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23 de Julio,  Jujuy, Argentina
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Fito Paéz emocionó y conquistó Ecuador

Lunes, 02 de junio de 2014 12:19

Luces apagadas, todo listo y, súbitamente, sonidos de teclados se escuchan al fondo, entre cinco músicos que aguardan la llegada de un grande. Fito asoma por la derecha del escenario con la confianza que solo dan los años, tan "canchero" como lo ha sido desde sus inicios, son las 20.48 y el músico rosarino interpreta la canción que le da título a su último disco: "Yo te amo".

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Luces apagadas, todo listo y, súbitamente, sonidos de teclados se escuchan al fondo, entre cinco músicos que aguardan la llegada de un grande. Fito asoma por la derecha del escenario con la confianza que solo dan los años, tan "canchero" como lo ha sido desde sus inicios, son las 20.48 y el músico rosarino interpreta la canción que le da título a su último disco: "Yo te amo".

La estética guarda los colores rosados, el mismo Fito viste un terno rosa con camisa blanca y corbata negra, mientras que sus músicos, todos de negro, se ven más formales y muy profesionales, se nota que gozan tocando junto a la leyenda viva del rock argentino, la buena química entre todos es obvia.


El rosarino conquistó a Ecuador.
Margarita, hija de Fito se "asoma" tras el escenario, en una pantalla grande, actuando en el video que lleva su mismo nombre. La pequeña gusta al público mientras su padre le dice “como te amo Margarita”, como si ella se encontrara a su lado, seguramente él lo siente así.

La noche recién comienza y Páez hace un recorrido por varios temas de sus anteriores discos. Luego de una "rueda mágica" y un "jardín de los mares", el cantautor gaucho se pone emotivo con un drama que recuerda la guerra de Las Malvinas, "La canción del soldado y Rosita Pazos", saca aplausos solemnes del público que se deja llevar por la sentida letra y la actuación de Fito en un video realizado por él.

Luego llegaría "Naturaleza sangre" que fue la antesala del tan esperado "Al lado del camino". El tema personal es como una autobiografía de Fito con el que muchos se ven reflejados.

Luego, el tributo a Gustavo Cerati y "El Flaco" Spinetta con "La velocidad del tiempo", “los dos sabemos engañar a la muerte”, sería una de las últimas frases que le diría a su amigo Cerati según reveló el rockero argentino.

Segundo acto

Luego de una corta pausa vuelve Páez cambiado de ropa, con un gran abrigo blanco y pantalón a cuadros, “no puedo vivir, Quito, sin tu amor”, exclama, cambiando un ‘pedacito’ a la letra de ‘El amor después del amor’, uno de los primeros temas que lanzaría al estrellato al protagonista de la noche.

‘Creo’, ‘Tumbas de la gloria’ y un solo de piano dieron paso a ’11 y 6’ que luego se cubrieron de ‘Un vestido y un amor’ y para no desaprovechar el gran piano blanco, con la misma ‘viada’ hizo una seguidilla de canciones con ‘She’s mine’, ‘Cable a tierra’ y ‘Dale alegría a mi corazón’, donde todo el público que llenaba el Ágora de la Casa de la Cultura coreó al unísono.


En ‘Brillando sobre mí’ se apagaron las luces para que el recinto sea iluminado por cientos de celulares prendidos, preludio para el ‘Circo beat’.

Antes de la segunda pausa todos se pusieron más rockeros y la distorsión de las guitarras se sintieron en el Ágora. ‘Ciudad de pobres corazones’ retumbó el establecimiento mientras Fito se subía a su piano para tocar desde ahí.

Enseguida llegó ‘A rodar’ y Páez se desprendió de su abrigo e invitó al público al clásico ondeo de camisetas mientras se despedía de la segunda parte del show.

Cierre, final… y un poquito más

“Olé, olé, olé, Fito, Fito…” coreaban los asistentes, hasta que retomó el escenario con un traje oscuro y brilloso entre los acordes de ‘Dar es dar’. Pero a la noche le faltaba algo y, sin lugar a dudas, las primeras notas de ‘Mariposa tecnicolor’ hicieron que nadie se quede sentado formando un ambiente de felicidad compartida entre el público.

Son las 22:52, “¡buenas noches Quito, conicertazo!”, grita emocionado Páez, aplaude, firma un autógrafo, se abraza con sus músicos y hace una venia de despedida, por ahí un fan trata de lanzarse pero es retenido por la seguridad.

Las luces se apagan, la mitad de los asistentes salen del local pero la otra mitad continúa gritando “una más…”, son casi las 23:00 y repentinamente, sin previo aviso, ante la sorpresa de todos, Fito regresa con sus músicos, “se lo merecen” grita Páez y regala un tema más.

‘El diablo de tu corazón’ se apodera de las tablas, son las 23:04 y ahora sí, con un público más que satisfecho, las luces se apagan. Parafraseando a Fito: “conciertazo”.

Fuente: Diario La Hora de Ecuador

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