Según la requisitoria fiscal,
Gustavo Herrera era propietario de una radioemisora denominada Máster en la ciudad de
Perico, y el 16 de febrero del 2010 fue invitado junto a su pareja
Jorge Luis Dávila a un almuerzo con motivos de celebrar una "chaya" en el domicilio de la señora Yolanda Calisaya, ubicado en avenida Paraguay del barrio La Esperanza.
Herrera y Dávila llegaron al lugar alrededor de las 13.15, a bordo de una motocicleta marca Motomel de 110cc de cilindrada y además transportaban consigo a Gabriel Ariel Iraola.
Luego de haber permanecido en ese lugar e ingerido bebidas alcohólicas, ocurrió una discusión en la pareja, y tiempo después abandonaron el lugar, donde Dávila quien conducía la motocicleta llevó a Herrera hasta un descampado ubicado detrás del hospital "Arturo Zabala" para tener relaciones sexuales.
Allí y por cuestiones que se tratan de establecer, mantuvieron una fuerte discusión. El inculpado Jorge Dávila, con intención de quitarle la vida, arremetió contra la integridad física de Herrera, "produciéndole heridas con algún objeto contuso cortante y algún elemento romo o golpe de puño o patadas, todas en la zona de la cabeza, causándole politraumatismos", siendo el de mayor importancia en la zona cervical y cuello.
Estas lesiones ocasionaron seguidamente que a fin de ocultar el hecho, el acusado arrojara el cuerpo del occiso a un canal de riego que se encuentra próximo al lugar donde ocurrieron los hechos y días después fuera hallado por efectivos de la Policía de la Provincia.
Según la requisitoria fiscal,
Gustavo Herrera era propietario de una radioemisora denominada Máster en la ciudad de
Perico, y el 16 de febrero del 2010 fue invitado junto a su pareja
Jorge Luis Dávila a un almuerzo con motivos de celebrar una "chaya" en el domicilio de la señora Yolanda Calisaya, ubicado en avenida Paraguay del barrio La Esperanza.
Herrera y Dávila llegaron al lugar alrededor de las 13.15, a bordo de una motocicleta marca Motomel de 110cc de cilindrada y además transportaban consigo a Gabriel Ariel Iraola.
Luego de haber permanecido en ese lugar e ingerido bebidas alcohólicas, ocurrió una discusión en la pareja, y tiempo después abandonaron el lugar, donde Dávila quien conducía la motocicleta llevó a Herrera hasta un descampado ubicado detrás del hospital "Arturo Zabala" para tener relaciones sexuales.
Allí y por cuestiones que se tratan de establecer, mantuvieron una fuerte discusión. El inculpado Jorge Dávila, con intención de quitarle la vida, arremetió contra la integridad física de Herrera, "produciéndole heridas con algún objeto contuso cortante y algún elemento romo o golpe de puño o patadas, todas en la zona de la cabeza, causándole politraumatismos", siendo el de mayor importancia en la zona cervical y cuello.
Estas lesiones ocasionaron seguidamente que a fin de ocultar el hecho, el acusado arrojara el cuerpo del occiso a un canal de riego que se encuentra próximo al lugar donde ocurrieron los hechos y días después fuera hallado por efectivos de la Policía de la Provincia.