°
7 de Noviembre,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Actualizan la regulación de la industria vitivinícola y derogan 973 normas "obsoletas"

El INV dejó de fiscalizar todo el proceso productivo y se focaliza en asegurar la calidad del vino.

Viernes, 07 de noviembre de 2025 10:04

El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) modificó el marco regulatorio de la actividad y desde ahora se concentra en “asegurar la calidad del vino que llega a los consumidores”. Deja de “fiscalizar todo el proceso productivo”, que generaba “costos, demoras y pérdida de competitividad” debido a “los excesivos controles y trámites”.

El cambio se plasmó en un Digesto Normativo de 92 páginas que se incluye en uno de los anexos de la resolución 37/2025, publicada este viernes en el Boletín Oficial, que implica la derogación de 973 normas de un total de 1.207 que regulan la actividad vitivinícola.

“Esta reforma pone fin a un esquema regulatorio sobredimensionado, oneroso, ineficaz y burocrático, que durante años obstaculizó el desarrollo de una de las principales economías regionales de la Argentina”, sostuvo la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca en un comunicado.

Si bien la resolución es formalmente responsabilidad del INV, Agricultura se atribuyó la puesta en ejecución junto al Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, cuyo titular, Federico Sturzenegger, destacó la reformulación del rol del Instituto en un extenso posteo en la red social X.

El INV “dejará de intervenir en las etapas iniciales e intermedias del proceso productivo para concentrarse exclusivamente en el control del producto final, garantizando que los vinos sean aptos para el consumo y no estén adulterados”, sintetizó Agricultura en un comunicado, en el que remarcó que el organismo “dejará de fiscalizar todo el proceso productivo y se enfocará en asegurar la calidad del vino que llega a los consumidores”.

"Durante décadas, la actividad estuvo regida por más de 1.000 normas dispersas, muchas de ellas obsoletas”, señaló al respecto Agricultura, en referencia a resoluciones y disposiciones que en algunos casos datan de 1981, tal como se especifica en el segundo anexo de la medida. De esta forma, agregó, se le da lugar a “un nuevo régimen basado en la libertad, la responsabilidad y la competencia”.

Sturzenegger ponderó que “Argentina produce 900 millones de litros de vino por año, lo que la convierte en el quinto productor mundial”, con exportaciones de “USD 800 millones anuales”.

“Pero el consumo mundial del vino está cayendo y los gustos cambian (por ejemplo se impone en varios países el consumo de vino sin alcohol)”, advirtió, por lo que consideró “imperativo darle a la industria la flexibilidad y libertad necesarias para adaptarse a este cambiante entorno”.

La reformulación del rol del INV, indicó “responde a un diagnóstico compartido por toda la industria”, en el convencimiento de que “los excesivos controles y trámites impuestos por el INV habían generado costos, demoras y pérdida de competitividad”.

“Para tomar noción de lo exagerado de esté régimen, en 2024 el INV emitió 140.000 permisos de tránsito y realizó más de 5.000 inspecciones a bodegas”, precisó Sturzenegger, quien a su vez señaló que “existen registros de empresas que recibían una inspección cada 2 días” y además “el INV se encargaba de trámites innecesarios como la determinación año a año del grado alcohólico mínimo permitido para cada tipo de vino según la zona”.

De ahora en más, según Agricultura, “los inspectores no fiscalizarán más en las bodegas y se verificará únicamente el producto terminado, es decir, en el tramo final de la cadena productiva. Con esta medida se dejarán de realizar aproximadamente unas 5.000 fiscalizaciones presenciales al año”.

De esta forma, “se eliminaron la Declaración Jurada semanal de elaboración, las multas y sanciones por presentaciones tardías de Declaraciones Juradas, y los permisos de tránsito”, en tanto “las certificaciones de origen, añada y varietal pasan a ser optativas” y el Instituto “continuará emitiendo las certificaciones exigidas para exportaciones, tal como lo requieren los países de destino”.

Sturzenegger fundamentó el cambio del rol del INV en que “menos burocracia son menos oportunidades para la corrupción” y que “ya no andarán los inspectores del INV interfiriendo en la producción de las bodegas (un reclamo de los productores que se repetía sin cesar)”.

“Como dice el titular del INV (Carlos Tizio), la inmensa mayoría de las bodegas hace años que no tiene problemas. ¿Por qué tratarlos como delincuentes? Ya bastantes dificultades tiene el negocio en sí mismo para que el Estado ande complicando las cosas”, concluyó.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD