En las últimas décadas, Argentina experimenta un cambio demográfico sin precedentes: cada vez nacen menos niños y niñas, y el peso relativo de la población menor de 18 años en los hogares se reduce de manera sostenida. Así lo confirma el Dosier Estadístico de Niñas, Niños y Adolescentes publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), que advierte sobre una caída pronunciada de la natalidad y un aumento en la concentración de la pobreza infantil.
Según el informe, la tasa de natalidad –que mide los nacimientos por cada mil habitantes– se redujo prácticamente a la mitad entre los años 2000 y 2023. Este fenómeno se enmarca en un proceso más amplio de descenso de la fecundidad y aumento de la esperanza de vida, que modifica la estructura etaria del país.
Además, el porcentaje de hogares con presencia de menores de 18 años cayó del 56,1% en 1991 al 44,7% en 2022. Es decir, en poco más de 30 años, uno de cada diez hogares dejó de tener niños, niñas o adolescentes entre sus miembros.
La situación no es homogénea en el territorio. Las jurisdicciones del Noroeste Argentino (NOA) presentan una mayor proporción de hogares con NNyA, mientras que la Tasa Global de Fecundidad (TGF) proyectada para 2025 muestra marcadas diferencias regionales, con valores que van desde 0,91 hasta 1,71 hijos por mujer.
Otro dato alarmante es que casi 6 de cada 10 hogares con niños, niñas o adolescentes se concentran en los quintiles de menores ingresos (Q1 y Q2). Esto refleja una infantilización de la pobreza: la presencia de menores es significativamente mayor en los sectores económicamente más vulnerables.
El informe también analiza el acceso a la salud y la educación. Si bien la mortalidad infantil se redujo a más de la mitad desde el año 2000, aún persisten desigualdades entre jurisdicciones. En el ámbito educativo, se observa que el desempeño en lectura está fuertemente condicionado por el contexto socioeconómico de los estudiantes.
Este dosier, publicado en el marco del Día Mundial de la Infancia, subraya la urgencia de políticas públicas que acompañen estas transformaciones demográficas y aborden las brechas estructurales que afectan a la niñez y la adolescencia en Argentina.