Hace mucho tiempo que los pintorescos departamentos del barrio Coronel Arias han dejado de ser apacibles y se convirtieron en un verdadero escondite de malvivientes que consumen drogas y cometen ilícitos.
Las peatonales de las 298 y 172 Viviendas del complejo habitacional cambiaron su fachada desde hace tiempo, es que la humedad fue deteriorando las terrazas y la desidia de los gobiernos comunales se encargaron de devaluar su valor inmobiliario y convertirlo en un sector que está a merced de malvivientes.
"Este barrio está sumido en la droga, a cualquier hora vas a ver chicos muy chicos destruidos por las cosas que fuman, andan con una bombilla cortada y se drogan delante de todos. Permanecen prácticamente todo el día en los locales comerciales, y lo peor de todo esto es que cuando se les acaba el dinero, comienzan a exigir dinero a cualquier vecino y si no accedes, te asaltan", le dijo a nuestro diario un vecino de apellido López.
El hombre manifestó además que tuvo que abandonar el barrio, "no me quedó otra opción que poner en alquiler mi departamento por los problemas que tenía con los jóvenes, se drogaban justo en la ventana de mi habitación, los denuncié y ahí empezó mi calvario. Entraron a robar a mi casa tres veces, asaltaron a mis hijos en la parada del colectivo, pero pese a las denuncias que realicé, los jóvenes se siguen drogando y siguen delinquiendo en el barrio".
"Los muchachitos no superan los 20 años de edad, y como pasa en todas partes, nos conocemos todos, los vecinos sabemos dónde viven y de quiénes son hijos, pero en los años que viví, jamás vi que los policías recorran la zona", dijo. El hombre además dijo que los otros vecinos no se quieren involucrar en esto, por temor a las represalias, "que llegan más rápido que los llamados que hicimos a la Seccional 31º".
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Hace mucho tiempo que los pintorescos departamentos del barrio Coronel Arias han dejado de ser apacibles y se convirtieron en un verdadero escondite de malvivientes que consumen drogas y cometen ilícitos.
Las peatonales de las 298 y 172 Viviendas del complejo habitacional cambiaron su fachada desde hace tiempo, es que la humedad fue deteriorando las terrazas y la desidia de los gobiernos comunales se encargaron de devaluar su valor inmobiliario y convertirlo en un sector que está a merced de malvivientes.
"Este barrio está sumido en la droga, a cualquier hora vas a ver chicos muy chicos destruidos por las cosas que fuman, andan con una bombilla cortada y se drogan delante de todos. Permanecen prácticamente todo el día en los locales comerciales, y lo peor de todo esto es que cuando se les acaba el dinero, comienzan a exigir dinero a cualquier vecino y si no accedes, te asaltan", le dijo a nuestro diario un vecino de apellido López.
El hombre manifestó además que tuvo que abandonar el barrio, "no me quedó otra opción que poner en alquiler mi departamento por los problemas que tenía con los jóvenes, se drogaban justo en la ventana de mi habitación, los denuncié y ahí empezó mi calvario. Entraron a robar a mi casa tres veces, asaltaron a mis hijos en la parada del colectivo, pero pese a las denuncias que realicé, los jóvenes se siguen drogando y siguen delinquiendo en el barrio".
"Los muchachitos no superan los 20 años de edad, y como pasa en todas partes, nos conocemos todos, los vecinos sabemos dónde viven y de quiénes son hijos, pero en los años que viví, jamás vi que los policías recorran la zona", dijo. El hombre además dijo que los otros vecinos no se quieren involucrar en esto, por temor a las represalias, "que llegan más rápido que los llamados que hicimos a la Seccional 31º".
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