Los aviones de la coalición liderada por
Arabia Saudita lanzaron ayer nuevos bombardeos contra los
rebeldes chiítas hutíes en
Yemen, pese a haber anunciado el martes el fin de la campaña aérea de apoyo a las fuerzas leales al presidente yemení.
El martes por la noche, Arabia Saudita declaró el fin de la campaña aérea de la coalición que dirige, reservándose al mismo tiempo el derecho de bombardear de nuevo si se producían movimientos sospechosos por parte de los rebeldes.
Los bombardeos de ayer estaban destinados a ayudar a la
Brigada 35 blindada, fiel al jefe de Estado exiliado, Abd Rabo Mansur Hadi, después de que su campamento en Taez fuera asaltado y tomado por los insurgentes. En la misma ciudad, Arabia bombardeó también un lugar donde se reunían los hutíes con sus aliados.
Pero a pesar del éxito proclamado por la coalición árabe tras una operación de cuatro semanas cuyo objetivo era restaurar la autoridad del presidente Hadi, la capital Saná seguía ayer en manos de los rebeldes y proseguían los combates en el sur.
En Adén, segunda ciudad de Yemen, así como en Taez, Dhaleh y Huta, se enfrentaban los insurgentes y miembros de la "resistencia popular", compuesta por combatientes leales a Hadi y otras fuerzas hostiles a los rebeldes chiítas.
Según el ministerio saudita de Defensa, la campaña aérea de la coalición árabe ha logrado "eliminar con éxito las amenazas que pesaban sobre la seguridad de Arabia Saudita y de los países vecinos".
Los aviones de la coalición liderada por
Arabia Saudita lanzaron ayer nuevos bombardeos contra los
rebeldes chiítas hutíes en
Yemen, pese a haber anunciado el martes el fin de la campaña aérea de apoyo a las fuerzas leales al presidente yemení.
El martes por la noche, Arabia Saudita declaró el fin de la campaña aérea de la coalición que dirige, reservándose al mismo tiempo el derecho de bombardear de nuevo si se producían movimientos sospechosos por parte de los rebeldes.
Los bombardeos de ayer estaban destinados a ayudar a la
Brigada 35 blindada, fiel al jefe de Estado exiliado, Abd Rabo Mansur Hadi, después de que su campamento en Taez fuera asaltado y tomado por los insurgentes. En la misma ciudad, Arabia bombardeó también un lugar donde se reunían los hutíes con sus aliados.
Pero a pesar del éxito proclamado por la coalición árabe tras una operación de cuatro semanas cuyo objetivo era restaurar la autoridad del presidente Hadi, la capital Saná seguía ayer en manos de los rebeldes y proseguían los combates en el sur.
En Adén, segunda ciudad de Yemen, así como en Taez, Dhaleh y Huta, se enfrentaban los insurgentes y miembros de la "resistencia popular", compuesta por combatientes leales a Hadi y otras fuerzas hostiles a los rebeldes chiítas.
Según el ministerio saudita de Defensa, la campaña aérea de la coalición árabe ha logrado "eliminar con éxito las amenazas que pesaban sobre la seguridad de Arabia Saudita y de los países vecinos".