Robert Redford, una de las máximas y más prolíficas estrellas y símbolo de la industria cinematográfica mundial, murió ayer a los 89 años en su residencia de Utah, Estados Unidos.
Reconocido por una carrera de seis décadas en el cine y por su impulso al cine independiente, falleció mientras dormía, informó Cindi Berger, representante de su firma de relaciones públicas a The New York Times.
La megaestrella de 89 años nació en Santa Mónica, California, y estudió pintura en la Universidad de Colorado mediante una beca deportiva. Ingresó posteriormente a la Academia Estadounidense de Arte Dramático, debutando en Broadway en 1959.
El enfoque de Redford fue más allá de la actuación, participando tanto en películas de corte político como The Candidate y All the President's Men, ambas mencionadas por The New York Times como fundamentales en su filmografía.
Se consolidó entre 1974 y 1976 como uno de los actores de mayor convocatoria en la industria estadounidense, participando en tres de las películas más taquilleras de 1974.
Uno de los papeles más emblemáticos de Redford en la gran pantalla fue el de Sundance Kid en "Butch Cassidy and the Sundance Kid", película dirigida por George Roy Hill en 1969, donde compartió protagonismo con Paul Newman. Este filme no solo consolidó su popularidad internacional, sino que además daría nombre años después al Sundance Institute y su festival homónimo, ambos dedicados al impulso del cine independiente en Estados Unidos.
The New York Times destacó el trabajo de Redford como director, iniciándose con Ordinary People, que obtuvo cuatro premios Oscar, incluido el de mejor película.
El compromiso de Robert Redford con la industria se extendió a la fundación del Sundance Institute en 1979, organización dedicada a apoyar el cine independiente y que dio origen al Festival de cine de Sundance, uno de los eventos de mayor proyección para el cine alternativo en Estados Unidos. La revista Time lo nombró en 2014 el "padrino del cine independiente".
Como director, Redford fue galardonado con cuatro premios Oscar por su ópera prima Ordinary People, demostrando versatilidad y liderazgo detrás de cámaras.
En sus últimos años, continuó actuando.
Fue reconocido por la Academia de Hollywood con un Oscar honorífico en 2002 y galardonado por el gobierno estadounidense con la Medalla Presidencial de la Libertad en 2016.
También protagonizó producciones notables como The Hot Rock, una comedia de atracos dirigida por Peter Yates, y The Natural, donde interpretó a un legendario beisbolista en busca de redención.
Su papel en Brubaker, drama carcelario dirigido por Stuart Rosenberg, le permitió abordar temas sociales de gran impacto.
A lo largo de su vida, Robert Redford se identificó también con el activismo ambiental y los derechos civiles. Recibió numerosos reconocimientos por su labor fuera de la pantalla, entre ellos el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y la Legión de Honor francesa.
Fortuna e inversiones
El patrimonio de Robert Redford refleja no solo el éxito de una carrera artística sobresaliente, sino también su capacidad para diversificar e invertir con visión de futuro en la industria del entretenimiento y en proyectos propios. Según Celebrity Net Worth, la fortuna de Redford se estimaba en US$ 200 millones, una cifra alcanzada tras seis décadas de actividad ininterrumpida en cine, televisión, producción y emprendimientos vinculados a la cultura y el medio ambiente.
Aunque internacionalmente conocido por sus papeles en clásicos como "Butch Cassidy and the Sundance Kid" (1969), "The Sting" (1973) y "All the President's Men" (1976), Redford no limitó su fuente de ingresos a la actuación. Desde temprano, buscó expandir su participación en la industria, trabajando como director, productor y guionista. Entre sus obras más reconocidas detrás de cámaras se encuentran su debut como director en "Ordinary People" (1980) -que le valió el Oscar a Mejor Director-"A River Runs Through It" (1992) y "Quiz Show" (1994), todas exitosas en taquilla y en crítica, lo que aumentó considerablemente sus ingresos y regalías.
Uno de los movimientos económicos más significativos de Redford fue la inversión en bienes raíces. Tras alcanzar la fama en Hollywood, adquirió una gran extensión de terreno en las montañas de Utah, donde se ubicaba el pequeño centro de esquí Timp Haven. Rebautizó al lugar como Sundance en honor a su mítico personaje, y comenzó a desarrollar allí un polo cultural y turístico con visión a largo plazo. Lo que inició como un retiro personal y familiar, se transformó en un conglomerado que combina arte, negocio e impacto ambiental.
El Festival de Cine de Sundance, fundado oficialmente en 1985, es sin duda el legado económico más duradero de Redford fuera de la actuación. El festival, enfocado en cine independiente, se ha afianzado como una de las plataformas más prestigiosas para nuevos cineastas y ha sido semillero de talentos que luego conquistaron Hollywood, convirtiéndose además en un evento que aporta millones de dólares en ingresos no solo para Redford y los organizadores, sino también para la economía local de Utah.
A esta iniciativa se suman empresas complementarias como Sundance Cinemas, una cadena de salas de cine enfocada en producciones independientes y de autor; Sundance Institute, organización sin fines de lucro que apoya el desarrollo de cineastas y guionistas emergentes; Sundance Channel, un canal de televisión dedicado a la difusión de cine y series independientes; y Sundance Catalog, una compañía de ventas al por menor que comercializa productos vinculados al estilo y la imagen del propio Redford y su proyecto. Estas empresas diversificaron su patrimonio y fortalecieron la marca Sundance en múltiples segmentos.
Además de la industria audiovisual y el turismo, Redford generó ingresos a través de la venta de derechos de sus películas, contratos publicitarios puntuales en años recientes, acuerdos editoriales y su participación en proyectos medioambientales que le generaron subvenciones y reconocimientos internacionales.
Entre los premios y reconocimientos profesionales que impactaron en su legado figuran el Oscar Honorífico recibido en 2002 por su aporte como "inspiración para cineastas independientes e innovadores"; varios Globos de Oro, así como títulos honoríficos de instituciones educativas y culturales que, si bien no supusieron ingresos directos, consolidaron la influencia y el valor de la marca Redford en la industria.
Antes de retirarse de la actuación en 2018 tras el estreno de "The Old Man and the Gun", Redford completó una filmografía de cerca de 50 largometrajes producidos y más de 80 actuaciones en películas y series, lo que generó ingresos sostenidos durante décadas y regalías a largo plazo. Su legado, financiero y cultural, permanece unido al modelo de artista-empresario visionario, capaz de trascender el estrellato y construir una estructura empresarial que aún genera beneficios y oportunidades para el cine independiente y el arte estadounidense.