En la mañana de este sábado, la ciudad de Abra Pampa despertó con una noticia que conmovió profundamente a sus habitantes: el fallecimiento de Bruno René Cari, uno de los creadores de Radio FM América 90.7, alma del programa "Senderos de mi Abra Pampa". El trágico accidente ocurrió mientras se desplazaba en moto por la Ruta Provincial N°11, desde Casabindo hacia la ciudad de Abra Pampa.
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En la mañana de este sábado, la ciudad de Abra Pampa despertó con una noticia que conmovió profundamente a sus habitantes: el fallecimiento de Bruno René Cari, uno de los creadores de Radio FM América 90.7, alma del programa "Senderos de mi Abra Pampa". El trágico accidente ocurrió mientras se desplazaba en moto por la Ruta Provincial N°11, desde Casabindo hacia la ciudad de Abra Pampa.
Además de ser un apasionado de la radio, fue un fotógrafo con una sensibilidad extraordinaria. Le fascinaba capturar paisajes, momentos irrepetibles, la cultura viva de la puna, su gente y sus tradiciones. Tenía un talento especial para retratar lo que él llamaba “miradas”: esos ojos que decían mucho, pero en silencio. En una oportunidad expresó: “Me encanta la fotografía, me permitió conocer muchos lugares de la Puna jujeña y sus corredores turísticos. La verdad, me gusta mucho la fotografía.” Esa pasión se reflejaba en cada imagen que compartía, como si cada foto fuera una caricia a su tierra.
Junto a otros colegas, impulsó la revista "Crónicas", un espacio que reflejaba con honestidad y compromiso la realidad de Abra Pampa. Allí se narraban historias cotidianas, luchas silenciosas y rostros que no siempre aparecen en los grandes medios, pero que construyen día a día la identidad de un pueblo. Lamentablemente, la publicación dejó de salir debido a los altos costos económicos que demandaba sostenerla, aunque su espíritu sigue vivo en quienes participaron de aquel proyecto colectivo.
En su página "Sendas de mi Abra Pampa", buscó siempre reflejar el trajinar de la gente rural y sus costumbres. Con palabras sencillas y profundas, retrataba la vida en los campos, los trabajos diarios, los rituales comunitarios, las tradiciones y esa sabiduría ancestral que habita en cada rincón de la puna.
En cada emisión de su programa radial, titulado "Senderos de mi Abra Pampa", enseñó a escuchar y mirar de otra manera las cosas más simples: la tierra, la historia, la gente. En una oportunidad contó: “Mi programa radial se llama Senderos de mi Abra Pampa y decidí ponerlo así porque quiero hacer escuchar las voces de mi pueblo y de las comunidades, sus realidades, sus personalidades, su gente y sus formas de vida que difieren de la ciudad.” Esa fue siempre su misión: amplificar lo que muchas veces queda en silencio.
Los restos de este querido comunicador social serán inhumados el día domingo en su amado pueblo de Muñayoc, al que evocaba con ternura y orgullo. Allí, entre los cerros que tantas veces fotografió y describió con palabras, descansará para siempre.
Hoy la radio abrapampeña pierde una de sus voces más entrañables, pero no su eco. La puna se despide de un retratista de su alma, pero no de su mirada. Sus fotografías seguirán hablando por él, como testigos silenciosos de una tierra que amó profundamente y supo contar con sensibilidad, respeto y verdad