Cinco sujetos, cuatro de ellos perteneciente a distintas fuerzas de seguridad, fueron detenidos en Santiago del Estero por el juez federal Guillermo Molinari, quien ordenó una investigación que nació de denuncias de viajeros de tours de compras que fueron esquilmados en Santiago del Estero por una banda que realizaba operativos truchos en distintas rutas.
Por el asunto están detenidos un gendarme, un policía provincial, un civil y uno de la Policía Federal. En tanto figura en calidad de prófugo un segundo efectivo provincial de Santiago del Estero, quien habría huido hacia el departamento Anta, Salta. El quinteto está acusado de desplegar falsos controles viales y solicitar el pago de coimas a los tours de compras que salen de Orán con destino al sur. Según se desprende de los allanamientos ordenados y, coordinados por el juez federal.
El grupo estaba conformado por Brian Martínez, PFA; René Contreras -policía de la provincia-; otro policía apodado "Bebe" Vera; el civil Sandín y el gendarme Molina.
La Unidad de Investigaciones Antidrogas Santiago del Estero (Gendarmería) realizó a lo largo de cuatro meses una exhaustiva labor investigativa que permitió seguir de cerca a una banda delictiva que plantaba controles viales falsos. El fin era obtener una compensación económica por parte de los colectivos que vuelven de Orán/Bolivia cargados de elementos de contrabando, a cambio de no ser controlados. Estos colectivos venían señalados ya de origen, asegura una fuente. Es decir, la banda sabía a quienes despojar de todo o hacer sonar el clink caja.
El jueves, teniendo esos indicios, los gendarmes detectaron a los involucrados sobre la ruta nacional 16, esperando varios tours que venían de Orán. La banda se enchalecó, puso los conos, probaron las linternas, se amarraron las armas, iniciando el despliegue de un dispositivo de control falso pero totalmente creíble, pues usaban todos el uniforme de policías viales.
Ahí les cayeron los verdes enviados por Molinari. Los federales redujeron a tres hombres vestidos de policías y constataron que dos eran efectivos de fuerzas federales, y un civil.
Urgente, el juez Molinari puso en marcha redadas. Contreras y Martínez cayeron en Granadero Gatica, departamento Moreno. Les retuvieron los celulares y los funcionarios advirtieron que también estarían "pegados" a las drogas con informantes en la frontera norte, trascendió.
Todo tiene que ver con todo
Con la misma inmediatez, los gendarmes golpearon con cuatro allanamientos: tres en la ciudad de Monte Quemado, Copo, que limita con la provincia de Salta y uno en Quimilí, Moreno. En "Monte" trabajaron en casas de Martínez y en lo del "Bebe Vera", efectivo provincial de Santiago del Estero que se fugó por ruta 16 hacia Anta. Al terminar la jornada, los funcionarios secuestraron prendas de personal policial, chalecos balísticos, armas de fuego, conos, linternas, dinero, teléfonos y otros elementos de interés para la causa.
Desarmaron una Aduana rutera
La banda con integrantes de tres fuerzas de seguridad y un civil de comandante -supuestamente- se dedicada a chalequear a los coordinadores de los tours de compras, pues tenían datos de lo que llevaban y a través de ese conocimiento le aplicaban la tarifa.
Habían fundado una Aduana interfuerzas nocturna, con logística, ya que armaban el operativo cuando los tours estaban llegando al lugar elegido. No solo se quedaban con las coimas (millonarias) sino que supuestamente tenían nexos con las drogas, que circulan por distintas rutas.
Su condición de tener elementos de tres fuerzas de seguridad hacía que manejaran datos precisos de los micros y de la posiciones de sus camaradas a esas horas. Todo sobre seguro y con horarios precisos para dar el golpe, desarmar todo y huir.
El juez Guillermo Molinari habría iniciado la rueda de indagatorias. Se trata del expediente "1023/2025, N.N, infracción a la ley 23.737", lo cual deja en claro que también es abarcativo a las drogas.
Pese al hermetismo general, se supo que la mayoría de los detenidos residen en Monte Quemado. Brian Martínez tiene a su familia allí y su destino laboral era Córdoba.
Trascendió que Contreras trabajaba en Monte Quemado y su esposa también es de allí. El nació en Pampa de los Guanacos, Copo. El prófugo "Bebe" Vera también está afincado en Monte Quemado.
La justicia federal reconstruye cada pieza de la banda, resuelta en establecer la jefatura y logística en Salta. Molinari le dio un golpe a las mafias del mejicaneo con soplones en la frontera, sobre todo en Orán, desde donde parten los turistas compradores y algunos transportistas de droga.
A excepción del "Bebe" Vera, prófugo, el resto permanece alojado en celdas separadas en Gendarmería Nacional.