aguas, y el uso actual que Chile hace del río Silala se conforma con esa regla".
"Toda acción que Bolivia quiera hacer en el Silala, debe hacerla notificando a Chile y asegurándose de no causar daño con aquellas acciones", remarcó Bachelet.
Bolivia sostiene que el Silala, situado en la región andina de Potosí, es un conjunto de manantiales cuyas aguas son desviadas artificialmente hacia Chile por un sistema de canales artificiales.
Por su parte, Chile asegura que Bolivia reconoció el Silala como río internacional hasta 1997, año en el que cambió sus argumentos y empezó a defender la tesis de los manantiales desviados por Chile.
En 2009 ambos países estuvieron a punto de llegar a un acuerdo para determinar el uso compartido de las aguas del Silala, algo que según las autoridades de Santiago no fue posible debido a la negativa de La Paz.
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Fue el canciller chileno, Heraldo Muñoz, el que reveló el pedido de Santiago para evitar que se afecte "cualitativa o cuantitativamente el cauce de este río" y para que Bolivia "notifique de cualquier acción en este sentido".
El lunes Chile se anticipó a una eventual acción del Gobierno de Evo Morales ante la Corte de La Haya y decidió presentar una demanda contra Bolivia para que el tribunal de la ONU determine si el Silala es un río internacional cuyas aguas deben compartir ambos países.
Chile temía que en algún momento Bolivia impidiera el flujo de las aguas del Silala hacia su territorio y por eso activó la demanda, para cuya presentación la Cancillería recopiló datos durante dos décadas.
El canciller anunció además que visitará el río Silala junto al equipo que elabora la demanda, aunque no especificó cuándo. "No sabemos todavía cuándo; hay que hacer los preparativos para que la fecha sea la más adecuada para todos", explicó.
Las palabras de Muñoz fue después de reunirse con la presidenta Michelle Bachelet, quien al término de la misma destacó que "Chile, como ribereño, tiene derecho al uso equitativo y razonable de las aguas, y el uso actual que Chile hace del río Silala se conforma con esa regla".
"Toda acción que Bolivia quiera hacer en el Silala, debe hacerla notificando a Chile y asegurándose de no causar daño con aquellas acciones", remarcó Bachelet.
Bolivia sostiene que el Silala, situado en la región andina de Potosí, es un conjunto de manantiales cuyas aguas son desviadas artificialmente hacia Chile por un sistema de canales artificiales.
Por su parte, Chile asegura que Bolivia reconoció el Silala como río internacional hasta 1997, año en el que cambió sus argumentos y empezó a defender la tesis de los manantiales desviados por Chile.
En 2009 ambos países estuvieron a punto de llegar a un acuerdo para determinar el uso compartido de las aguas del Silala, algo que según las autoridades de Santiago no fue posible debido a la negativa de La Paz.
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