El afán de apoderarse del centro del ring, a un año de las elecciones de medio término, dejaron al descubierto cierta desesperación de las dos únicas personas que pueden hoy, protagonizar esa idea: Javier Gerardo Milei y Cristina Elisabet Fernández de Kirchner. Ambos, por distintas razones, alientan esa pelea, curiosamente, para obtener premios diferentes. Quizás ambos pierdan, o tal vez, ambos ganen, o quizás ambas cosas a la vez. Y detrás de ellos, las cortes de seguidores, por convicción, por conveniencia o por temor, comenzaron a tejer sus adhesiones y rechazos. Hasta en Jujuy se sienten los coletazos de aquella extraña pelea.
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El afán de apoderarse del centro del ring, a un año de las elecciones de medio término, dejaron al descubierto cierta desesperación de las dos únicas personas que pueden hoy, protagonizar esa idea: Javier Gerardo Milei y Cristina Elisabet Fernández de Kirchner. Ambos, por distintas razones, alientan esa pelea, curiosamente, para obtener premios diferentes. Quizás ambos pierdan, o tal vez, ambos ganen, o quizás ambas cosas a la vez. Y detrás de ellos, las cortes de seguidores, por convicción, por conveniencia o por temor, comenzaron a tejer sus adhesiones y rechazos. Hasta en Jujuy se sienten los coletazos de aquella extraña pelea.
De hecho, la "pelea" salió a la luz a través de "tuitazos" de todo calibre, una suerte de choques cibernéticos que se viralizaron para terminar siendo patéticas demostraciones de la política errática del siglo XXI. A saber, CEFK comenzó con hilos de críticas al presidente: "De gobernar... no tenés idea"; "Tenés tiempo de boludear en las redes"; "Habla en sets de TV o plagiando libros de economía, pero gobernar la Argentina es otra cosa", arrancó. Rápidamente JGM respondió: "Yo sé que vos de economía no entendés mucho, demostrado por el hecho de que te rodeaste de analfabetos numéricos que destruyeron el país con su chamanismo económico"; "Si querés aprender un poco prendé la tele hoy a las 19 que voy a estar dándote una clase". "A la vez, deberías revisar los temas de propiedad intelectual y de paso nos mostrás tu título de abogada"; "Respecto a gobernar, si el modelo es el tuyo, paso". "No te pongas nerviosa, te gustará mi clase", concluyó Milei. "Te espero en el Patria y te explico un poquito". "Y esto de cómo están viviendo los argentinos, se ve a la legua que no tenés idea". "Saludos cordiales... a vos y a todas las fuerzas del cielo...Dios mío!". Cerró Cristina. Patético: un sainete de baja catadura, pero siendo un cruce entre el Presidente de la Nación y una expresidenta y exvicepresidenta de la Nación, lo convierte en una puesta en escena que roza la comedia dramática, en un país donde la pobreza superó el 52%, índice en el que ambos actores pueden disputarse los derechos de autor.
¿Por qué hace esto CEFK? Porque está necesitada de recuperar algo del protagonismo perdido, porque debe sentir que dentro de su propia tropa, hasta los más leales están animando a dar muestras de hartazgo de tantos errores del "dedo" (Gildo Insfrán, el senador Mayans, los barones del conurbano, los gobernadores peronistas, y hasta la freezada Milagro Amalia Ángela Sala de Noro, quien desde su destierro negó tres veces a Cristina y dijo que su kirchnerismo nació con Néstor y terminó con él); porque la reafirmación de su conducción podría contribuir a ordenar al peronismo; y porque tal vez, la cereza de este batido sería su próxima candidatura a diputada nacional por la Provincia de Buenos Aires, lo que pondría debajo de sus tacos la discusión entre Axel Kicillof y Máximo Kirchner y las flamantes rebeldías de muchos otros, y le marcaría la cancha nuevamente al ausente Sergio Massa que sigue amagando con una reentrée espectacular en el momento oportuno. Cristina se juega mucho, casi todo.
¿Por qué hace este juego Milei? Porque el Presidente renace y florece en medio de las crisis cuando tiene un enemigo claro y concreto. Hoy, la única es CEFK, y por eso la sube al ring, porque debe estar seguro que puede volver a ganarle, y porque eso representaría no sólo fortalecer su liderazgo sino también agrandar el optimismo con el que mira las elecciones del 2025 en las que piensa aumentar su cuarteles parlamentarios, donde hoy sólo tiene unas despelotadas cabeceras de playa, usufructuadas por unos diletantes inexpertos ávidos de prensa y notoriedad. Eligiendo a su adversaria, como efecto colateral, JGM está dejando abajo del centro del escenario a los radicales que preside Martín Lousteau, (que se bajan solos), de paso aumentan la presión sobre algunos gobernadores como el jujeño Carlos Sadir; y también le saca cámara a Mauricio Macri y al PRO, y arrasa con otros que de tanto en tanto asoman la cabeza fuera del agua, como Ricardo López Murphy, Lilita Carrió y otros referentes de la pobladísima tercera línea.
En Jujuy, los cristinistas están cada vez menos visibles. Una estrategia inteligente frente a las inminentes internas locales, que les debe aconsejar en el silencio, (para colmo, el último capítulo revelado acerca los asesores de la Cámara alta, volvió al primer plano a la senadora sampedreña ultraK Carolina Moisés, con el récord de 40, entre otros legisladores que muy orondos cometieron el sincericidio de admitir que los tienen para que cumplan tareas de operadores políticos y no en funciones legislativas). Los jujeños que nunca militaron convencidos detrás de la exvicepresidenta de la Nación y de su creación, el expresidente Alberto Fernández, sienten que sus posibilidades locales aumentan con sólo decirles a los afiliados: "¿Vieron?, teníamos razón". Igual, al peronismo le costará horrores encontrar los caminos hacia la interna del partido y otro tanto hacia el armado de listas y propuestas para las parlamentarias. Renovación, sumar nuevas caras y sobre todo, propuestas concretas y claras, es lo que la gente espera.
Los oficialistas de Cambia Jujuy también ponen las barbas en remojo: detrás del desgaste natural de diez años de gestión, sienten fuerte la presión de los libertarios que saben que para ellos es más fácil pescar en la lánguida laguna radical que en los ríos tumultuosos del peronismo; también la presión del peronismo que advierte a los justicialistas que apoyaron a la UCR, que están dadas las condiciones para volver a casa y refortalecer al PJ, no sólo para el 2025, sino para el 2027. Y hasta la izquierda local, se ve favorecida con este cuadro: los muchachos de Ale Vilca y Gastón Remy, apuestan que ni Milei ni Cristina, ganarán, sino que ambos perderán, y que si ellos arrojan el mediomundo en cualquier espejo o curso de agua, podrán tener buena pesca entre el descontento y el cansancio de la gente, como ya ocurrió en otras ocasiones.
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