Existen múltiples historias del surgimiento del nombre de éste barrio y de las acepciones de Cuyaya. Nombre aborigen, de un cacique, Cuyay, que fue cabeza de tribu del valle Xibi-Xibi. Es una de las pocas palabras del idioma Kakana, que ya se extinguió, dice Félix Infante en el libro "Calles de mi ciudad".
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Existen múltiples historias del surgimiento del nombre de éste barrio y de las acepciones de Cuyaya. Nombre aborigen, de un cacique, Cuyay, que fue cabeza de tribu del valle Xibi-Xibi. Es una de las pocas palabras del idioma Kakana, que ya se extinguió, dice Félix Infante en el libro "Calles de mi ciudad".
Dicen algunos que fue el primer barrio de Jujuy, pero no será el único en declararse el primero. Antes de convertirse en la zona residencial que es hoy, Cuyaya era una región de chacras y huertas donde se cosechaban algunas flores, frutas y verduras.
Dice la historia que los terrenos que conforman hoy el barrio, fueron la primera opción para la expansión de San Salvador de Jujuy. Era el destino obligado de quienes buscaban un espacio más fresco en las tardes de verano y que cruzaban el Río Chico para conseguirlo. Una enorme y variada vegetación.
Un año después, en 1936, se inauguró la escuela; y al año siguiente se fundó el "Club Atlético Cuyaya", que como todo centro deportivo de la época, sirvió para ayudar al crecimiento del barrio por la participación de los vecinos.
Hoy, Cuyaya es uno de los barrios más populosos de San Salvador de Jujuy.
Concentra un importante número de habitantes orgullosos, la mayor parte de ellos, habitantes de toda una vida. Sus calles empinadas no amedrentan a quienes quieren recorrer el barrio para disfrutar de esas mismas arboledas que supieron enamorar a todos.
Las tardes de primavera o las mañanas de otoño, siguen siendo un placer, cuando se disfrutan en la plaza. Floridos lapachos y enormes ceibos concentran la atracción.
La actividad vecinal continúa en permanente trabajo, donde el Club Atlético Cuyaya busca forjar el crecimiento, aún mayor, de los habitantes de la zona; concentrando niños, adolescentes, adultos; fanáticos.
Con el crecimiento a lo largo y ancho, solamente el río Xibi-Xibi lo separa del centro, precisamente el del Lago Popeye, una mera cuestión geográfica, pero que determina: "ser bien jujeño, pero de Cuyaya"