Los llamados "robots de embarazo" podrían marcar un antes y un después en la reproducción humana. En la World Robot Conference 2025 en Pekín, el Dr. Zhang Qifeng, fundador de Kaiwa Technology en Guangzhou, China, presentó la idea de un humanoide equipado con un útero artificial capaz de gestar un feto durante diez meses y dar a luz.
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Los llamados "robots de embarazo" podrían marcar un antes y un después en la reproducción humana. En la World Robot Conference 2025 en Pekín, el Dr. Zhang Qifeng, fundador de Kaiwa Technology en Guangzhou, China, presentó la idea de un humanoide equipado con un útero artificial capaz de gestar un feto durante diez meses y dar a luz.
- El prototipo se espera para 2026 y busca ofrecer una alternativa más accesible para quienes enfrentan problemas de fertilidad.
- Su costo rondaría los 100.000 yuanes (unos US$ 14.000), mucho más barato que la gestación subrogada tradicional en Estados Unidos, que suele costar entre US$ 100.000 y US$ 200.000.
El sistema funcionaría con un útero artificial lleno de líquido amniótico, donde el feto recibiría nutrientes mediante una manguera que emularía el cordón umbilical. No se trata de una incubadora, sino de un robot diseñado para replicar el embarazo humano desde la fertilización hasta el nacimiento.
La tecnología de los úteros artificiales ya se considera madura en ambientes de laboratorio y existen precedentes como los experimentos con corderos prematuros en bolsas biológicas que lograron desarrollarse fuera del útero. Sin embargo, aún no está claro cómo se resolverán aspectos clave como la implantación del embrión, la forma del parto o la seguridad clínica del proceso.
En China, la infertilidad es un problema creciente: pasó del 11,9% en 2007 al 18% en 2020. En ese contexto, el proyecto promete convertirse en una alternativa de alto impacto. Pero también abre un intenso debate ético, legal y cultural. Criar humanos sin vínculo biológico directo con un embarazo humano interpela nociones de maternidad y familia, y algunos especialistas hablan de una "medicalización extrema" de un proceso íntimo transformado en fenómeno tecnológico. Existen interrogantes sobre los derechos parentales, la identidad del niño, la privacidad y los riesgos de mercantilizar la gestación.
El tema ya genera discusión pública en China: el anuncio fue tendencia en Weibo y videos sobre el proyecto circularon en Douyin, con reacciones que oscilaron entre la esperanza y el rechazo. Kaiwa Technology, consciente de estas inquietudes, abrió foros de debate con autoridades de Guangdong para anticipar regulaciones y marcos legales. Todo esto ocurre en un momento en el que también proliferan otros avances en humanoides, como los robots que ya caminan por calles de Nueva York para promocionar fondos de inversión, generando asombro y temor a partes iguales.
La pregunta de fondo es si esta innovación traerá nuevas oportunidades para quienes desean ser padres o si será el inicio de un terreno aún más complejo donde se redefinan conceptos de maternidad, tecnología y vida misma.