Los
obispos católicos advirtieron hoy que "el
narcotráfico es un drama nacional" y reclamaron una "profunda transformación cultural" y "políticas de Estado" para combatirlo.
"Reconociendo el problema del narcotráfico como un drama nacional, como pastores de la Iglesia en la Argentina asumimos nuestra responsabilidad y queremos profundizar nuestro compromiso", advirtieron la
Conferencia Episcopal Argentina a través de un documento.
Los prelados, encabezados por monseñor José María Arancedo, señalaron que "en diversos lugares del país se vive en una gran indefensión institucional, que reclama la responsabilidad de quienes gobiernan y de todos los legisladores y miembros del poder judicial". "Se necesitan políticas de Estado que sean adecuadas y explícitas, concretas y firmes, para eliminar el narcotráfico y el narcomenudeo", puntualizaron en su pronunciamiento, que no es el primero de los obispos respecto al problema del tráfico de drogas en el país.
En el documento titulado "No al narcotráfico, sí a la vida plena", los obispos señalaron que "la guerra contra las drogas" está "perdida para quien no se opone a la instalación de este sistema".
"Hoy nadie puede dudar que es necesario poner radares y disponer de las mejores fuerzas de seguridad posibles. Pero la respuesta verdaderamente adecuada consiste en una profunda transformación cultural", subrayaron.
A sólo días de la asunción presidencial de Mauricio Macri, los obispos remarcaron, en este sentido, que el narcotráfico es "un negocio de dimensiones mundiales" pero que el Estado "debe oponer una fuerza organizada para neutralizar los enormes daños que causa este flagelo que nos atormenta".
Los
obispos católicos advirtieron hoy que "el
narcotráfico es un drama nacional" y reclamaron una "profunda transformación cultural" y "políticas de Estado" para combatirlo.
"Reconociendo el problema del narcotráfico como un drama nacional, como pastores de la Iglesia en la Argentina asumimos nuestra responsabilidad y queremos profundizar nuestro compromiso", advirtieron la
Conferencia Episcopal Argentina a través de un documento.
Los prelados, encabezados por monseñor José María Arancedo, señalaron que "en diversos lugares del país se vive en una gran indefensión institucional, que reclama la responsabilidad de quienes gobiernan y de todos los legisladores y miembros del poder judicial". "Se necesitan políticas de Estado que sean adecuadas y explícitas, concretas y firmes, para eliminar el narcotráfico y el narcomenudeo", puntualizaron en su pronunciamiento, que no es el primero de los obispos respecto al problema del tráfico de drogas en el país.
En el documento titulado "No al narcotráfico, sí a la vida plena", los obispos señalaron que "la guerra contra las drogas" está "perdida para quien no se opone a la instalación de este sistema".
"Hoy nadie puede dudar que es necesario poner radares y disponer de las mejores fuerzas de seguridad posibles. Pero la respuesta verdaderamente adecuada consiste en una profunda transformación cultural", subrayaron.
A sólo días de la asunción presidencial de Mauricio Macri, los obispos remarcaron, en este sentido, que el narcotráfico es "un negocio de dimensiones mundiales" pero que el Estado "debe oponer una fuerza organizada para neutralizar los enormes daños que causa este flagelo que nos atormenta".