El primero de agosto, exactamente a las 10:00 de la mañana, se produjo un peligroso incidente en la localidad de Lozano, precisamente entre las calles martearena y Sarmiento. Cables de alta tensión que atraviesan esta zona hicieron contacto con árboles de eucalipto, pinos y cañas autóctonas, provocando un incendio inmediato que amenazó gravemente a las viviendas aledañas. Las fuertes ráfagas de viento aceleraron la propagación del fuego, complicando aún más la situación.
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El primero de agosto, exactamente a las 10:00 de la mañana, se produjo un peligroso incidente en la localidad de Lozano, precisamente entre las calles martearena y Sarmiento. Cables de alta tensión que atraviesan esta zona hicieron contacto con árboles de eucalipto, pinos y cañas autóctonas, provocando un incendio inmediato que amenazó gravemente a las viviendas aledañas. Las fuertes ráfagas de viento aceleraron la propagación del fuego, complicando aún más la situación.
En pocos minutos, efectivos policiales se hicieron presentes en el lugar, pero la caída de ramas y cables imposibilitó tanto su intervención directa como la organización inmediata del tránsito vehicular, generando mayor preocupación entre los vecinos.
La situación crítica impulsó la reacción inmediata de la comunidad. Inicialmente, el personal del complejo La Comarca del Hobit y del restaurante Rey Rohan fueron los primeros en intervenir activamente para apagar el incendio, especialmente cerca de un caño de alta presión de gas Nor, cuya cercanía incrementaba el riesgo de explosión. Luego llegaron los vecinos del barrio Carlos Alvarado y de las zonas aledañas de Lozano con baldes, ollas, fuentones y mangueras, conectándolas a las casas cercanas y aprovechando una pequeña reserva de agua existente debido a la sequía actual.
Un cable de alta tensión que se había cortado permanecía en el piso chispeando continuamente, lo cual representaba un peligro constante durante casi una hora hasta que finalmente se pudo interrumpir el suministro eléctrico. Los vecinos continuaron trabajando intensamente para controlar las llamas hasta la llegada de los bomberos, aproximadamente 40 minutos después del inicio del incendio. Posteriormente, arribó también un camión amarillo de combate de incendios forestales.
Gracias a la decidida y rápida intervención vecinal, en colaboración con los bomberos, lograron controlar la emergencia. Hasta el momento, no se registraron víctimas ni daños materiales significativos en las viviendas cercanas, destacando la solidaridad y la rápida organización comunitaria como factores clave para evitar consecuencias mayores.
Se recomienda a la población mantener precaución y denunciar oportunamente situaciones de riesgo similares, dado el contexto de sequía que incrementa el riesgo de incendios en toda la región.