ABRA PAMPA (Corresponsal). En una jornada cargada de entusiasmo y tradición, Abra Pampa vivió el segundo encuentro de los "Miércoles Culturales", esta vez bajo la organización de la escuela N° 245. El encuentro reunió a alumnos de primero a séptimo grado de ambos turnos del establecimiento, junto a docentes, familias y artistas locales, en una verdadera fiesta de la cultura.
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ABRA PAMPA (Corresponsal). En una jornada cargada de entusiasmo y tradición, Abra Pampa vivió el segundo encuentro de los "Miércoles Culturales", esta vez bajo la organización de la escuela N° 245. El encuentro reunió a alumnos de primero a séptimo grado de ambos turnos del establecimiento, junto a docentes, familias y artistas locales, en una verdadera fiesta de la cultura.
Antes del inicio formal, niños, docentes y padres protagonizaron un emotivo pasaje desde la institución educativa, recorriendo la plaza central hasta llegar al salón donde se desarrolló el evento. El desfile fue una muestra viva del compromiso comunitario, con vestimentas típicas y una energía contagiosa que tiñó de alegría las calles abrapampeños.
La noche, aunque fresca, se encendió con el brillo de cada presentación infantil. Hubo desde las coplas entonadas con ternura, hasta las coreografías llenas de color y energía. Los danzantes, samilantes, caballitos y toritos, revivieron la memoria cultural, mientras las niñas, con cuartos en mano, realizaban coreografías únicas que evocaban el alma festiva de los pueblos. La presencia de los grupos folclóricos Los Hermanos Morales y Los Ecos del Huancar aportaron el calor necesario para que el público disfrutara sin reservas. Sus interpretaciones fueron el broche de oro de una jornada que reafirma, con orgullo, el valor del talento local y la vigencia de nuestras raíces.
El segundo "Miércoles Cultural" no solo fue una muestra artística, sino también un espacio de encuentro intergeneracional, donde la escuela se convirtió en puente entre la tradición y el presente. La participación activa de las familias y el entusiasmo de los niños reflejaron el espíritu de una comunidad que sigue apostando por la cultura.