Los pañuelos blancos se volvieron a agitar ante la imagen de la Patrona de Jujuy, la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya.
inicia sesión o regístrate.
Los pañuelos blancos se volvieron a agitar ante la imagen de la Patrona de Jujuy, la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya.
Por la mañana miles de fieles celebraron ayer esta festividad peregrinando todas las áreas pastorales, movimientos e instituciones laicales, religiosas y de vida consagrada al Santuario de Río Blanco.
El obispo de Jujuy, Daniel Fernández, encabezo la celebración central, por la tarde en el atrio de la Catedral Basílica. Consideró que al ser la primera celebración patronal con el Papa Francisco I ha sido un despertar de la fe a la luz de la imagen del Santo Padre.
Haciendo hincapie en que la prédica y el testimonio “nos hace tanto bien y está despertando a muchos, renovándoles la frescura del Evangelio que nos hacía tanta falta”, se refirió al Papa en su mensaje.
La procesión por las calles de la ciudad incluyó la participación de la banda de sikuris “7 de Octubre” del barrio Mariano Moreno, las banderas de ceremonia y la bandera papal portada por alumnos de diferentes colegios y el clero jujeño, además de la feligresía.
La santa imagen recorrió el casco céntrico por calles Belgrano, Lavalle, Salta, Otero y Belgrano, acompañada por cientos de fieles. La guardia de los Servidores de la Virgen la escoltaron durante el trayecto.
El obispo en su homilía reflexionó y saludó a la feligresía jujeña frente a la imagen de la patrona de la provincia la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya que tiene que ver con la historia. “La milagrosa aparición de la Virgen es un signo de su presencia en el nacer de este pueblo argentino”, expresó.
Recordó la peregrinación de Luján en las pampas argentinas donde también la Virgen quiso quedarse, “eso significa el amor de una madre que expresa toda la ternura y el amor a Dios que dice: quiero estar con ustedes. Quiero acompañar la vida de ustedes con mi bendición, mi ayuda materna. Ella sintetiza lo que queremos recibir de Dios: el amor de una madre está condensado, todo el amor que el hombre necesita para desarrollarse. Principalmente es para sentir la pertenencia de lugar. María dice "Ustedes me pertenecen, a este que es mi pueblo, la familia de Dios’. Esa es nuestra hermosa dignidad”, afirmó.
En otro tramo hizo referencia a los indefensos y los pobres “esos que no tienen defensor tienen la ayuda de Dios. Jesucristo escucha e intercede. Tenemos que interiorizar el misterio del amor de María”, dijo.
En este Año de Gracia, Año de la Fe, dijo “nuestra vida es el canto de María, es alabanza queremos comprender lo que Dios hace. Hoy con nuestra madre seamos el pueblo que canta que no se olvida de los pobres, para que nuestra vida y la fe en este año entusiasmen, den ganas de vivir. Razones para creer, amar. Es posible encontrar la dicha en el dolor como le pasó a María”, reflexionó.
Las peticiones durante la celebración fueron por el Papa Francisco I, por el obispo Daniel Fernández y sacerdotes de la Diócesis jujeña. También por los gobernantes para que ejerzan su función en libertad siendo constructores del bien común; por las familias que permanezcan unidas en oración.
En el mes de la Patrona se irá profundizando el mensaje de la Diócesis en las peregrinaciones dominicales.