°
16 de Julio,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Un primo hermano del Papa vive en la provincia

Viernes, 15 de marzo de 2013 22:52

 “Siempre fue devoto de San José porque su abuelo y el mío eran carpinteros”, dijo Carlos Picchi sobre el actúa Papa Francisco.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

 “Siempre fue devoto de San José porque su abuelo y el mío eran carpinteros”, dijo Carlos Picchi sobre el actúa Papa Francisco.

“Si lo votaron es porque quieren cambiar el rumbo, quieren un Jorge Bergoglio, ojalá se pueda”, afirmó.

Carlos Picchi (72) reside en esta provincia desde 1978 y es uno de los cinco primos que compartieron la niñéz del ahora Papa Francisco, de quien recuerda su infancia e inicios en ese caminar en las sandalias del pescador, que lo hicieron seguir sus huellas y cruzar el mar para ser el sucesor de Pedro.

Los recuerdos se centran sobre todo en su infancia, cuando su madre Catalina Ester, hermana de Oscar, Luis y de Regina Sívori (madre de Jorge Mario Bergoglio), compartían sus primeros años de vida en la casa de la abuela María Gogna y su abuelo Francisco Sívori.

Cabe apuntar que los padres de Carlos Picchi y de sus hermanos María Leonor y Julio Horario, son Catalina Ester Sívori y Guillermo Angel Picchi, vivían en Almagro; mientras que Regina Sívori se casó con Mario Bergoglio, ferroviario, son los padres de Jorge Mario primogénito, y sus hermanos Oscar, Marta, Alberto y María Elena y vivían en Flores.

Esa infancia que recuerda Carlos fue compartida en la casa de sus abuelos ubicada en calle Membrillar y Francisco de Bilbao en Flores, una familia muy humilde de trabajadores inmigrantes italianos. Compartieron mucho de la infancia debido a que sólo se llevaban cuatro años de diferencia, hasta que más tarde discontinuaron sus encuentros frecuentes para sólo compartir los domingos en la casa de su abuela, donde continuaron los juegos a las bolillas, el balero y el fútbol por lo cual se hicieron hinchas de San Lorenzo. También recuerda Carlos, que había una revista llamada Jovi donde enseñaban a hacer aparatos, como la primera radio galena que hicieron juntos; y leían también la Enciclopedia de la Juventud que tenía capítulos dedicados a las Ciencias, que eran de la preferencia de ambos. Ya un poquito más grandes, se hicieron filatelistas, e iban al famoso ombú del parque Italiano para cambiar estampillas y escribían a distintas embajadas para que les mandaran estampillas con lo que armaban unos álbumes que les había preparado “el tío Oscar”.

Desde chiquito a Jorge le interesaba mucho la Química así que le enseñaba a Carlos algunos valores de los elementos de la tabla periódica, pero no le gustaba sólo la ciencia sino que leían de todo.

Es decir que esa era la vertiente, la Química, y no tanto lo religioso que apareció luego porque estudió en la Escuela Técnica para ser técnico químico y llevaba siempre su escudito con las iniciales del partido peronista que al ingresar al seminario dejó las ideologías políticas.

Pocos años antes de dejar de verse, Carlos acompañó a su primo Jorge al Hospital Militar donde había un padre salesiano que era el capellán, y tuvo sus primeras charlas de tipo teológico y que seguramente luego lo decidió a seguir ese camino, porque cerca de los veinte o veintiún años decidió ingresar al noviciado. Eso y el hecho de que Carlos decidiera viajar a Estados Unidos para seguir sus estudios fueron los motivos que interrumpieron el contacto de los primos por espacio de unos 45 años.

Más adelante, Picchi señaló que “a partir de esas charlas, el ahora Papa, siguió su formación con los salesianos porque estaban en todo Almagro, pero después él, como buen estudioso decidió ser jesuita, los más intelectuales de la Iglesia Católica; aunque él siempre fue una persona austera y humilde, y ejemplo de ello por antonomasia era San Francisco de Asís, y de allí creo que tomó su nombre papal”.

De su reencuentro comentó que “recién nos volvimos a ver en el 2008 cuando él vino a Jujuy a una Asamblea Diocesana en el Estadio Federación de Básquet donde recuerdo que después de eso lo molesté para pedirle que consiguiese un donante para terminar la capillita de San Pablo, que le faltaba el cielorraso y las aberturas y la parte de hierro. Y él le giró a monseñor Marcelo Palentini el dinero, pero lo interesante es que cuando yo le pregunté a quien había que agradecerle la donación de 10 mil pesos en aquella época, me dijo que el donante prefería conservar su nombre en el anonimato, pero seguramente lo pagó de su bolsillo, -dijo emocionado-, porque es un hombre muy desprendido. Lo creo así, porque cuando uno busca dinero de un donante, va por muchos lados, pero él entregó la plata al día siguiente”.

Gran emoción

Luego de ese hecho, dijo que no volvieron a continuar la relación, pero recibió el nombre de su primo como nuevo Papa con una gran emoción y “me pasé viendo los distintos canales y llorando todo el día, pero no porque sea argentino o de cualquier otro país, sino simplemente podía estar contento porque era el nuevo Papa”.

Al mismo tiempo Picchi dijo estar muy preocupado porque su primo es una persona muy sensible y en su opinión “él es lo más cercano a tener como ejemplo lo que realmente era Jesús. Jesús predicaba la humildad, la austeridad y le enseñó a sus apóstoles no preocuparse por la comida ni por sus vestidos, y Jorge actuaba de la misma manera, siempre lo conocí así. Mi preocupación es también porque él tuvo algunas dificultades con la presidente de la Nación y con Néstor Kirchner en su momento, por ser un hombre que además de su franqueza era firme en sus convicciones, y lo sé porque mi pensamiento filosófico es igual al del Santo Padre, ya que fuimos criados en lo mismo”.

Agregó que su preocupación además “es porque una cosa es lo teológico y otra es la realidad, El Vaticano es un Estado, que tiene muchos problemas que los tendrá que atender Jorge, que siempre estuvo por lo espiritual, por el lado de los necesitados de todo el mundo y cuando se entra en un mundo de poder, se encuentra con un puñado de amigos pero también de enemigos, el problema del Banco Ambrosiano y cuántas cosas que no conocemos y desbarajustes que hay”.

En cuanto a la tarea que ejercerá en El Vaticano recordó que “Jorge siempre decía al despedirse de alguien, "recen por mí’, eso fue lo que me dijo cuando nos reencontramos en Jujuy, cuando nos despedimos "rezá por mí’ pero creo que lo hice sólo un par de veces, porque tengo la convicción de que si hay alguien que no necesitaba que rezaran por él, era él; pero ahora estoy rezando desde que me enteré de su Papado porque creo que lo va a necesitar mucho”.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD