Air France desató ayer la ira de su personal al oficializar un plan de reestructuración que acarrearía la supresión de 2.900 empleos en dos años, tras fracasar las negociaciones con los pilotos, que rehusaron el aumento de las horas de vuelo.
En el marco de un llamamiento a la huelga de varios sindicatos, cientos de empleados irrumpieron ayer en la sede de la compañía aérea e interrumpieron el Comité de Empresa en el que la dirección anunciaba su plan a los gremialistas.
La dirección de Air France denunció "violencias físicas" y anunció su intención de presentar una demanda. Según un sindicalista, el director de recursos humanos, Xavier Broseta, estuvo cerca de "ser linchado".
El primer ministro, Manuel Valls, condenó esos actos declarándose "escandalizado por las violencias inaceptables" de los manifestantes.
Valls manifestó su "apoyo a la dirección de Air France" y a los directivos "agredidos físicamente".
Entre 1.000 y 2.000 manifestantes se habían agrupado delante de la sede de la compañía, cerca del aeropuerto de París-Roissy.
No obstante, la huelga no afectó mayormente el tráfico. La compañía aérea francesa indicó que mantiene todos sus vuelos, aunque habrá "probables retrasos".
Air France desató ayer la ira de su personal al oficializar un plan de reestructuración que acarrearía la supresión de 2.900 empleos en dos años, tras fracasar las negociaciones con los pilotos, que rehusaron el aumento de las horas de vuelo.
En el marco de un llamamiento a la huelga de varios sindicatos, cientos de empleados irrumpieron ayer en la sede de la compañía aérea e interrumpieron el Comité de Empresa en el que la dirección anunciaba su plan a los gremialistas.
La dirección de Air France denunció "violencias físicas" y anunció su intención de presentar una demanda. Según un sindicalista, el director de recursos humanos, Xavier Broseta, estuvo cerca de "ser linchado".
El primer ministro, Manuel Valls, condenó esos actos declarándose "escandalizado por las violencias inaceptables" de los manifestantes.
Valls manifestó su "apoyo a la dirección de Air France" y a los directivos "agredidos físicamente".
Entre 1.000 y 2.000 manifestantes se habían agrupado delante de la sede de la compañía, cerca del aeropuerto de París-Roissy.
No obstante, la huelga no afectó mayormente el tráfico. La compañía aérea francesa indicó que mantiene todos sus vuelos, aunque habrá "probables retrasos".