Massa dejó ayer oficializada su candidatura presidencial

Ante una multitud en el estadio de Vélez, el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, lanzó ayer por la noche su precandidatura presidencial con un discurso centrado en propuestas de gestión, aunque también dedicó críticas al Gobierno y a sus competidores, Daniel Scioli y Mauricio Macri.

"Voy a ser Presidente porque me revela un país con tanta injusticia", enfatizó Massa, en la frase que desató la mayor ovación de la noche.

"Nos quieren vender que hay dos veredas. Una que promete la continuidad con un servil lorito que repite lo que le dicen desde la Casa Rosada y otra vereda que es el pasado, volver al ajuste y al helicóptero", sostuvo al criticar -sin nombrarlos- a Scioli y Macri.

De inmediato agregó que, en caso de llegar a la Presidencia, "esa grieta se va a transformar en la ancha avenida del futuro de los argentinos".

Massa se pronunció así al encabezar un masivo acto junto a los principales dirigentes del Frente Renovador con el que busca dar nuevo impulso a su candidatura y evitar quedar relegado ante Scioli y Macri, luego de una caída en las encuestas y de roces entre algunos integrantes del espacio que lidera.

"Voy a ser presidente porque me revela un país con tanta pobreza. Me da asco la corrupción, los voy a meter presos, no les tengo miedo", enfatizó. A su vez, resonó fuerte un pasaje de su discurso en el que apuntó directamente al Gobierno de Cristina Kirchner, al prometer que va a "barrer a los ñoquis de La Cámpora" cuando llegue al poder.

Trabajar por la Justicia

No obstante, su exposición evitó en abundar en críticas y se basó principalmente en sus propuestas de campaña, al reiterar que trabajará por una Justicia que "meta presos a los delincuentes y terminar con el drama de la puerta giratoria" y señaló que pedirá al Congreso "perpetua para narcotraficantes y violadores".

Massa dio el discurso de pie y micrófono en mano, sin un atril de por medio, al borde una pasarela que se desprendía del escenario y su esposa Malena Galmarini -quien trabajó activamente para la organización del evento y para garantizar el llenado de las tribunas del "José Amalfitani"- se subió para abrazarlo apenas finalizó su exposición.

Por su parte, miles de militantes de ese espacio completaron las gradas del estadio de Liniers, donde además hubo fuerte presencia de afiliados a sindicatos de la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo y también hubo presencia, aunque en menor medida, de hombres de gremios de la CGT Azopardo de Hugo Moyano,

"Vamos a encaminar al país al cambio justo y ponerlo en la senda del futuro y el desarrollo", destacó Massa en otro tramo de su discurso, al hacer alusión al lema de su campaña "El Cambio Justo".

Asistieron al acto todos los intendentes que integran el Frente Renovador, como también el precandidato a gobernador bonaerense Francisco De Narváez, y el jefe del bloque de diputados de ese espacio, Darío Giustozzi, en medio de un presunto malestar del exjefe comunal de Almirante Brown con Massa y de rumores de su regreso al FPV.

Ante una multitud en el estadio de Vélez, el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, lanzó ayer por la noche su precandidatura presidencial con un discurso centrado en propuestas de gestión, aunque también dedicó críticas al Gobierno y a sus competidores, Daniel Scioli y Mauricio Macri.

"Voy a ser Presidente porque me revela un país con tanta injusticia", enfatizó Massa, en la frase que desató la mayor ovación de la noche.

"Nos quieren vender que hay dos veredas. Una que promete la continuidad con un servil lorito que repite lo que le dicen desde la Casa Rosada y otra vereda que es el pasado, volver al ajuste y al helicóptero", sostuvo al criticar -sin nombrarlos- a Scioli y Macri.

De inmediato agregó que, en caso de llegar a la Presidencia, "esa grieta se va a transformar en la ancha avenida del futuro de los argentinos".

Massa se pronunció así al encabezar un masivo acto junto a los principales dirigentes del Frente Renovador con el que busca dar nuevo impulso a su candidatura y evitar quedar relegado ante Scioli y Macri, luego de una caída en las encuestas y de roces entre algunos integrantes del espacio que lidera.

"Voy a ser presidente porque me revela un país con tanta pobreza. Me da asco la corrupción, los voy a meter presos, no les tengo miedo", enfatizó. A su vez, resonó fuerte un pasaje de su discurso en el que apuntó directamente al Gobierno de Cristina Kirchner, al prometer que va a "barrer a los ñoquis de La Cámpora" cuando llegue al poder.

Trabajar por la Justicia

No obstante, su exposición evitó en abundar en críticas y se basó principalmente en sus propuestas de campaña, al reiterar que trabajará por una Justicia que "meta presos a los delincuentes y terminar con el drama de la puerta giratoria" y señaló que pedirá al Congreso "perpetua para narcotraficantes y violadores".

Massa dio el discurso de pie y micrófono en mano, sin un atril de por medio, al borde una pasarela que se desprendía del escenario y su esposa Malena Galmarini -quien trabajó activamente para la organización del evento y para garantizar el llenado de las tribunas del "José Amalfitani"- se subió para abrazarlo apenas finalizó su exposición.

Por su parte, miles de militantes de ese espacio completaron las gradas del estadio de Liniers, donde además hubo fuerte presencia de afiliados a sindicatos de la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo y también hubo presencia, aunque en menor medida, de hombres de gremios de la CGT Azopardo de Hugo Moyano,

"Vamos a encaminar al país al cambio justo y ponerlo en la senda del futuro y el desarrollo", destacó Massa en otro tramo de su discurso, al hacer alusión al lema de su campaña "El Cambio Justo".

Asistieron al acto todos los intendentes que integran el Frente Renovador, como también el precandidato a gobernador bonaerense Francisco De Narváez, y el jefe del bloque de diputados de ese espacio, Darío Giustozzi, en medio de un presunto malestar del exjefe comunal de Almirante Brown con Massa y de rumores de su regreso al FPV.